VALÈNCIA. LA posibilidad de rebajar el listón electoral ha vuelto a colarse en el escenario político a falta de cuatro meses para las elecciones autonómicas del 28 de mayo. No es una novedad, en 2018, también en la recta final de la legislatura, el PSPV trató de impulsar una reforma de la Ley Electoral Valenciana (LEV) por lectura única que no prosperó en Les Corts.
El debate es antiquísimo y, como le pasa ahora a Ciudadanos, no es la primera vez que ocurre en la Comunitat Valenciana que un partido rechaza primero atenuar la barrera electoral del 5% al 3% y, luego, ante las malas previsiones en las urnas, se arrepiente y trata de revisar las reglas del juego para mejorar sus posibilidades. En casos similares se encontraron en su día el Centro Democrático y Social (CDS) y Unió Valenciana (UV), sin que sea necesario entrar en detalles de cómo sus proyectos políticos fueron apagándose hasta desaparecer.
Una maldición contra la que pretende luchar la nueva líder de Ciudadanos, Mamen Peris. Los plazos son muy estrechos pero todavía existe tiempo, el problema es que se necesitan 66 diputados para sacar adelante esta reforma: los grupos del Botànic (PSPV, Compromís y Unides Podem) junto con los parlamentarios que quedan en el grupo naranja suman 65, por lo que deberían ir a 'pescar' entre los seis no adscritos (cinco ex de Ciudadanos y una ex de Vox).