El PAI de Benimaclet se reactiva: Metrovacesa se constituye como gestor urbanístico 

VALÈNCIA. Metrovacesa pisa el acelerador para reactivar el PAI de Benimaclet, una operación urbanística que prevé la construcción de 1.345 viviendas en los terrenos de este barrio de la ciudad que lindan con la Ronda Nord. Y es que hace unos días la promotora se constituyó como Agrupación de Interés Urbanístico (AIU), paso necesario para poder iniciar la urbanización de la zona, según ha podido saber València Plaza.

Metrovacesa controlaba el 40% de los terrenos por lo que ha necesitado sumar a pequeños propietarios de suelo para alcanzar el 50% que se necesita para constituir la preceptiva AIU que activará el proyecto que se asienta sobre un sector con 269.775 metros cuadrados de superficie, de los cuales se destinarán a usos públicos el 82% (equivalente a 220.217 metros cuadrados) y el 18% restante (49.478 metros cuadrados) se destinarán a uso terciario y residencial. De estos últimos, el 10% se cederá al Ayuntamiento de València.

La promotora presentó a finales del año pasado en el Ayuntamiento valenciano la documentación necesaria para su inscripción en el Registro municipal de AIU, según confirman a este diario fuentes municipales. Tan solo quedaría la adjudicación formal por parte del consistorio de la condición de urbanizador, un trámite que se producirá tras revisar la información facilitada por la promotora que es, además, la única que ha solicitado esta condición de agente urbanístico.

Con una inversión de 280 millones de euros, el conjunto de la actuación incluye un total de 1.345 nuevas viviendas, de las que 942 son libres y 403 VPP, además de varias zonas verdes y dotacionales para el beneficio de los vecinos. Y es que la promotora incluyó varias de las propuestas que se recogieron en el proceso participativo impulsado hace dos años y aprobado en el Pleno municipal. 

Entre ellas destaca la creación de un gran parque de cerca de 90.000 metros cuadrados con zonas verdes, usos deportivos como un campo de fútbol, pistas integradas, un carril corredor y un carril bici; así como las dotaciones asistenciales, culturales y educativas que el barrio reivindica desde hace años. 

Proyecto de reparcelación

No obstante, las obras no podrán iniciarse hasta que se apruebe la alternativa técnica del PAI, que incluya el nuevo planeamiento que proponen, y el proyecto cuente con el informe ambiental favorable. También está pendiente la reparcelación de la zona, esto es, un plan para que ese suelo sea apto para ser edificado. Un procedimiento necesario para la urbanización de la zona y que podrá acometerse ahora que ya hay un agente urbanizador. La previsión es que el suelo tenga carácter finalista en 2021 con el objetivo de iniciar las obras en ese mismo año. 

Sin embargo, el proyecto también tiene sus detractores. La plataforma Cuidem Benimaclet sigue su cruzada para frenar esta actuación pidiendo la desclasificación de los terrenos al entender que no es beneficiosa para el barrio por "razones ecológicas, económicas y sociales". De hecho, han presentado ya más de 2.000 firmar para frenarlo y han realizado varias manifestaciones en su contra. No obstante, desde el consistorio valenciano aseguran que cuentan con informas jurídicos que apuntan a la "inviabilidad" de esta posibilidad.

Desclasificación de suelo

Con la desclasificación del suelo de urbanizable a no urbanizable lo que pretende esta plataforma vecinal es frenar la construcción del complejo residencial, pero sí permitir la puesta en marcha de dotaciones públicas, como el colectivo propone, como un nuevo centro de salud en Benimaclet o una 'escoleta' para menores de tres años. Incluso plantean la posibilidad de proyectar una universidad para mayores o un nuevo campo para el equipo de fútbol local, el Sporting Benimaclet CF.

Hace unas semanas el profesor de Derecho de la Universitat de València, Andrés Boix, presentaba un informe técnico de la Universitat de València que proponía dos alternativas al actual PAI: que el consistorio desclasifique el suelo e indemnice a los propietarios de dichos terrenos con un montante total de 11,5 millones de euros, o bien rebajar el número de viviendas proyectadas "a coste cero" para reducir en un grado elevado el impacto sobre el paisaje y el medio ambiente que auguran los vecinos y plataformas organizadas contra este proyecto. 

Sin embargo, fuentes de la delegación de Urbanismo del Ayuntamiento de València aseguraban hace unos meses a este diario que el planteamiento de la plataforma está "absolutamente descartado" porque "existen informes jurídicos que plantean la inviabilidad" de una propuesta que, además, para las arcas municipales es inasumible por el alto costo de las indemnizaciones. Y es que, según explicaban, esos terrenos son urbanizables desde 1988 y así fue como lo compraron sus propietarios.

Asimismo, señalaban  que esa propuesta "nada tiene que ver con lo que en su día se pactó con los vecinos de Benimaclet" y hay ya ejecutadas cargas urbanísticas como la Ronda Norte, por lo que un cambio del PGOU "abriría una ventana de incertidumbre jurídica".