VALÈNCIA (VP/EP). El Museo Valenciano de la Ilustración y de la Modernidad (MuVIM) proyecta este viernes, 15 de diciembre, la película del director finlandés Aki Kaurismäki La chica de la fábrica de cerillas, cinta en la que se ha inspirado la artista Marta Beltrán para crear su obra La vendedora de fósforos, ganadora del III Premio de Dibujo DKV-MAKMA y que se exhibe actualmente en la Sala Alta del museo.
El largometraje, que se visionará gratuitamente a las 19 horas en el salón de actos, narra la historia de Iris (Kati Outinen), una joven solitaria que tiene un trabajo sin porvenir en una fábrica de cerillas realizando una tarea "rutinaria, mecánica y deshumanizadora", según ha explicado la institución cultural en un comunicado.
Cuando Iris llega a casa, debe soportar a su perverso padrastro (Esko Nikkari) y la falta de cariño de su madre (Elina Salo), a los que sin embargo mantiene. Por las noches, sale a bailar intentando divertirse y encontrar pareja, pero nunca tiene mucha suerte. Cuando se queda embarazada después de un ligue de una noche con un hombre que pensaba que era una prostituta, decide planear su venganza.
La película es la tercera entrega de la trilogía Del proletario, junto a Sombras en el paraíso y Ariel, un conjunto de obras en la que el cineasta finlandés ofrece una visión panorámica de las penurias, condiciones de vida y angustias existenciales de la clase obrera de su país.
La película ha inspirado a Marta Beltrán (Granada, 1977) para crear la obra ganadora del III Premio de Dibujo DKV-MAKMA que se expone en la Sala Alta del museo. La artista participará en un coloquio posterior a la proyección, junto con los miembros de la revista de artes visuales y cultura contemporánea Makma Salva Torres y José Ramón Alarcón, que reflexionarán sobre las influencias artísticas y los postulados conceptuales de la obra premiada.
En la cartelera de 1981 se pudo ver El Príncipe de la ciudad, El camino de Cutter, Fuego en el cuerpo y Ladrón. Cuatro películas en un solo año que tenían los mismos temas en común: una sociedad con el trabajo degradado tras las crisis del petróleo, policía corrupta campando por sus respetos y gente que intenta salir adelante delinquiendo que justifica sus actos con razonamientos éticos: se puede ser injusto con el injusto
