Alejandro Marugán se ha marcado un bocadillo sublime y ha conseguido coronarlo como el mejor Paquito de Madrid
Cada vez que pido un Paquito, sigo alucinando con las posibilidades que tiene la carne de cordero y el desconocimiento que tenía la humanidad hasta que el bocadillo irrumpió (y mejoró) nuestra vida. Para mí, que siempre he sido de Brascada (y que ya me aburría mucho), ha supuesto un nuevo horizonte en el fascinante mundo bocata.
Hace unos días, en Madrid, probé el bocadillo de cordero que ha conseguido el primer premio al Mejor Paquito. Un premio otorgado por un jurado que algo de sabe de gastronomía: Quique Dacosta; Luis Suárez de Lezo, presidente de la Academia de Gastronomía de Madrid; Pilar Salas, redactora de gastronomía de la Agencia EFE; Natalia Martínez, redactora jefa de la revista Tapas y Beatriz Casares, responsable de comunicación de INTEROVIC.
Volví a flipar. El responsable de elevar el cordero a otra galaxia es el restaurante Tres por Cuatro, con Alejandro Maragán a los mandos, que ha conseguido una elaboración de las memorables. Ya tenían experiencia, el año pasado participaron en la campaña, y tuvo tanta aceptación el bocadillo que lo dejaron en carta.
“Empezamos el año pasado con nuestro Paquito y nos parecía algo bonito y solidario con el campo, este Paquito lo creamos justo a la vuelta de un viaje a Japón en el que habíamos estado comiendo tsukune, y decidimos aplicar este concepto a la receta de nuestro particular Paquito: brioche de mantequilla tostado, mahonesa especiada, albóndigas de cordero marroquíes lacadas como un tsukune japonés, menta y cebolla encurtida”, explica el cocinero.
El resultado es una maravilla. Equilibrado, sabroso y adictivo. Una buena razón para acercarse a conocer la cocina de Alejandro y, de paso, lanzar una ovación al jurado que lo ha encumbrado.