VALÈNCIA. El Boletín Oficial del Estado (BOE) anunció este lunes que el Juzgado de lo Mercantil número 2 de València ha dictado la extinción de Armiñana Promociones Inmobiliarias, un punto y final que llega casi una década después de que entrara en concurso la promotora el 19 de diciembre de 2008.
"Se ha acordado la conclusión del concurso por inexistencia de bienes y el archivo de las actuaciones, habiéndose declarado la extinción de la mercantil mencionada y el cierre de la hoja de su inscripción en los Registros Públicos que corresponda", reza el anuncio, que alude a un auto dictado el pasado 24 de julio de 2018.
El dictamen acaba con la trayectoria de una empresa que, entre muchas otras actuaciones, lideró la construcción del barrio de Nou Campanar, donde el promotor Juan Armiñana plantó además la falla que batiría todos los récords presupuestarios de la ciudad.
Pero el estallido de la burbuja inmobiliaria afectó de pleno a la compañía, que supo pronto que la única salida era la suspensión de pagos debido a su elevado apalancamiento. En 2008 se declaró en concurso de acreedores y en 2011 decidió ir a liquidación, sin presentar siquiera propuesta de convenio para salvar la mercantil.
Al respecto cabe subrayar que la "inexistencia de bienes" con la que se extingue ahora la sociedad impedirá a la Agencia Tributaria el cobro de los 17,6 millones de euros que le adeudaba Armiñana Promociones Inmobiliarias, según el listado de morosos publicado el pasado mes de junio con cifras actualizadas a 31 de diciembre de 2017.
Pese a todo, el promotor Juan Armiñana puede presumir seguir en el sector. Con el respaldo financiero de la firma valenciana de servicios financieros Gedesco, filial del fondo JZI, el empresario lidera la gestión de la promotora Attikos. Eso sí, ha retomado la actividad con un tamaño y un modelo distinto al de antaño.
"Hacemos promociones de entre 30 y 35 viviendas como máximo, una cifra manejable para tener los riesgos controlados -que además de controlarlos nosotros nos los controlan los bancos-. Solo vamos a construir edificios así, pequeños en comparación con otras épocas, y con una sociedad distinta para cada uno, que no quiero volver a 'constiparme'", explicó en una entrevista concedida a este periódico.
La firma ya ha impulsado al menos cinco proyectos residenciales: los dos primeros los inició en Madrid y Gandía, para después dar el salto a València con un primer proyecto en Campanar y después extender su actividad a El Cabanyal y Quatre Carreres.