TANTO ENTRE LO QUE ELEGIR

El peor bar de Ruzafa II

Las mejores conversaciones pasan en los peores bares.

| 01/07/2022 | 4 min, 42 seg

Hidrogenesse cantaba “No me digas que no hay nada / Más triste que lo tuyo. / Hay miles de cosas en el mundo / Que son mucho peor. / No me digas que no hay nada más triste: / Los caballitos pony, eso mucho más triste…”.  También es mucho más triste el carril bici de la Gran Vía Fernando el Católico, el pan de gasolinera, la cerveza sin alcohol desventada al sol, el calcetín mojado que se queda atrapado en la goma de la lavadora, un revuelto de un solo huevo, la ensalada 4 Estaciones de bolsa —que guarda un extraño parecido con las estaciones de la nueva línea de metro, la 10, que conecta Ruzafa con los mejores salazones de la ciudad (Nazaret)—. Un bocadillo de un único ingrediente, eso es mucho más triste. 

También es mucho más triste la barra en horarios vespertino de este bar, que para algunas personas es el peor de Ruzafa. (Para mí es el segundo peor, porque ya escribí sobre primero en este artículo. Tengo que amortizar el concepto, así que hasta que Paula Pons —la nueva superintendente de Guía Hedonista— me dé el alto, seguiré haciendo del vicio, periodismo narrativo). 

Si el segundo peor bar de Ruzafa abriera los domingos —cosa que su ficha de Google sí que dice que hace— las disciplinadas hormigas del suelo de su terraza habrían presenciado una fortuita conversación sobre mirmecología. El sueño de un guionista de First Dates que busca el chispazo de conexión más allá del “¡me encanta viajar! ¡Y a mí también!”. El algoritmo de Tinder uniendo pasiones inesperadas, como lo hace un mal bar en una buena tarde. 

“Yo tengo las básicas de la península ibérica”. Imagino hormigas que no salen del filete con patatas del menú del mediodía. Hormigas de pelo y ojos castaños casadas con el novio de la adolescencia, que beben claritas con limón y votan al centro derecha —si es que tal grupo político existe realmente en España—.


Dicen los parroquianos del número dos en el ránking de peores bares de Ruzafa, que la suciedad del mismo es persistente como los tardígrados, esos organismos extremófilos (resistentes a condiciones extremas). Los tardígrados, unos animalitos también conocidos como osos de agua, tienen unas características únicas en el reino animal: sobreviven en el vacío del espacio, soportan presiones muy altas de casi 6000 atm y pueden resistir a temperaturas que oscilan entre los -200 °C y los 150 °C. También a la deshidratación prolongada (pueden pasar hasta 10 años sin obtener agua) o a la radiación ionizante.

No veo la diferencia entre un tardígrado y un grupo de turistas haciendo cola para conseguir mesa en la terraza de X peor bar de Ruzafa, ubicado, por supuesto, en una plaza dura. 

Hace un año, en un día de delirio y presentaciones literarias, valga la redundancia, comí morro de cerdo en el segundo peor bar de Ruzafa. Explica Pablo Rodríguez Palenzuela, Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Politécnica de Madrid, que la cultura de los otros siempre nos parece bárbara, pero el morro tiene el color, el gusto adquirido y el crujiente de otras hormigas, las chicatanas, nombre que reciben las hormigas reinas de la región mixteca y desde la época prehispánica han sido un platillo muy consumido. Se pueden comer en salsas, en mole o asadas. Son las pipas de la región mixteca (Puebla, Guerrero y Oaxaca, México). 

Aparece en una página web especializada en las costumbres gastronómicas mexicanas de la época prehispánica que estos insectos pertenecen a las especies Atta mexicana y A. Cephalotes. Se recolectan durante los primeros días de la temporada de lluvia, momento en el que se reproducen. En esa época, las hormigas reinas emergen de sus nidos para ser fecundadas.


“Lo que necesitas es una hormiga reina”. “Otras siete cervezas”. “¿Me dejas el cargador del iPhone?”.  Con estas tres frases pronunciadas en este bar, de aquí a la singularidad tecnológica (circa 2045). 

Los recolectores de chicatanas se pegan buenos madrugones para recoger este bocado. Algunos, los más pacientes, optan por esperar a que las hormigas salgan por sí solas, otros arrasan con los hormigueros. Rápido y doloroso. Los hormigueros necesitan ser recubiertos para que las hormigas puedan regenerarse y su ciclo de reproducción no se vea tan afectado. Con las chicatanas como con los níscalos, hay que tener tacto y dejar el micelio para que vuelvan a brotar las setas. 

La terraza del segundo peor bar de Ruzafa se parece a las hifas, los filamentos que componen el micelio. Las hifas crecen a toda hostia, a más de un milímetro por hora. Así, pero con otra unidad de medida, crece la clientela de este local en las tardes de otoño e invierno. Pedro Zaragoza, el que fuera alcalde de Benidorm, embotelló el sol. La terraza del segundo peor bar de Ruzafa, también.

En la vida hay pocos límites, pero hay límites: tener en casa hormigas bala. Comprar tomate ya rallado para las tostadas del desayuno. Pedir bravas en el que puede que sea el segundo peor bar de Ruzafa. Quedarse una tarde de domingo estival en casa. 

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