VALÈNCIA. (VP) El Ministerio de Cultura y Deporte ha culminado la adquisición del archivo de Luis García Berlanga por un importe de 357.000 euros. Tras varios años de negociación con la familia, se ha alcanzado un acuerdo de buena voluntad entre las partes, por el que pasan a formar parte de las colecciones públicas estatales 74 cajas con documentos de diversa tipología reunidos por el cineasta a lo largo de su vida. El material ya se encuentra custodiado en las instalaciones de Filmoteca Española, entidad dependiente del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) que se hará cargo de su conservación y difusión.
Se trata de una operación de gran importancia para el Patrimonio Audiovisual, y muy concretamente para el valenciano. Han sido años de negociación, y finalmente se ha cerrado el acuerdo seis meses después de que acabara el Año Berlanga, lo que impidió que exposiciones (como la que acogió el MuVIM) no pudieran contar con material de ese archivo.
Preguntados por este diario, el Ministerio afirma que "una vez cerrada la adquisición, la Filmoteca Española procederá a su catalogación definitiva, preservación y, finalmente, difusión. De momento, está en curso la fase de catalogación, pero aún no se han concretado plazos". Por su parte el Institut Valencià de Cultura (IVC) declara haber sido consciente de esa negociación, que cedió al Ministerio, y esperan que la relación estrecha entre las dos filmotecas permitan colaboraciones en un futuro. El caso del IVC es especialmente importante porque de él depende el Berlanga Film Museum, por ahora el mayor archivo público accesible del mundo sobre la vida y obra del director.
Pero a última hora de la tarde, Sandra Gómez, vicealcaldesa del Ayuntamiento de València, que coordinó el aterrizaje de los Premios Goya en la ciudad, valoró la compra como una "gran noticia" y ha planteado la posibilidad de que el Archivo pudiera descansar en València: "vamos a trabajar para que el siguiente paso que se dé sea que València sea la ciudad que albergue este archivo y que Berlanga vuelva a su casa”. De esta manera, ha afirmado que se pone a disposición el Ministerio para “comenzar a valorar los espacios idóneos para convertirse en el espacio de referencia de Berlanga”. Algo que, por la respuesta del Ministerio, como mínimo ahora mismo no se plantea, aunque sea por estar en una fase demasiado temprana.
La documentación que comprende el archivo es muy variada y comprende toda la trayectoria de Berlanga. Se trata de uno de los archivos “más completos y complejos” de los recibidos por la Filmoteca Española, desde donde se considera que su conservación y futura consulta podrá arrojar mucha luz sobre la vida cultural de España en el siglo pasado y sobre una de sus figuras artísticas y culturales más relevantes.
El legado se ha organizado en varias categorías: documentación personal y familiar, obra de creación, documentación laboral, correspondencia, premios, recuerdos y objetos personales, documentación gráfica, revistas y recortes de prensa, y obra de creación ajena.
Entre la documentación personal y familiar se incluyen álbumes con fotografías familiares, cuadernos con calificaciones escolares de infancia, documentación de su paso por la División Azul o recuerdos personales, como abonos del Valencia Club de Fútbol o colecciones de tarjetas navideñas recibidas de otras figuras del cine.
Guiones originales, mecanografiados o manuscritos, con anotaciones e ideas del propio Berlanga, se encuentran entre las obras de creación. Entre otros, figuran varias versiones de los de algunas de sus películas más icónicas como Esa pareja feliz, ¡Bienvenido, Mr. Marshall! o Plácido, así como una gran cantidad de guiones de proyectos inconclusos. El archivo documenta perfectamente el enfrentamiento y los constantes choques que sufrió Berlanga con la censura franquista a través de esos escritos y permitirá conocer, de primera mano, sus consecuencias en una de las obras artísticas españolas más relevantes del siglo pasado. También hay una amplia muestra de borradores de discursos y escritos, conferencias en intervenciones en congresos, encuentros académicos y otro tipo de foros a lo largo de varias décadas.
Además de documentación profesional, el archivo guarda correspondencia con algunas figuras clave del cine español como Rafael Azcona, Juan Antonio Bardem, Basilio Martín Patino, Luis Ciges o José Luis López Vázquez. A ello se añade alrededor de un centenar de premios y galardones, así como recuerdos y objetos personales como la documentación de la ceremonia de los premios Oscar de 1962 en la que Plácido estuvo nominada como Mejor película de habla no inglesa.
La documentación gráfica ocupa también un lugar destacado en el legado del cineasta: positivos en papel, negativos y diapositivas de fotografías de temática personal, familiar y profesional, además de actos institucionales y políticos y fotografías de rodaje de muchas de sus películas.
Entre los documentos hay, además, numerosos dibujos realizados por Berlanga con una temática diversa. Algunos de ellos son eróticos y otros son, simplemente, personajes, objetos o cómics. Están realizados sobre soportes muy diversos y con técnicas variadas como el carboncillo, la acuarela o el rotulador. También se suman cuadernos con storyboards, como el de ¡Bienvenido, Mr. Marshall! o el de Calabuch, así como planos de decorados, como el de Esa pareja feliz, y dosieres gráficos de búsqueda de localizaciones.
Completan este grupo una colección de carteles de películas, tanto propias como ajenas, así como de festivales de cine, más material de promoción de sus películas. El archivo cuenta, asimismo, con recortes de prensa, periódicos y fotocopias de artículos con entrevistas e información sobre las películas de Luis García Berlanga aparecidos en distintas publicaciones.
El Archivo Berlanga pasará a enriquecer los fondos de Filmoteca Española, que, desde 2018, han incrementado sus colecciones con incorporaciones, tanto por adquisición como por donación, de especial relevancia como los de Basilio Martín Patino, Félix Murcia, Cruz Delgado o Iván Zulueta. Algunos de estos archivos forman parte del proyecto de digitalización que, con el respaldo del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y una dotación superior a los 10 millones de euros, desarrollará la institución hasta 2026.