Begoña Carrasco, Vicente Mompó, Toni Pérez, María José Catalá, Carlos Mazón, Marta Barrachina y Luis Barcala, en un encuentro. VALÈNCIA. El PPCV encara durante este mes de septiembre la recta final en la elaboración de candidaturas municipales para las elecciones de 2023. El partido ha fijado el 9 d'Octubre como límite simbólico para que estén clarificados todos los cabezas de lista. La vicesecretaría de Organización que dirige Juanfran Pérez Llorca lleva trabajando en ello desde hace tiempo en coordinación con los líderes de las tres provincias.
En este momento, según fuentes populares, quién será el cabeza de lista a la alcaldía se encuentra resuelto en casi el 90% de los municipios de la Comunitat Valenciana a falta del trámite de oficializarlo. Esto no ocurre en el 10% restante, en poblaciones en las que no le resulta sencillo encontrar la opción adecuada. Por este motivo, la formación ha recurrido a encuestas que le ayuden a escoger entre varios posibles perfiles.
Se trata de sondeos centrados, sobre todo, en el grado de conocimiento de diversas personas, en bastantes casos ya con trayectoria pública, en grandes localidades, de más de 20.000 habitantes y especialmente de la provincia de Valencia, clave para que Carlos Mazón gane la Generalitat.
Para ningún partido resulta sencillo comunicar al presidente de una agrupación local que, por mucho que haya trabajado, no va a ser el candidato a la alcaldía, o al último cabeza de lista decirle que no va a repetir. Por esa razón, el PPCV parece que ha preferido tomar la decisión sobre la base de los datos que ofrezcan las citadas encuestas, de manera que se sustente en una información más objetiva y difícil de rebatir para quien quede descartado.
En términos generales y salvo alguna contada excepción, los actuales alcaldes populares volverán a ser candidatos en mayo de 2023, pero en los municipios con varias alternativas posibles, con la formación en la oposición, resulta determinante el perfil por el que se apueste. Incluso hasta el punto de que está dispuesto a escoger a alguien con escaso peso en el partido si lo compensa con una elevada relevancia social.
Un ejemplo de dificultad para decantarse por un candidato es Gandia. El actual portavoz y presidente local, Víctor Soler, se ha postulado abiertamente dejando claro que la ciudad ducal constituye su "proyecto de vida". Pero encima de la mesa han llegado a estar otras opciones como la del exconseller de Hacienda y exdelegado del Gobierno Juan Carlos Moragues. Aun así, las fuentes consultadas no apuntan a que este último vaya a ser la apuesta final.
En esta localidad existen diversos pretendientes a encabezar la lista, un ramillete en el que también se podría incluir al secretario general, Vicent Gregori, igualmente concejal, como Soler. En esta población la dirección del PPCV quiere ir con especial tiento para evitar que el proceso de elección desemboque en una división dentro de la agrupación local y desmovilice a las bases de cara a la campaña electoral.
Paterna o Sagunt son otros de los municipios en los que a los populares les cuesta elegir candidato. En el primero ocurre lo contrario que en Gandia, ya que la presidenta local, María Villajos, está dispuesta a no optar a la alcaldía si la formación encuentra un candidato con superior tirón electoral para plantar cara al socialista Juan Antonio Sagredo, que gobierna con mayoría absoluta. En Sagunto la dirección popular quiere afrontar una profunda renovación tras caer hasta los tres representantes municipales en los últimos comicios.
En Torrent el creciente liderazgo local de la portavoz, Amparo Folgado, cuenta con el pleno respaldo del partido a nivel provincial, aunque la decisión de si será ella definitivamente la candidata a alcaldesa, cargo que ya ocupó, compete a la dirección regional. En esta última destaca la secretaría general de María José Catalá, también ex primer edil local y defensora de Arturo García cuando este compitió, en 2021, por la presidencia de la agrupación municipal del PP contra la propia Folgado.
Moncada, Burjassot, Quart de Poblet o Mislata son también municipios populosos en los que el Partido Popular carece de un candidato claro. En estas poblaciones, al igual que en Ontinyent o Requena, además de otras destacadas, el PP se enfrenta al doble reto de aspirar a la alcaldía a pesar de saber que cuenta con pocas posibilidades de lograrla y, sobre todo, al de mejorar ostensiblemente resultados.
De este último factor, de que sume más votos respecto a las pasadas elecciones de 2019, depende en gran medida que pueda aspirar a ganar la Diputación de València. Para designar los diputados provinciales se cuantifican los sufragios emitidos en las localidades de cada partido judicial.
Fuentes del PPCV señalan que, al margen de los sondeos realizados por la dirección del partido, también se han lanzado algunos desde las propias localidades, por iniciativa de sus agrupaciones, en el mismo sentido, con el fin de acertar con los candidatos más idóneos. En escasas semanas, todas las candidaturas, incluso las relativamente conflictivas, estarán cerradas.
