El PP dice sí al cambio en financiación y no a una reforma constitucional

VALENCIA. Tras cuatro años de posiciones esquivas que culminaron con una negativa, el PP que lidera Mariano Rajoy sí se compromete en su programa electoral a revisar el actual sistema de financiación según vienen exigiendo todas las formaciones políticas -incluida la suya- de la Comunitat Valenciana y tal y como debía haberse realizado en 2014 tras caducar el anterior modelo. Bien es cierto que ha tenido toda una legislatura para preparar la reforma y, en cambio, ha preferido obviarla esgrimiendo la situación de crisis económica, la imposibilidad de incrementar los fondos para dotarlo y, en la recta final, ya abiertamente, la inconveniencia de acometer esta medida por los compromisos electorales.

Sin embargo, el 'nuevo' Rajoy llegará con un pan bajo el brazo o, al menos, así se debe entender por la etapa de crecimiento que, a su juicio, afronta la economía española y por las bondades que ello traerá a la Comunitat Valenciana según predica el PP regional. Más allá de que no existe en el citado programa electoral ninguna alusión concreta a esta autonomía -ni a ninguna en particular-, sí es cierto que en el documento se recoge un capítulo específico sobre la financiación autonómica que recoge los criterios generales reivindicados por los populares valencianos.

Así, el PP propone una reforma en la línea de un sistema que debe "garantizar una oferta básica de servicios esenciales igual para todos los ciudadanos, independientemente de su lugar de residencia y con igualdad de oportunidades en el acceso y la calidad". En este sentido, los populares subrayan que los servicios públicos "no deben estar sometidos a los vaivenes del ciclo económico". Una situación que se ha repetido en los últimos años sin que el gobierno haya puesto remedio.

En este apartado, la formación popular, además de recordar los 90.000 millones de euros fondos -préstamos- habilitados por el Gobierno central para las CCAA destinados al pago a proveedores y liquidez autonómica (FLA), se compromete a garantizar "un ritmo de crecimiento estable del gasto" en los servicios básicos, educación, sanidad y servicios sociales, "adaptado a la evolución de factores como la población de forma que éste nos e vea sometido a fluctuaciones discrecionales", otra reivindicación de los populares valencianos.

Sacralización de la Constitución

A diferencia de otras formaciones como PSOE, Ciudadanos o Podemos-Compromís, los populares se desmarcan de una posible reforma constitucional. De hecho, dedican un epígrafe titulado 'Unidad de España y Constitución: la reforma institucional' a poner en valor la Carta Magna y relacionar sus valores frente a "desafíos rupturistas". Curiosamente, en todo el programa del PP no se cita a Cataluña en ningún momento, si bien su presencia flota en diversos pasajes y este es uno de ellos.

Así, el documento popular habla de que España es hoy "una gran nación porque hemos sabido construir unidad a partir de nuestras diferencias", una palabra esta última que los socialistas en su programa prefieren evitar, hablando de "diversidad". En esta línea, a lo largo de cuatro páginas, el programa del PP se desarrolla una defensa de "la vigencia de los valores de la Constitución" que culmina en este párrafo: "La Constitución es de todos y para todos, y no vamos a aceptar que se cuestione su vigencia, sin ningún fundamento. Creemos en el respeto y la preservación de los principios, valores, y opciones fundamentales que el pueblo español quiso establecer como pilares de nuestra democracia. Y ahora toca reivindicarla más que nunca. Las reformas que España necesita deben afrontarse con lealtad institucional sin necesidad de rectificar el núcleo de las decisiones fundamentales adoptadas en el 78".

Por otro lado, el documento sí habla de una serie de reformas institucionales entre las que destaca la de la Ley Electoral, con el objetivo de que gobierne la lista más votada en el ámbito municipal.