VALÈNCIA. Mazazo a la aprobación del Plan Especial del Cabanyal (PEC). Si hace un mes el pleno municipal del Ayuntamiento de València aprobaba de forma provisional (con los votos de PSPV y Compromís) este nuevo plan urbanístico con las expectativas de verlo validado de forma definitiva antes de las elecciones, ahora esta probabilidad parece cada vez más lejana. El PEC se ha topado en una semana con dos informes desfavorables, uno de la Generalitat y otro de la Dirección General de Costa y Mar, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, que impiden su aprobación si el Consistorio no subsana varias deficiencias que señalan las dos administraciones.
El Plan estaba a la espera de que la Comisión Territorial de Urbanismo de la Generalitat le diera luz verde para entrar en vigor. En este organismo están representados miembros de todas las administraciones, desde la Generalitat y el Ayuntamiento de València hasta la Delegación del Gobierno, la Diputación de Valencia o la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP).
Sin embargo, la comisión informativa previa a su resolución final ha emitido un informe que no resulta favorable a su validación. El pasado martes, 18 de abril, el Servicio Territorial de Urbanismo de la Conselleria de Política Territorial acordó proponer la suspensión de su aprobación definitiva hasta que se resolvieran las deficiencias detectadas en varios informes en materia de "infraestructura verde y paisaje, patrimonio cultural, educación, movilidad urbana, costas, afectaciones ferroviales y telecomunicaciones". Respecto a esto último, de hecho, conviene recordar que el Gobierno central puso reparos al PEC por chocar con la Ley de Telecomunicaciones, tal como adelantó Valencia Plaza. La Comisión Territorial se reunirá la semana que viene para valorar este informe y decidir si finalmente suspende el Plan o este puede seguir adelante.
Ahora bien, la Conselleria que dirige Rebeca Torró advierte en la resolución que también mantiene la suspensión del Plan porque el Consell Jurídic Consultiu no se ha pronunciado sobre el incremento de zonas verdes que plantea el proyecto. En concreto, subraya que en el vigente Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) las zonas verdes calificadas suman una superficie total de 124.429 metros cuadrados, mientras el PEC propone ampliarlas a 192.342, lo que supone un incremento del 54%. Un porcentaje que, al ser superior al 10% (el máximo que fija la Ley de Ordenación del Territorio Urbanismo y Paisaje, LOTUP, tras su modificación de 2021), debe contar con informe preceptivo del Consell Jurídic Consultiu.
Un trámite que, aunque tratara de resolverse con cierta celeridad y se reclamara al órgano que preside Margarita Soler el dictamen pertinente, sería complicado que pudiera elaborarse antes del 28 de mayo, más aún antes de que se celebre la Comisión Territorial la próxima semana, si bien fuentes de Urbanismo aseguran que sí que habría margen y el órgano estaría advertido de la urgencia que existe para que se pronuncien sobre este tema de manera prioritaria. Junto a este, el informe de la comisión al que ha tenido acceso Valencia Plaza, también menciona fallos como que en los planos de ordenación "no se definen los elementos de la red primaria que integran la ordenación estructural" y otro tipo de errores tales como que la estación del Cabanyal, el Paseo Marítimo, Eugenia Viñes, Serrería o la Avenida dels Tarongers no sean considerados como elementos de la red primaria en el PEC.
Sin embargo, no es la única piedra en el camino que se han encontrado los gestores municipales, y en particular la Concejalía de Planificación y Gestión Urbana que dirige la vicealcaldesa Sandra Gómez, para validar uno de sus proyectos estrella. Apenas seis días después de que la Conselleria de Política Territorial emitiera esta propuesta de resolución, este mismo martes la Dirección General de Costa y Mar del Ministerio emitió otro informe desfavorable a la tramitación del Plan y que impediría, a la postre, su aprobación definitiva.
El Ministerio de Transición Ecológica señala en su informe, que es preceptivo y vinculante, que "tal como señaló en los informes emitidos en diciembre de 2019 y diciembre de 2022, la edificación de 15 plantas de altura contraviene lo regulado en el artículo 30 de la Ley de Costas". Por ello, subraya en sus conclusiones que "en tanto no sea tenido en cuenta" esta consideración, la Dirección General "no puede informar favorablemente" el Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar.
Así, tras pedir que se reformule el PEC en varias cuestiones -la mayoría de orden técnico, pero hace especial hincapié en la altura del hotel-, insta a Urbanismo a trasladarlo de nuevo al Ministerio para poder emitir su informe favorable en un plazo de un mes. Un periodo que, de nuevo, vuelve a poner en entredicho la validación del nuevo plan urbanístico, dado que aunque el Ayuntamiento de València hiciera los modificados oportunos, el Gobierno central aún podría tardar un mes en dar su visto bueno según marca la ley. Y, a continuación, la Conselleria de Territorio todavía debería aprobarlo de forma definitiva.
Cabe recordar que la Demarcación de Costas ya cuestionó el hotel anteriormente. La probabilidad de instalar un edificio -en su día se hablaba tan solo de que este fuera un hotel- de 15 alturas generó no pocas críticas desde gran parte de las entidades vecinales al considerar que tendría un impacto considerable en la imagen del barrio, marcado por edificaciones de baja altura, y también porque potenciaría la turistificación.
Pero más allá del debate sobre el modelo de barrio, Costas puso pegas a la implantación de la edificación hotelera porque su volumen contravendría la normativa de Costas, que obliga a que los volúmenes se distribuyan "de modo homogéneo atendiendo al entorno", por lo que instaba a plantear el hotel en "una disposición y altura" armónicas y "sin romper la perspectiva litoral".
La Concejalía de Urbanismo rechazó de plano la objeción de la Demarcación sin llegar a ningún acuerdo. Incluso, en la contestación a las alegaciones el equipo redactor del PEC cargó duramente contra Costas y le acusó de "una invasión competencial inadmisible" en las funciones que son atribuidas al Ayuntamiento. En el consistorio defendían que el edificio hotelero se encontraba en un extremo del barrio y en la zona más alejada del núcleo residencial. Con este último informe, ya es la tercera ocasión en la que el Ministerio se pronuncia al respecto.
El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia, Fernando Giner, afirmó este martes, tras conocer los informes, que este "nuevo golpe de la Comisión Territorial de Urbanismo al Plan Cabanyal demuestra que el equipo de gobierno aprobó el plan rápido y mal para colgarse una medalla". El edil de Ciudadanos considera que "es una absoluta vergüenza que tanto Joan Ribó como Sandra Gómez hayan jugado con el futuro de un barrio que ya ha sido suficientemente castigado por el espectro político de esta ciudad, solo para sacar pecho a las puertas de las elecciones".
"Lo avisamos por activa y por pasiva: el Plan Cabanyal no estaba listo para su aprobación provisional en el pleno del Ayuntamiento de València. Después de ocho años de promesas incumplidas, PSPV y Compromís todavía tenían muchas aristas que limar y muchos deberes por hacer. Aun así, se empeñaron en hacer un paripé en el pleno para vender cuatro titulares. Y ahora, la Comisión Territorial de Urbanismo, nos da tristemente la razón", lamentó. El cabeza de lista municipal de Ciudadanos para las elecciones del 28M considera que la gestión del PEC ha sumado un "rosario de deficiencias: el informe en contra de Costas, de la Secretaría de Telecomunicaciones del Gobierno de España, de la propia concejalía de Movilidad que dirige Giuseppe Grezzi… En definitiva, un despropósito que es un insulto para el barrio".