VALÈNCIA. De acceso para camiones en superficie a túnel submarino y, ahora, exclusivo para trenes. El segundo acceso al Puerto de Valencia, reclamado por la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) desde hace más de una década, va camino de perderse en infinitas alternativas a costa de retrasar su ejecución. El Consell, a través del responsable de Política Territorial y Obras Públicas, abrió este martes el abanico de posibilidades al plantear la opción de que la entrada norte, planteada desde el principio para evitar que los camiones tengan que recorrer varios kilómetros extra, sea para trenes.
En concreto, Arcadi España, instó a la APV a tener en cuenta la "viabilidad" de la alternativa ferroviaria porque, a su juicio, todas las propuestas deben estar sustentadas "por los estudios técnicos necesarios que incluyan no solo aspectos económicos -de costes y de ingeniería- sino también los medioambientales".
De esta manera, el responsable de la Conselleria se suma a la exigencia formulada por el alcalde de València, Joan Ribó, para que la entrada norte al Puerto de València fuera ferroviaria y no solo para camiones "por cuestiones medioambientales".
La petición llega en plena elaboración de un estudio informativo sobre los posibles trazados, ninguno en superficie, del acceso norte que el Ministerio de Fomento ha encargado ya a la consultora Ineco –dependiente de Fomento– por 700.000 euros.
Aunque la APV ha defendido con contundencia la necesidad del acceso norte para evitar que los camiones que vienen por el norte tengan que recorrer decenas de kilómetros extra en un rodeo por la V-30 hasta llegar a la única entrada disponible, la petición de España ha modulado las posiciones. De hecho, preguntado al respecto, un portavoz de la APV afirmó a este periódico que en septiembre "se valorará" recoger la reciente petición del conseller de Obras Públicas.
En un encuentro reciente con la prensa, el presidente de la APV, Aurelio Martínez, recordó que el acceso sur del puerto es ya el de "mayor densidad de tráfico de toda España" y abogó por encontrar la "solución menos dañina" para huerta y la ciudad además de por mejorar la conectividad con el Puerto de Sagunto. A su juicio, los puertos de Sagunto y València necesitan una conexión entre ellos más allá de la ferroviaria que, cuando esté el túnel pasante, será "lanzadera permanente entre Sagunto y València".
Entonces, Martínez defendió que el acceso norte descongestionará la V-30, el By-pass, reducirá las emisiones de CO2 y supondrá "un ahorro de 50 euros por contenedor para el sector cerámico".
España, que en uno de sus primeros actos como conseller visitó el Puerto de València y abogó por dejarlo al margen de la polémica y los "debates estériles" por su importancia para la economía, introduce ahora en la ecuación el argumento medioambiental, más próximo al que defienden el propio alcalde de València o la consellera de Medio Ambiente, Mireia Mollà.
El movimiento del Consell resulta llamativo también a la vista del rechazo que la alternativa ferroviaria ha suscitado en un amplio sector del empresariado valenciano realizado con el puerto y la logística. En este punto, cabe además recordar que la primera vez que se anunció la posibilidad de acometer un acceso submarino fue en un acto institucional en el Palau de la Generalitat con el que Ximo Puig quiso escenificar su apoyo a la APV, aún a costa de provocar el malestar del Ayuntamiento de València.
Por otro lado, el conseller Arcadi España también ha propuesto al Ministerio de Fomento, a la APV y al Ayuntamiento de València una reunión para fijar los criterios del desarrollo del Puerto y conseguir una "mayor coordinación" en todas las actuaciones relativas a la infraestructura y su conexión con la ciudad.
El encuentro, propuesto para septiembre, tiene como objetivo "poner en marcha una mesa de diálogo permanente que aborde el equilibrio entre el respeto medioambiental y el desarrollo económico del Puerto", según ha informado la Generalitat en un comunicado.
Según Arcadi España, "es necesario consolidar un espacio de encuentro y coordinación institucional que garantice, a su vez, el diálogo entre administraciones, vecinos y colectivos, a la vez que garantice el equilibrio entre la sosteniblidad ambiental y el desarrollo económico".
Según ha subrayado la Generalitat, el Puerto de València es el "más importante del Mediterráneo y un activo fundamental para el empleo de la ciudad" y del que actualmente más de 40.000 familias viven del trabajo generado directamente en el recinto.