VALÈNCIA. "Vencer sin combatir", es una de las frases célebres e idea transversal que recorre el famoso libro El arte de la guerra de Sun Tzu. Una máxima, la de ganar evitando el conflicto, que este lunes aplicó el PSPV en la Junta de Síndics en la cual se debía decidir qué hacer con los cuatro diputados que el pasado viernes 23 de junio abandonaron Ciudadanos: Alexis Marí, David de Miguel, Domingo Rojo y Alberto García.
Desde el pasado martes, la Mesa de Les Corts tenía una tarea pendiente: determinar el trabajo parlamentario que podrían desarrollar los cuatro exparlamentarios naranjas desde que pasaron a convertirse oficialmente en no adscritos. Mientras Marí y los suyos pidieron que se les reconocieran las distintas potestades que atribuye a la figura de diputado no adscrito el Reglamento del parlamento valenciano, en Ciudadanos batallaban para limitar el margen de maniobra que éstos pudieran tener. Así, el pasado lunes no solo pedían que no pudieran formar grupo propio, sino también que no gozasen de derechos que los otros dos diputados no adscritos, Miguel Domínguez y Covadonga Peremarch, no tienen.
Se referían a cuestiones concretas como tener un representante en la Diputación Permanente, contar con un portavoz ante la Mesa y la Junta de Portavoces o poder realizar interpelaciones a los miembros del Consell. Tres requerimientos que este lunes, finalmente, la Mesa de Les Corts desestimó -no sin polémica- acogiéndose al acuerdo al que se llegó en 2008 tras convertirse Gloria Marcos en la primera diputada no adscrita.
Y es que, si bien el Reglamento de Les Corts, determina que corresponde a la Mesa de la Cámara valenciana "resolver cuantas cuestiones pudieran plantearse en relación con la situación y posibilidades de actuación de las diputadas o diputados no adscritos", también estipula que ésta debe oír previamente a la Junta de Síndics. Una cuestión, que en este caso no fue nada baladí, pues junto con un informe jurídico de los letrados de Les Corts, inclinó la balanza contra los ex de Ciudadanos en la resolución final.
Con voz pero sin voto, en dicha reunión, la portavoz adjunta de Compromís, Mireia Mollá, cuestionó que esta fue una resolución creada por el PP ad hoc para "debilitar" en ese momento el escenario político de Compromís y EU. El síndico de Podemos, Antonio Montiel, por su parte, advertía que no estaba "claro que esa resolución" pudiera "ser aplicable a este caso". No obstante, el PSOE guardó un perfil más llano en la Junta de Síndics y no llegó tan lejos. Y es que, de la guerra de Ciudadanos con sus ex, los del puño y la rosa tienen rédito a obtener. En concreto, en las comisiones parlamentarias.
A Marí y sus afines se les permitirá ubicarse en una de ellas, lo que provocará automáticamente que Ciudadanos se quede en aquellas que elijan los diputados no adscritos con un único representante en calidad de portavoz. Pero, además, debido a que el grupo parlamentario de Mari Carmen Sánchez pierde el 30% de los representantes -de 12 diputados, quedan nueve-, al aplicar la ley d'Hondt les corresponde menos representación en las comisiones permanentes, no permanentes y legislativas.
Así, de dos diputados con los que cuenta Ciudadanos en cada comisión, perderán un parlamentario en todas ellas y, salvo en aquellas que ocupen los no adscritos Marí, De Miguel, García y Rojo, será el PSOE el que sumará otro miembro en cada una de ellas.
Una coyuntura significativa, ya que los naranjas perderán la presidencia de la Mesa de la comisión de investigación de Feria Valencia -que ahora mismo ocupa la diputada Rosa García (Cs)-, la vicepresidencia de la Mesa de la comisión de investigación de Ciegsa -que ocupa Toni Woodward (Cs)- o la vicepresidencia en la de Coordinación, Organización y Regímenes de las Instituciones de la Generalitat -ocupada por Mari Carmen Sánchez-, puesto que no pueden quedarse sin ningún diputado (portavoz) que interpele a los comparecientes.
Con las múltiples aristas y complejidades que tiene la política, en esta ocasión, los socialistas han seguido unas reglas básicas de El arte de la guerra que les ha permitido salir victoriosos de esta encrucijada: observar la situación, valorar y calcular el rédito a obtener, comparar su situación actual con la que tendrían de acuerdo a un incremento de un diputado en comisiones -actualmente el tripartito suma ocho diputados (dos de Podemos, tres de Compromís y tres de PSPV) en una comisión de 15 parlamentarios. Con esto llegarían a nueve en conjunto; cuatro de ellos socialistas, es decir, tan solo uno menos que el PP- y tomar una decisión. Y es que, a veces, no tomar partido o hacerlo de forma tibia, es también hacerlo.
Respecto a la ubicación de los despachos que la Mesa asigne a Marí, de Miguel, García y Rojo, para continuar trabajando en Les Corts será una cuestión que no se resolverá hasta la próxima semana. Esto es, porque el grupo al que pertenecían anteriormente -Cs- debe ser el que ceda parte de su espacio. Así, fue este mismo lunes cuando el grupo de Ciudadanos registró otro escrito para ofrecer una salita de prensa -sin ventanas- ubicada cerca del hemiciclo y que el personal contratado únicamente utiliza en los plenos y sesiones de control.
En este sentido, los cuatro ex de Ciudadanos piden que se atienda al criterio que se siguió cuando, al inicio de la legislatura, la Mesa de Les Corts tuvo que dividir el espacio disponible en el edificio de grupos de la Cámara valenciana para dar cabida a los nuevos partidos que obtuvieron representación en el parlamento. "En aquel momento, se determinó que a cada diputado le correspondían 10 metros cuadrados", indican. Por lo que, al tener la formación naranja 130 metros cuadrados disponibles, y haber menguado a nueve diputados de los trece que eran anteriormente, les tocarían 40 metros cuadrados de despacho. Una cuestión que, no obstante, queda en manos de la Mesa de Les Corts.
Por otra parte, al no ser considerados como grupo parlamentario, sino como parlamentarios individuales, éstos podrán presentar, por ejemplo, enmiendas a los presupuestos de la Generalitat y fijar su posición en cada una de ellas. Con lo que los tiempos de intervención y la duración de los plenos, puede aumentar de manera significativa si cada uno quisiera hacerlo por cada enmienda presentada.
En este caso, será la Mesa de Les Corts la que determinará el tiempo de intervención. De la misma manera, cada uno de ellos podrá presentar preguntas orales cada cinco plenos que serían restadas a las que pueda realizar su anterior formación política, es decir, Ciudadanos. Así, si en cada pleno los naranjas pueden realizar tres preguntas orales, se vería reducidas a dos.
De momento, los cuatro parlamentarios no se darán por vencidos y están dispuestos a llegar a todas las instancias necesarias para conquistar un espacio dentro de la Cámara valenciana. No descartan desde un recurso administrativo, hasta llegar al Tribunal Superior de Justicia o al Tribunal Constitucional. Si vis pacem, para bellum. O lo que es lo mismo: Si quieres la paz, prepara la guerra.