VALÈNCIA. Vallanca, Casas Altas y Casas Bajas (comarca de El Rincón de Ademuz), Benagéber (La Serranía) y Lloc Nou de la Corona ( Horta Sud). Se trata de cinco localidades con varias similitudes. Una de las más evidentes consiste en que ninguna supera los 200 habitantes. De hecho, todas tienen un censo de entre uno y dos centenares de moradores.
Otra circunstancia común la constituye el hecho de que un nuevo partido político, Pel Dret a Decidir del Poble Valencià, presente candidatura en las cinco. se trata de los únicos municipios de la provincia en los que esta formación neófita que aboga por una república y/o nación valenciana ha presentado candidatura.
"Consideramos que la expansión ha de partir desde los pueblos más pequeños para luego llegar a las ciudades y no al revés, que ha sido el gran error del valencianismo hasta la fecha", explica Raúl Cerdá, su presidente, una persona con raíces en Unión Valenciana, donde formó parte de una corriente que se aleja de las características más regionalistas y no independentistas con las que se recuerda el extinto partido entre sus votantes.
Y, con esos orígenes valencianistas, ¿por qué se presentan en poblaciones donde predomina el habla castellana? "En principio no íbamos a concurrir a estas elecciones. Somos un partido soberanista joven, nacido en 2019, y que buscamos un proyecto a largo plazo. No obstante, en Fallas nos reunimos y surgió esa posibilidad", señala Cerdá.
"Uno de nuestros militantes veranea en Benagéber y propuso presentarse en este municipio. En esa misma línea después salieron las iniciativas en el Rincón de Ademuz. Completamos con Lloc Nou, un término municipal muy simbólico por ser el más pequeño en superficie de la Comunidad Valenciana y estar en una comarca populosa y con tanta visibilidad como l´Horta Sud", continúa respondiendo el presidente de esta formación.
Si los partidos grandes sufren en ocasiones para completar candidaturas en municipios pequeños y han de recurrir a personas externas (o 'cuneros'), el problema se multiplica para los pequeños. "No queríamos listas fantasmas. En las cinco candidaturas tenemos alguna persona de la localidad. Por eso hemos elegido esos municipios", apunta Cerdá, que señala que "podríamos haber concentrado todos nuestros posibles candidatos en poblaciones más grandes, pero hemos optado por empezar por estos con un censo inferior, por la base".
En el juego estratégico de sumar (o, simplemente, conseguir) concejales, apostar por municipios en los que se requiere menos votos para conseguirlos, pese a que haya también un menor número de cargos en liza, puede resultar más rentable.
En estos cinco municipios se reparten otros tantos ediles en cada uno y se vota en listas abiertas en las que se puede indicar hasta cuatro nombres. De hecho, tanto en Casas Bajas como en Casas Altas, Benagéber, Vallanca o Lloc Nou existe una correlación de fuerzas de cuatro munícipes del partido en el gobierno por uno en la oposición. De los situados fuera del ejecutivo, el más 'barato' de conseguir fue el del PSPV en la última localidad citada. Le costó 27 sufragios.
"Podría ser que logremos un concejal. En cualquier caso, nuestro objetivo consiste en ir muy poco a poco, sin prisa. Se trata de un proyecto más de ilusión, sobre la base de un sueño que no creo que ninguno de quienes hemos formado Pel Dret a Decidir llegue a ver cumplido", explica Raúl Cerdà pensando en esa referencia mental de "soberanía valenciana".