VALÈNCIA. (EP) El Mercado Central de València cumple este lunes 93 años y para celebrarlo regala a quienes realicen esta jornada sus compras en el recinto una fotografía que refleja el aspecto de este espacio comercial en 1928 y la actividad de sus primeros días.
Asimismo, para conmemorar este aniversario, se ha habilitado, con las medidas sanitarias habituales para prevenir contagios de Covid-19, un photocall que rememora los primeros momentos del mercado para que clientes y vendedores puedan fotografiarse en él, según ha informado el recinto comercial en un comunicado.
El photocall se mantendrá abierto desde este lunes y hasta el próximo miércoles. Las fotografías que se hagan los clientes y vendedores se compartirán en las redes sociales con el hashtag #93AnysMercatCentral.
El espacio que actualmente ocupa el Mercado Central de València fue el emplazamiento habitual de los mercados ambulantes hasta que se ubicó en él, en 1839, el Mercado Nuevo, un recinto al descubierto que a finales del siglo XIX se vio "claramente insuficiente para la ciudad".
Por ello, el Ayuntamiento de València convocó dos concursos para la construcción del nuevo mercado. En el concurso de 1910, ganó el proyecto de los arquitectos Alejandro Soler March y Francisco Guardia Vial, que modificaron en 1914. La obra la terminaron, en 1928, los arquitectos Enrique Viedma y Ángel Romaní, han detallado desde el Mercado Central.
Asimismo, han resaltado que el rey Alfonso XIII protagonizó el acto protocolario con que se iniciaron los derribos. El 24 de octubre de 1910, con una piqueta de plata dio varios golpes en el muro del número 24 de la plaza del Mercado. El 23 de enero de 1928 se inauguró el actual edificio del Mercado Central de la capital valenciana, que abrió sus puertas al público el 15 de marzo de ese año.
El Mercado Central, considerado "la catedral del producto fresco" y situado frente a la Lonja de la Seda y la Iglesia de los Santos Juanes, es uno de los principales exponentes del Modernismo y uno de los edificios más representativos de València, han agregado las mismas fuentes.
Sus elementos más característicos con sus cúpulas de hierro, cristal y cerámica --la central alcanza 30 metros de altura-- y las veletas que las coronan --la de la cotorra, que es su símbolo, y la del pez--.
La distribución del interior es racionalista, de manera que los puestos se sitúan a lo largo de una serie de calles rectilíneas atravesadas por dos anchas vías. El recinto se concibió para 959 puestos destinados, en la zona general, a tiendas altas cerradas para carnicería, tocinería, ultramarinos y quincalla; tiendas bajas para venta de patatas, legumbres, verduras, frutas y gallina; tiendas altas abiertas para venta de pan, volatería, carne y caza; y en la pescadería, tiendas altas para venta de salazones y despojos, y tiendas bajas para pescado.
A lo largo de los años y "sin perder su esencia", el Mercado Central se ha adecuado a cada momento, combinando "su carácter tradicional con la innovación" y respondiendo "a las necesidades de sus clientes", han asegurado desde el recinto.
Así, han valorado "su apuesta por las nuevas tecnologías" con el fin de "incorporar junto a la compra presencial, la compra on line --tiene como base una web que se renovó por completo hace dos años--- e impulsar servicios como el de Entrega a Domicilio y Consigna Frigorífica".
En sus cerca de 300 puestos se pueden encontrar unos 20.000 productos como fruta, verdura, pollo, carne, pescado, comidas para llevar, vinos, productos gourmet, frutos secos, congelados, salazones... y cualquier recipiente para cocinarlos en casa, han agregado.