De tanto máster, sociedades interpuestas patrimoniales y negociaciones presupuestarias, a veces nos impiden tener perspectiva global de los problemas.
Aunque estos días la noticia internacional por excelencia, y en nuestro entorno, es el acuerdo (por el momento) del Brexit entre la UE y UK y muchos lo trataran, me voy a dedicar en este artículo a comentar noticias más lejanas, pero con evidentes repercusiones localistas, ya saben el viejo aforismo, piensa en global pero actúa en local, y trata de los aires que soplan, o continúan soplando desde el Este.
Desde que la Hélade creció y configuró esas ya míticas Ciudades-Estado o Polis que todos conocemos, Esparta, Atenas, Corinto, Pérgamo, etc., el peligro nos acecha desde Oriente en forma de Persas, ya fueran Jerjes, Artajerjes o Darío, después vinieron otros pueblos, los Godos de Alarico, los Hunos de Atila, los Mongoles de Gengis Kan, los Otomanos de Süleyman, los Soviéticos de Stalin…., hoy en día que los enfrentamientos son más pacíficos, en un principio, el desafío entre los países o de los bloques se resuelve mediante la competencia económica. No merece la pena en este artículo (por lo largo que sería) que les describa ni justifique cuales son los principales bloques en la actualidad como son, los Estados Unidos de América, China, Europa-UE, Rusia y la India. Y de entre ellos ya les he manifestado que uno de los grandes desafíos internacionales nos lo plantea China.
Y es precisamente China la que será noticia en unos días, por la visita de Estado a España del presidente de la República Popular China, Xi Jinping, y ante el posible esnobismo de algunos, al estilo de Bienvenido, Mister Marshall, de nuestro nunca bien reconocido Luis García Berlanga, es preciso aclarar ciertos aspectos y dar diferentes puntos de vista, porque dado el interés de algunos grupos económicos españoles en aquel lejano país, por ejemplo RENFE se acaba de aliar con China Railway para competir juntas en nuevos mercados, INDRA, por ejemplo se adjudicó en octubre un contrato en China por 27 millones de euros para la gestión del espacio aéreo (ojo con la transferencia de tecnología y su doble uso), y teniendo estas empresas sus inevitables ramificaciones mediáticas, quizás recibirán todo tipo de noticias positivas y pocos análisis críticos, que los hay. Porque si no, fíjense las noticias que llegan de aquel país, en el que su viceprimer ministro de economía Liu He, ha reconocido que el crecimiento del tercer trimestre de este 2018 es el más bajo desde la crisis financiera global de 2008-09, y que existía un gran riesgo financiero que lastraba la economía China, por lo que se había limitado drásticamente las inversiones en infraestructuras y propiedades (les suena) y de hecho un informe de la Academia China de Ciencias Sociales reconocía que las Administraciones centrales habrían revocado más de 2.000 PPP, acuerdos de asociación público-privada, por una cuantía de 2,5 billones de yuanes, es decir no es todo oro lo que reluce y también tienen sus problemas, a pesar que desde 2014 al 2018 la inversión china en España aumentase un 800% totalizando 15.700 millones de dólares.
Pero en estas líneas, a raíz de esta visita, quiero comentarles uno de los ejemplos de las consecuencia de las inversiones del gigante asiático, en su papel de superpotencia colonizadora, que siempre intenta ocultar, o por lo menos disimular, que se llama Sri Lanka.
La presencia de China, República Popular, en la isla de Ceylán se produce desde hace relativamente pronto, en lo que respecta a fuertes inversiones, se inicia en 2005 con la victoria de Mahinda Rajapaksa (el que acabó con los terroristas separatistas de los Tigres Tamiles) en las elecciones presidenciales de finales de ese año, a partir del cual se inician grandes proyectos en infraestructuras, finalmente deficitarias, como el puerto y el aeropuerto Internacional, ambos en Hambantota, que entre otros motivos han generado una deuda de tal tamaño respecto a su PIB, que provocó la solicitud de ayuda al FMI en 2016 por parte de sus autoridades.
La penetración de China en esta isla/país, la resumiría (con los seguros errores de reduccionismo) en dos líneas de acción estratégica de China. Primero la económica, dentro de su expansión económica, y transformarse en el primer exportador/comerciante del mundo, China ha aplicado las teorías del Almirante Alfred T. Mahan sobre la influencia del poder del mar sobre la historia y la necesidad de contar con bases desplegadas por el mundo (o por lo menos por las zonas de su comercio), por eso creó lo que se denomina el “collar de perlas del Indico”, una serie de bases que se inician en China y se reparten por el Indico (principalmente) y cuyo por cierto puerto final (por el momento) es Valencia (gracias a COSCO-NOATUM), y que tienen en la isla de Ceylán una de sus principales bases, seguras y centrales respecto a la ruta marítima de la Seda.
Como segunda línea de acción, la presencia en Sri Lanka por parte de China, se debe a razones geopolíticas pues le permite acceder desde el sur a su gran contrapeso regional, y quien sabe si algún día mundial, que es la India; para así desarrollar todo tipo de acciones de Inteligencia, Logísticas así como Estratégico-Militares.
Pues bien, esta presencia y estas inversiones han generado inestabilidades en la isla, para empezar en diciembre del año pasado, Sri Lanka cedió el puerto antes citado llamado Magampura Mahinda Rajapaksa a China por un periodo de 99 años para hacer frente a la deuda, con la clara pérdida de soberanía del país y lo que supone una concesión estratégica de permitir a Pekín el acceso para su Armada a un puerto de aguas profundas al sur de India, y ojo que Valencia ya tuvo la visita de la Armada China el año pasado, eso sí muy sutil. También se cree que ha tenido cierta influencia en los cambios institucionales de las últimas semanas, calificados por algunos como golpistas, pues el presidente actual del país Maithripala Sirisena ha depuesto (además de cerrar el parlamento) al primer ministro Ranil Wickremesinghe, sustituyéndolo por su anterior oponente Mahinda Rajapaksa, y siendo únicamente reconocido por... exactamente; lo han intuido: China, prosiguiendo una situación de inestabilidad, manifestaciones y tumultos que ya veremos como acaba, pero que claramente supone una ventaja para China respecto a India y los USA (y su iniciativa de “Indo-Pacifico libre y abierto”), en la capacidad de influencia en este país.
Ya sólo queda recordar cómo se las gasta el gigante asiático, según información de Amnistía Internacional y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con los propios pues parece que existe un internamiento de un millón de personas, predominantemente uigures, en aquel país; y por otra parte, y de forma no tan cruel, en Hong Kong, el de "un país, dos sistemas" las libertades se van recortando, si no miren lo que ha ocurrido estos últimos días con el libro El sueño de China del chino Ma Jian que ha sido censurado en la antigua colonia inglesa, por tener su libro un contenido, parece ser satírico, respecto al presidente chino Xi Jinping, por lo que una película del estilo de Bienvenido, Mister Marshall y como superpotencia China, estaría bastante vetada en aquellas tierras.
Y para finalizar me quedo con la frase, oída estos días en las cumbres de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y Asia Oriental celebradas en Singapur, por parte del primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong: “El orden internacional se encuentra en un punto de inflexión”. Y si me permiten añadir, nos debemos de preparar todos para ese desafío.