ANÁLISIS VP

El 'lobby taurino' valenciano justifica su voto de castigo a Compromís

28/06/2016 - 

VALENCIA. El 'desencuentro taurino' no ha sido el factor determinante del varapalo electoral de Compromís (en coalición con Podemos y Esquerra Unida; 'A la valenciana'), pero sí una variable de la reclamación por una parte de la sociedad a tener en cuenta. Lejos del núcleo del partido en su estadio más capitalino, incluso de su estadio en el Consell o Les Corts, el lobby taurino valenciano ha efectuado un deliberado voto de castigo contra el partido de Mónica Oltra y Joan Ribó, incluso entre aquellos de sus votantes las pasadas Elecciones Autonómicas y Municipales de 2015 o las pasadas Generales debido al desgaste frente a la posición animalista del grupo.

La causa de los festejos tradicionales sirvió, en la madrugada electoral, para que el programa de radiodifusión con más audiencia en España, Los toros de la Cadena SER, hiciera un auténtico 'minuto y resultado' en cada una de sus conexiones por toda España. La pregunta de su director y presentador, el castellonense Manuel Molés, se repetía: "¿cómo ha ido por ahí?". En las redes sociales de los más activos miembros de esta auténtico lobby pro taurino los mensajes eran explícitos: "conozco un puñado de taurinos que no han votado Compromís y que han dejado de sentirse representados por ellos. Muchos. Y que son más valencianos que la paella". 

 

El autor de la maxima es el periodista Andrés Verdeguer, también Master en gestión taurina por la Universidad de Salamanca. El mismo proponía en su programa radiofónico Cultura de Bou, un editorial que reproducía el 25-J en su blog y en el que, tras una concisa argumentación, proponía: "ahora toca estar muy orgullosos de amar al toro por encima de muchas cosas. Porque ahi están nuestras raíces, nuestra educación y, ¿por qué no? también, nuestro voto".

El efecto Ribó

Pueblos con una dispar tradición taurina como Xàtiva, Gandia, Godella, Aldaia o Xirivella, entre otros, han realizado consultas ciudadanas. No obstante, como destaca Verdeguer, "fue el alcalde de Valencia el que prohibió el bou embolat y el bou en corda de las pedanías de la  ciudad sin la menor consulta". Lo que para el Ejecutivo de Compromís es una idea de gobierno, no lo ha supuesto para el PSOE con quien comparte el mando de la ciudad. Ayer mismo el alcalde de Borbotó enviaba un comunicado "junto al PSPV" para mostrar su total rechazo ante una decisión"precipitada,a que ocasionará perjuicios económicos a los organizadores, a los servicios abiertos al público y al pueblo en general".

Pero el comunicado emitido desde Borbotó, que invita "a abrir un debate sereno y tranquilo", "todo antes que prohibir", es calcado al que ya publicó Compromís per Carpesa y su alcalde. El mismo grupo político de Ribó en esta otra pedania mostró su frontal oposición a unos días de las elecciones. Con todo ello, en la jornada previa a la reflexión, el mismo 24 de junio, el diario Levante EMV publicaba una demoledora lectura interna del partido al respecto bajo el título 'Compromís reconoce que Ribó se equivocó al dar alas a los taurinos en campaña'. 

¿Pero qué decía el programa de 'A la valenciana' al respecto?: "han utilizado eufemismos como 'desincentivar los espectáculos con animales". ¿Y cuál es la masa social en torno a estos encuentros?: "la Comunitat Valenciana es, de lejos, la que mayor número de festejos taurinos celebra de toda España. En Castellón, por ejemplo, apenas hay un par de pueblos que no tienen esa tradición". De hecho, tal y como también recuerda Verdeguer, el pasado 15 de febrero de 2015 ya se celebró una masiva concentración pro taurina en Castelló de la Plana, ciudad en la que Podemos trata de impulsar actualmente una normativa para prohibir el toro en el Grao. 

Compromís ha perdido 18.000 votos teniendo en cuenta la suma de Izquierda Unida a la coalición final 'A la valenciana'. En la ciudad de Valencia, 2.000 votos menos, donde tienen clara cuál es su posición, infranqueable al respecto: "no se toman medidas de protección a los animales en función de cálculos electorales, sino atendiendo al programa con el que Compromís compareció a las elecciones y se convirtió en la fuerza progresista más votada". Desde la alcaldía avanzan que, junto a la concejalía de Bienestar Animal, tienen "un compromiso firme contra el maltrato de los animales", desde donde se "apuesta por evitar una práctica tan agresiva como el bou embolat y el bou en corda. ¿Alguien se imagina a sí mismo con dos bolas de fuego colgante a 20cm de los ojos para diversión del personal? Sería totalmente injusto retrasar el bienestar de los animales por cálculos electorales", rematan.

Las posiciones son tan encontradas que ambas partes chocan sin posibilidad de retorno con declaraciones como la que sigue del alcalde en el Ayuntamiento. Es la posición del Gobierno local, su compromiso con los electores, mientras que según Verdeguer "ningunéa lo que la tauromaquia vertebra y une socialmente".

 

El impacto electoral a partir de tres casos 

El citado lobby taurino valenciano no existe como tal. No tiene forma de organización, pero cuando el pasado 13 de marzo acogió la mayor manifestación 'por el toreo' de la historia ("en toda su diversidad, toreo y festejos populares"), algo hacía intuir de su hermanamiento "tras las amenazas a 'la Fiesta' de los nuevos gobiernos". Lo apuntan distintas fuentes de su entorno empresarial a este diario, y destacan como en la Diputación de Valencia o en la Generalitat Valenciana hay posiciones enfrentadas con respecto a la fiesta.

El PSOE, por ejemplo, cuenta con un mejor feeling para con estos colectivos a partir del diputado Toni Gaspar, quien está detrás de la Plaza de Toros de Valencia, o el director general de Emergencias de la Generalitat, José Maria Ángel. "En la Diputación se ha visto algún cambio hacia una mayor sensibilidad, como la mejora de la escuela de tauromaquia; en el caso de Ángel hemos logrado generar un protocolo de actuación muy claro con respecto a escraches a los festejos, unas normas de seguridad y gestión de momentos de tensión entre taurinos y las protestas", apunta Verdeguer.

Sin embargo, el mismo es crítico y analiza como "el Partido Popular siempre ha querido colgarse medallas con respecto al mundo del toro y los festejos a destiempo, siempre con vistas electorales. Trató de convertirlo en Bien de Interés Cultural cuando ya sabía que perdería las elecciones", añade. Sea como fuere, las voces del empresariado taurino apuntan a querencias concretas y aproximaciones a algunos de sus valuartes durante las últimas semanas para apropiarse de un voto refugio, una garantía a futuro a partir del propio PP para comprometerse y proteger su activo.

Y, aceptándolo como una variable más, el efecto en las poblaciones de conflicto ha sido claro. Escogiendo tres de ellas, una por provincia, podemos ver el impacto Alicante en Xàbia, de Valencia en Xàtiva y de Castellón en la Vall d'Uixó. En las tres poblaciones, PSOE y Ciudadanos permanecen 'intactos' entre comicios. Sin embargo, el PP crece en las tres poblaciones (de 2.757 a 3.064; de 4.695 a 5.248; de 5.747 a 6.161) y la confluencia de Podemos-Compromís 'palma' (de 2.499 a 2.110; de 5.662 a 4.834; de 5.846 a 5.156). En ninguna de las tres poblaciones gobierna el PP (de hecho, Xàbia ha sido durante los últimos años un bastión socialista) y en las tres ha sido la fuerza más votada.  Todas las fuentes consultadas hablan de "voto movilizado" sin excepción en estas "y en todas aquellas poblaciones que se han visto amenazadas una fiesta ancestral ampliamente arraigada y que en algunos casos, como en Xàtiva, incluso como reconoce su actual alcalde, supone la principal actividad económica como evento al cabo del año".

Quién capitaliza el voto antitaurino

Es posible que, ciñéndonos a la pura estrategia electoral, a Compromís, Podemos, Esquerra Unida del País Valencià -y el cúmulo de grupos que los componen de manera interna- hayan empezado a percibir que hay un beneficiado de la política antitaurina: el Partido Animalista - PACMA. Esta es la serie histórica más reciente: 2011, 12.508 votos: 2015, 24.916 votos; 2016, 32.948 votos y convertida en la quinta fuerza más votada de la Comunitat Valenciana por delante de Som Valencians, Vox o UPyD, doblando la suma de estos tres.

El Partido Animalista ha capitalizado el sentir antituarino y su presencia en manifestaciones pacíficas y espacios de divulgación está íntimamente relacionado con ese sentido del voto. Lo está, pese a que desde el Ayuntamiento de Valencia en la presente legislatura se ha impulsado una regidoria propia de Bienestar Animal. Un área que no ha tomado pocas decisiones ( la exclusión del uso de animales salvajes en los circos, el plan de colonias felinas o el programa de esterilización de los palomos) ni ha dejado de contar con ciertos recursos pero que, dados los resultados, es difícil computar que haya aportado a Compromís una suma electoral. En caso de haberlo hecho, oculta tras el varapalo de votos en la confluencia 'A la valenciana'. Podemos, por su cuenta, también ha incluido en la región su propio movimiento animalista que, en cualquier caso, tampoco se capitalizó en votos lo suficientemente efectivos para los comicios del 26-J.

No obstante, no cabe desligar el crecimiento de PACMA en la Comunitat Valenciana al del resto del partido en el Estado. En estas elecciones, hasta los 284.848 votos, 3,5 veces más que Coalición Canaria y 100.000 votos más que EH Bildu, ambos con uno y dos escaños en el futuro Congreso de los Diputados si hubiera acuerdo de Gobierno. La Ley d'Hont sigue siendo el último obstáculo para que los animalistas ocupen escaños en la Cámara Baja.

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