El gestor del fondo de inversión GPM International Capital recomienda observar la imparable marcha de las 'small caps' o valores de poca capitalización
VALÈNCIA. Durante los últimos meses hemos visto un movimiento de consolidación en los mercados americanos que han vuelto a aflorar los miedos de que un ciclo maduro en renta variable pueda estar dando sus últimos coletazos. No obstante, a lo largo de las últimas semanas hemos visto diferentes referencias en las bolsas americanas que indican que los mercados estadounidenses gozan de una extraordinaria vitalidad y que podríamos estar en los primeros compases de un nuevo movimiento al alza de los grandes índices.
Uno de los síntomas más evidentes de la confianza que muestran los inversores en el mercado de valores americano se refleja en el índice de 'small caps' Russell 2000. Este índice es una referencia interesante para medir el apetito por el riesgo por parte de los inversores.
Históricamente los inversores apuestan por las 'small caps' -valores de pequeña capitalización- cuando son optimistas con la evolución de las bolsas de valores, puesto que generalmente en entornos cíclicos alcistas dichos valores tienen mayores posibilidades de crecimiento que los 'blue chips', es decir, los valores de mayor capitalización. En cambio, en las épocas de incertidumbre, las 'small caps' son los títulos que más sufren al ser menos 'seguros' que los grandes valores, y, por tanto, cuando los inversores desconfían del devenir en los mercados, los títulos pequeños son vendidos con fuerza por parte de los inversores.
El siguiente gráfico muestra la evolución del Russell 2000 en los últimos meses.
Mientras referencias como el Dow Jones y el S&P 500 distan más de un 5 y un 3% respectivamente de sus máximos históricos, los valores de pequeña capitalización ya han superado con fuerza sus máximos históricos. Este es un síntoma inequívoco de que los inversores siguen confiando en la renta variable, ya que históricamente cuando estamos cerca de un fin de ciclo lo que sucede es lo contrario. Las 'small caps' son los primeros en ser liquidados porque los inversores tienden a centrar sus apuestas en los 'blue chips'.
Otro dato que muestra el apetito por el riesgo existente en el mercado son los nuevos máximos en sectores de corte agresivo como son las tecnológicas. El sector tecnológico es históricamente uno de los más volátiles del mercado y la superación de máximos por parte de referencias tecnológicas como el Nasdaq muestra también que los inversores se sienten cómodos en renta variable.
Por último, también me gustaría comentar un aspecto de cierta relevancia que tuvo lugar el pasado mes de mayo en las bolsas americanas. Desde el año 1950, el S&P 500 ha promediado ascensos del 0,24% durante los meses de mayo. En cambio, este pasado mes de mayo se saldó con ascensos del 2,16% para el S&P 500. No cabe duda que el pasado mes de mayo fue un mes extraordinariamente rentable para las bolsas americanas.
El siguiente gráfico representa con una línea negra el comportamiento promedio histórico del mercado entre los meses junio y diciembre, mientras que la línea roja representa el comportamiento promedio experimentado por el mercado en el mismo periodo en los años en los que el mes de mayo se saldó con alzas superiores al 2%.
Como se puede observar, cuando el mes de mayo ha sido muy fuerte (tal y como ha sucedido en este 2018), lo que queda de año el mercado suele experimentar un comportamiento superior a la media de forma recurrente. Teniendo en cuenta que en la era moderna el S&P 500 ha rendido de media un 4,42% entre junio y diciembre, el rendimiento medio del mercado en los años en los que el mes de mayo fue brillante se sitúa un 3,43% por encima de su promedio histórico.
Dado el contexto favorable en el que se encuentran las bolsas americanas, desde GPM International Capital estamos incrementando desde hace semanas nuestra exposición alcista al mercado estadounidense. Para Europa somos mucho más cautos, ya que la debilidad relativa de la inmensa mayoría de bolsas del viejo continente es evidente en los últimos meses suponiendo un claro coste de oportunidad para sus inversores. De ahí que nuestra exposición a la renta variable europea se mantenga en niveles bajos mientras la renta variable del Viejo Continente no muestre síntomas de una mayor fortaleza.
Ricardo González es gestor del fondo GPM International Capital