VALÈNCIA. Alcalde de Higueruelas, coordinador comarcal del Partido Popular en la Serranía y flamante nuevo presidente del Foro por el Impulso de Municipios de Interior, organismo promovido por la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP). Estos cargos configuran la faceta pública de Melanio Esteban.
Pese a la acumulación de cargos políticos, su perfil contradice el habitual de profesional de un puesto público. Hijo de los fundadores de un supermercado de su localidad -ubicada a unos 60 kilómetros de València- del que se hizo cargo posteriormente, a los 37 años decidió iniciar una nueva experiencia profesional como técnico de emergencias sanitarias (conductor de ambulancia). El hecho de que su mujer trabaje en un centro de salud de Llíria le animó a ese cambio.
Fue en 2007. En 2011 el por entonces alcalde, Juan José Solaz, lo reclutó para su lista. En octubre de 2013 le dio la alternativa, en un gesto que sorprendió a Melanio –nombre, por cierto, que deriva del vocablo griego ´melas´, que significa negro-, ya que "apenas llevaba yo tiempo de concejal".
Asumió la vara de mando que ha ganado, desde entonces, con mayoría absoluta. En la actualidad cuenta con cinco de los siete ediles del municipio. En la comarca que él coordina para el PP su formación ha sido la más votada en 13 de los 17 términos municipales. Toda esa dedicación política en la escala local y de la Serranía la ha compaginado con su labor de técnico de emergencias sanitarias.
"De mi municipio no he cobrado hasta 2020. Desde entonces percibo 350 euros mensuales, a los que ya he renunciado", explica este músico especialista en tuba, socio fundador de la Unión Musical de Higueruelas y miembro, desde hace 27 años, de la de Villar del Arzobispo. Además de músico esporádico de otras bandas de la comarca "cuando me necesitan, porque somos pocos los que tocamos la tuba (el mayor de los instrumentos de viento-metal)".
No obstante, la situación laboral del primer edil de este municipio de 530 habitantes ubicado en la despoblada comarca de la Serranía (alrededor de 18.000 moradores en el conjunto de menos de una veintena de poblaciones) ha variado ostensiblemente en este mandato. El presidente provincial del PP, Vicent Mompó, lo incorporó a su equipo de asesores en la Diputación de Valencia.
Y hace un par de semanas, Rocío Cortés, alcaldesa de Requena y presidenta de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), le animó a presidir el Foro por el Impulso de Municipios de Interior, cargo del que al ser preguntado sobre si está remunerado contesta que lo desconoce.
"Ni pregunté cuando me nombraron asesor lo que iba a cobrar ni sé si ahora percibiré algo. Cuando eres alcalde de un municipio pequeño estás acostumbrado a hacer de todo y a saber de todo con muy pocos recursos", apunta Melanio Esteban.
Alcalde de una población de secano del interior de Valencia bastante desconocida en la provincia, sustituye al frente del citado foro al máximo munícipe de Montanejos, localidad castellonense puntera en turismo y reconocida en toda la Comunidad Valenciana. Varía el perfil de primer edil y también el partido y la provincia a los que representa. Incluso los objetivos.
"El Foro nació para desarrollar el turismo rural, para visibilizar los problemas de nuestros municipios e intentar promover servicios. Hasta ahora se han hecho estudios, se han planteado proyectos e ideas y ahora toca dar un paso más y gestionar para mejorar", apunta como misión prioritaria.
¿Y qué problemas considera más acuciantes el alcalde de un municipio de la Valencia despoblada? "Que llegue a las ciudades o a los pueblos más importantes el transporte comarcal. O que el hospital de Llíria, que es el referente para las poblaciones de la Serranía, tenga pediatra más allá de las tres de la tarde. O que la oficina de agricultura de Chelva cuente con la plantilla que necesita. O desarrollar viviendas y rehabilitar las del centro de nuestros municipios que se quedan viejas", enumera.
Pone como ejemplo su comarca. "Los municipios a los que llegó la ampliación de la autovía se han mantenido en población, como Calles o La Llosa; en cambio, Andilla ha perdido habitantes y se ha quedado con apenas un centenar. Chelva y Tuéjar aguantan, pero Alpuente, Aras o Titaguas también descienden en censo”, repasa, para insistir en que la finalidad consiste en que "no vayan a menos. Se trata de cambiar la dinámica y que la gente crea que hay futuro".
Para ello necesitan un medio de subsistencia. Higueruelas ha alcanzado, a este respecto, "el desempleo cero", basándose en su industria, como las instalaciones de Power Electronics, su lavandería, la cantera… "Alpuente es muy ganadera, Titaguas tiene el vino, Chulilla funciona muy bien con el turismo de interior, Bugarra destaca en cítricos", repasa.
"Hace falta trabajo y servicios", insiste. A ello le suma singularidad. Como la de convertir Higueruelas en municipio base de un proyecto piloto para instalar sensores en los contenedores amarillos, los de plástico. Cada vecino que deposite envases vacíos suma puntos. Los tres que más acumulen se llevarán un premio al final de año.
"Se trata de pelear para que no vayamos a menos, sino lo contrario", apunta Melanio Esteban como base del trabajo que quiere trasladar al Foro por el Impulso de Municipios de lo Interior, que, con mayoría del PP, lo escogió presidente hace algo más de una semana en el congreso celebrado en las poblaciones castellonenses de Segorbe y Viver.
Alcalde polifacético de pueblo pequeño en riesgo de despoblación, ahora busca trasladar su experiencia vital (músico, propietario de supermercado, conductor...) y su visión de política local basada en mucha vocación y pocos recursos al conjunto de municipios de interior de la Comunidad Valenciana.