VALÈNCIA. El periodista leonés que la consellera de Sanidad, Carmen Montón, nombró a dedo como director de Gestión Sanitaria, ha tenido poco tacto en una de sus primeras apreciaciones de lo que ocurre en la actualidad valenciana. Desde que fuera nombrado -no sin revuelo por su falta de experiencia en Sanidad- había pasado a un segundo plano donde oficialmente todavía nadie tiene claro a qué se dedica.
En Twitter, Germán Temprano, mostraba su júbilo por el inicio de la reversión del Hospital de Alzira: "¿No se habían acabado las Fallas? Toma traca. Enhorabuena. #ByebyeAlzira".
No es la primera vez que un cargo de la Conselleria de Sanidad comenta en tono de burla algún aspecto de la reversión o relacionado con el Hospital de Alzira. El subsecretario, Ricardo Campos, ya conocido por sus comentarios desafortunados, llamó tropa a la plantilla de La Ribera además de decir que calificar como "hacendaño" las prótesis utilizadas.
Todos estos comentarios se realizan en un escenario en el que cada vez existe una mayor tensión entre la Conselleria de Sanidad y la empresa, donde se incrementa el número de frentes judiciales a disputar. Desde las liquidaciones a la no prórroga o la marginación ante cualquier ayuda están provocando el reproche continúo entre administración y empresa.