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El magistrado de la Audiencia explica que “la gran asignatura es la duración de las causas"

El juez Eloy Velasco apoya la supresión del Constitucional en favor del Supremo

26/01/2019 - 

VALÈNCIA. El magistrado de la Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, ofreció este viernes una conferencia en el tercer congreso sobre Calidad Democrática, Buen Gobierno y Lucha contra la Corrupción que organiza la Universidad CEU-Cardenal Herrera y la Asociación Valenciana de Politología (Avapol). Velasco, como siempre, no defraudó y entró al trapo de todas las cuestiones que le fueron planteadas por los asistentes.

Aunque el centro de la conferencia era la corrupción, el debate se redirigió en cierta medida a cómo ve Velasco la Justicia, y qué haría para mejorarla. Preguntado por Valencia Plaza por cuál era su opinión sobre la posibilidad que propone la formación ultraconservadora Vox de suprimir el Tribunal Constitucional y que, en su lugar, se cree una sala en el Tribunal Supremo que asuma dichas competencias, Velasco dijo: “les tendré que pasar los royalties porque eso es algo que vengo diciendo hace años”.

Según el magistrado, el TC no puede estar constituido por catedráticos que “emiten sentencias tibias” y que, además, “están puestos a dedo por políticos”. Explicó que deberían ser magistrados de carrera provenientes de diferentes disciplinas del derecho quienes redactaran dichas sentencias porque “los jueces no somos tibios”. 

Ante esta afirmación, este periódico le repreguntó al respecto del Consejo General del Poder Judicial, pues al final son ellos quienes nombran a los magistrados del Supremo. El juez aseguró que el modelo actual de nombramiento del CGPJ es “político”, y que debería de volverse al que había con 12 magistrados elegidos por la propia carrera judicial y otros 8 de designación parlamentaria.

Corrupción

En cuanto al tema de la conferencia, qué se puede hacer para acabar con la corrupción, el magistrado empezó explicando que “se combate como David a Goliat. Hay sensación de que hay gente que se va de rositas, en parte es cierto porque el que delinque lo hace bien y esconde las pruebas”.

Aseguró que según los datos del CGPJ “hay un acusado de corrupción al día en España. El 80 por ciento de las sentencias son condenas”, pero que pese a lo que pueda parecer en España la Justicia funciona pues “en pocos países se ha juzgado a la hermana de un rey y se ha condenado a su cuñado”.

Dijo que “la corrupción ha llegado a lo más sagrado, el fútbol” y que “hay una verdad como un castillo, y es que la gran asignatura pendiente es la duración de las causas. Llega muy tarde y recae sobre personajes amortizados. Los jueces no somos historiadores, y solo queremos resolver lo penal”. Y fue entonces cuando aprovechó para pedir la derogación de la ley de plazos que da solo seis meses para instruir una causa porque “es imposible que las causas de corrupción se investiguen en tan poco tiempo”.

En cuanto al coste de la corrupción, el magistrado dio algunos datos interesantes como que, según calcula la ONU, el 2,7 del PIB mundial se va en corrupción o que, según donde se busquen los datos, el coste económico cuesta a los españoles 90.000 mil millones de euros al año o 10.000 millones al año. Sobre esto matizó que “la UE calcula que son 140.000 al año, por lo que parece más fiable el dato de los 10.000 que el de los 90.000”. Y apostilló que “hay tanto arraigo en la corrupción que tenemos un idioma propio para ella como pelotazo, mordida o soborno”.

También recordó a los asistentes que esta lacra “merma gravemente los recursos e incrementa la carga fiscal que al final pagamos todos. Supone menos hospitales, menos carreteras o menos juzgados. Ahuyenta a la inversión extranjera y minora la productividad y la creación de empleo”.

Sobre el blanqueo de capitales, dijo que está habiendo un cambio pues el dinero ahora se va a países como emiratos, Caribe o a criptomonedas como bit coins que dan una absoluta opacidad, y que hacen más complicadas las investigaciones.

 

Soluciones

En cuanto a las posibles soluciones para acabar con la corrupción, Eloy Velasco expuso una larga lista acciones que se podrían llevar a cabo para mejorar. Entre las más destacadas  y polémicas estuvo que “la manera de acabar con los paraísos fiscales es comprarlos”, en referencia por ejemplo a China, que ayuda con los datos siempre que se pueda quedar con el 50 por ciento del dinero intervenido. Sobre este ‘espinoso tema’ su reflexión fue que “es mejor el 50 por ciento de 100 que el cero por ciento de 100”. 

También dijo que es necesario asignar más recursos a quien lucha contra la corrupción, mayor número de personal técnico independiente y profesionalizar las administra públicas, “que los jueces podamos ser independiente, que no nos controle un CGPJ elegido por políticos”, potenciar mecanismos de prevención internos, adscribir policía judicial a los jueces, blindar a los grupos policiales para evitar injerencias políticas, reducir privilegios como el aforamiento o la necesidad de cambiar la ley de indulto para evitar que su “trabajo se vea restringido por el poder político”.

Otro de los puntos en los que hizo especial énfasis fue en el hecho de “proteger e incentivar al mal llamado chivato”, incluso habló de “incentivos económicos” para aquellos que denuncien. Recordó la necesidad de una buena ley de protección de testigos como la que tiene Italia porque “en España tenemos una porquería de ley de protección de personas”, así como de dar validez a la denuncia anónima siempre que esté bien fundamentada.

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