Manifestación de interinos en València. Foto: EFE/KAI FÖRSTERLINGVALÈNCIA. La Generalitat Valenciana tiene un reto difícil de cumplir en los próximos años: reducir la temporalidad en la Administración valenciana a un 8% para cumplir con la sentencia europea de marzo de 2020 que motivó la reforma del Estatuto Básico del Empleado Público y que impide que una persona interina esté más de tres años en una plaza pública. Una cifra que, con los datos sobre la mesa, parece casi una utopía que el Gobierno valenciano pueda alcanzar a pesar de que haya puesto en marcha una Oferta Pública de Empleo (OPE) de 2021 para estabilizar personal.
El último informe de fiscalización de de la Administración de valenciana de diciembre de 2022 de la Sindicatura de Comptes refleja que el número de funcionarios interinos no ha hecho más que aumentar exponencialmente año tras año: en apenas una década ha aumentado un 128,6% el número de temporales de la Generalitat.
Una cifra que evidencia el problema que tiene la Administración valenciana con su plantilla y que toma aún más trascendencia si se mira el otro lado de la balanza: durante el mismo periodo, el número de funcionarios de carrera se ha visto reducido en un 10%. Lo que en síntesis significa que el empleo temporal gana peso en la autonomía frente a la búsqueda de una plaza fija.
Las tendencias inversas, por tanto, reflejan no solo el alto porcentaje de jubilaciones que se están produciendo en los últimos ejercicios en el ámbito de la Generalitat, sino también la dificultad que está teniendo año tras año el Gobierno valenciano en sacar las plazas necesarias a oposición para cubrir todas las vacantes.
Si se comparan las estadísticas, de hecho, puede cotejarse cómo año tras año el dilema se agranda: si en 2021 el incremento de interinos fue del 4,8% y la Generalitat pasó de tener 31.050 temporales a sumar 32.527 (1.477 más), el año pasado el aumento fue todavía mayor. Al cierre del ejercicio 2022, había 35.591 interinos, lo que representa un 9,4% más respecto al último balance. Es decir, casi el doble respecto al incremento anterior y que supone un 23% del total de la plantilla.
Ahora bien, el porcentaje aumenta considerablemente si no solo se tiene en cuenta a los interinos de la Administración de la Generalitat, sino también al personal estatutario: los temporales han pasado de ser 18.607 en 2012 a sumar 41.729 diez años después, un 124% de incremento. Por su parte, el personal estatutario fijo, igual que los funcionarios de carrera, han ido decreciendo: de 27.406, al cierre de 2022 habían descendido a 17.297 personas, más de 10.000 empleados.
Así, la suma de los temporales en Sanidad, Educación y Administración de la Generalitat superó el 49% del total de la plantilla que tiene el Gobierno valenciano, ya al 22,7% que representaban los interinos se sumó el 26,6% del personal estatutario temporal.
Con los números sobre la mesa, la Sindicatura de Comptes advierte en su informe de la gravedad de la situación a la que se enfrenta la plantilla de la Generalitat, y en particular, en Sanidad. "En relación al personal estatutario de la Conselleria de Sanidad, se observa un excesivo nivel de temporalidad a 31 de diciembre de 2022 (70,7%, con un incremento de más de 30 puntos en el periodo 2021-2022)", expone tras reconocer la cantidad de plazas que el departamento ha sacado en las ofertas de empleo público de 2017 a 2022, así como las ofertadas para estabilizar a interinos con motivo del decreto de 2021 de medidas urgentes para la reducción de la temporalidad en las administraciones públicas.
"Se recomienda a la Conselleria de Sanidad agilizar la cobertura d plazas con la finalidad de reducir esta temporalidad persistente y cumplir las exigencias de la ley 20/2021, específicamente para contribuir al objetivo de situar la tasa de temporalidad estructural por debajo del 8% en el conjunto de las administraciones públicas y la fecha límite de finalización de todos los procesos de estabilización antes del 31 de diciembre de 2024. Esta temporalidad condiciona negativamente la prestación del servicio sanitario", concluye el informe.
Con todo, y a pesar de que la Generalitat ha puesto en marcha diferentes procesos de estabilización para tratar de reducir la temporalidad antes de acabar el año, lo cierto es que quedará lejos de poder hacerlo, ya que en la OPE extraordinaria de 2021 se incluyeron 3.728 plazas, sin el aval sindical, de las cuales 2.514 plazas se cubrirían mediante un concurso de méritos y otras 1.214 por oposición. En caso de que se cubrieran todas, la cifra de interinos apenas bajaría a los 32.000, por lo que el porcentaje quedará lejos del 8% que exige Europa.
Una situación que se agrava todavía más tras la renuncia del Consell a convocar una OPE extraordinaria adicional que el Gobierno central autorizó a las autonomías a convocar mediante su decreto escoba antes de que se celebraran las elecciones generales.
