El PPCV despierta de su sueño a los socios del Pacto del Botánico

VALENCIA. El PPCV que lidera Isabel Bonig despertó este domingo de su sueño a los socios Pacto del Botánico, PSPV, Compromís y Podemos, al consolidar el inicio de recuperación de la formación popular apenas un año después de que el socialista Ximo Puig se aupara a la Presidencia de la Generalitat. Así, la formación de la gaviota logró anoche dos diputados más en la Comunitat (pasó de 11 a 13) e incrementó en unos 80.000 votos el apoyo conseguido, pasando del 31,2% al 35,5% del respaldo y llegando a los 917.400 votos, una cifra más cercana a los registros de antaño.

Ni los casos de presunta corrupción que están en los tribunales, ni el estallido de la Operación Taula, ni la acción -o tal vez por ella- de gobierno ejercida por PSPV y Compromís en este año han servido para que los populares siguieran cayendo después del mal resultado obtenido en mayo de 2015. Al contrario, y así se respiraba este domingo en la sede del partido, el PPCV ha regresado por la vía rápida a la senda del crecimiento.

Los números no dejan lugar a la duda. A la Valenciana, pese incorporar a Esquerra Unida a la alianza con Compromís y Podemos, no ha superado su marca de nueve escaños conseguida el 20D al subir sólo un 0,25% (o perder cuatro puntos si se cuenta lo que sacó EU en la anterior cita). Además, ha bajado en número de votos (de 673.549 papeletas a 655.895) con un índice de participación muy poco inferior al de diciembre. De hecho, tal y como ha ocurrido en España, los sufragios que podía aportar EU, en este caso más de 111.000 según los resultados del 20D, no aparecieron en las urnas, ya fuera por la reticencia de ese votante o de otros simpatizantes de la confluencia.

La única buena noticia -relativa- del acuerdo para A la Valenciana se dio en la elección de senadores, donde se logró arrebatar al PSPV los dos representantes que ostentaba, si bien el PP mantiene la mayoría de nueve escaños por los tres de la confluencia. Y, además, en el caso de Compromís, pierde a su representante de Valencia Dolors Pérez en favor del podemita Ferran Martínez. Los otros dos senadores electos, Jordi Navarrete y Vicente Jiménez, corresponden a Compromís y Podemos respectivamente.

En cualquier caso, todo apunta a que en el análisis que haga Compromís habrá mar de fondo. Cabe recordar que dentro de la coalición, concretamente a cargo del Bloc, han existido discrepancias a la hora de conformar este tipo de alianzas. Lo ocurrido, a buen seguro, traerá cola. 

Tampoco fue una gran noche para los socialistas valencianos, si bien dentro de la catástrofe que anunciaban los sondeos, el resultado fue considerado un mal menor. El PSPV de Ximo Puig consiguió uno de sus objetivos que consistía en no bajar de los 531.489 votos registrados el 20D. Misión cumplida al sumar 537.983 sufragios y elevarse un punto más que hace seis meses (20,8%). Ahora bien, esto no fue suficiente para lograr su otra meta: no perder ninguno de los siete escaños alcanzados en la pasada cita con las urnas. El damnificado en favor del PP, fue el número tres del PSPV por Alicante, Herick Campos, un dirigente con estrecha relación con el núcleo duro de la cúpula de Blanquerías. 

Por otro lado, la debacle de no tener representación en el Senado se daba por cantada después de que Pedro Sánchez rechazara la posibilidad de permitir una alianza con Compromís y Podemos para la Cámara Alta.

En cualquier caso, en la calle Blanquerías -donde está la sede del PSPV- se respiró con alivio al certificarse el tropiezo de A la Valenciana y el mal resultado de Podemos en el ámbito nacional. De todas las combinaciones posibles, que Sánchez haya empeorado su resultado y tenga muy complicado formar gobierno tampoco pasa por ser dramático para el PSPV. Después de todo, más de un socialista valenciano desliza que lo mejor es que gobierne Mariano Rajoy y que el PSOE trate de recomponerse en la oposición tras haber salvado el match point de un sorpasso de Podemos que no ha llegado a producirse.

En cuanto a Ciudadanos, fue el partido que peores números tuvo en la Comunitat respecto al 20D pero pese a todo consiguió salvar los muebles. Así, la formación naranja pasó de 424.621 votos a 386.826, una caída de casi 37.800 papeletas que, sin embargo, no se tradujo en la pérdida de ningún escaño. Ahora bien, el descenso de C's fue generalizado en España, lo que le ha llevado a perder ocho diputados en el Congreso, con la diferencia de que la combinación con el PP sí le da en esta ocasión para ser fuerte en la negociación.

No obstante, el resultado en tierras valencianas de la formación naranja debe dar paso a una profunda reflexión. El PPCV ha evidenciado una recuperación que amenaza la supervivencia de C's, que ha empezado ya a ceder terreno en plazas fundamentales como la ciudad de Valencia y que tiene pendientes de resolver distintos problemas internos.

¿Y la rentabilidad de gobernar?

Una de las incógnitas que queda por despejar y que, a buen seguro, preocupa en PSPV y Compromís, además de Podemos, es el nulo margen de mejora exhibido pese a ostentar en Gobierno valenciano. En los últimos meses, se ha hablado mucho de la capacidad para rentabilizar políticamente la gestión del Ejecutivo: de hecho, la excesiva visibilidad de la vicepresidenta Mónica Oltra ha sido una de las cuestiones que ha venido preocupando al PSPV.

Sin embargo, y pese a la implicación en la campaña de Oltra en A la Valenciana y la del propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en la del PSPV, los resultados para ambas formaciones han sido poco satisfactorios. De la misma manera, el tercer socio del Pacto del Botánico, Podemos, ha sufrido un batacazo estatal y deberá hacer un profundo análisis de su manera de funcionar en la Comunitat, así como si debe intentar de formar parte o no del Consell.

Así pues, y aunque es cierto que en unas elecciones generales siempre existe una distorsión del voto que se realiza en clave nacional, los resultados del 26J pueden interpretarse como un primer toque de atención a los socios del Pacto del Botánico y, en especial, a los inquilinos del Consell, PSPV y Compromís. Enfrente, los populares valencianos de Isabel Bonig ya han comenzado a recuperar la moral.