GANDIA. Las empresas tienen por delante el gran reto de dar el salto hacia una transición ecológica que permita competir en un entorno global en el que la sostenibilidad y la innovación se alzan como las dos palancas para construir un futuro asentado en la economía verde y socialmente responsable. Un reto para el tejido empresarial de La Safor en el que los fondos Next Generation de la Unión Europea se posicionan como la gran oportunidad para acelerar ese cambio necesario. Unas ayudas que contribuirán a reparar los daños económicos y sociales causados por la pandemia pero que, para ello, es imprescindible que lleguen al tejido empresarial.
Precisamente, el salón de coronas del Palau Ducal de Gandia, el que fue durante trescientos años la residencia de la dinastía Borja, acogió el encuentro organizado por BBVA y Valencia Plaza para arrojar luz sobre los retos planteados para la obtención de los fondos Next Generation y, así, apoyar al tejido empresarial de la Safor en ese camino hacia la recuperación. Un encuentro que abrió Olga Niclós Lázaro, directora del centro de banca de clientes de BBVA en Gandia comentando que si bien la crisis de la covid ha golpeado con fuerza a la Safor, el servicio de estudios del banco, BBVA Reserch prevé que la economía valenciana crezca en 2022 y 2023 alcanzando valores superiores al 5%.
De ahí, que Olga Niclós resaltara que los fondos Next Generation son una forma de paliar los daños ocasionados por la covid-19 pero también “de permitir una modernización de nuestras empresas para hacerlas más productivas y rentables a largo plazo, y esto a través de las digitalización y sostenibilidad cuya palanca más clara es la eficiencia energética”. Por ello, el sector financiero juega un papel muy relevante y puso al servicio de la ciudadanía las once oficinas que hay en Gandia y alrededores, con las que dar un servicio global y ayudar en esa transición: “todo el equipo que conformamos BBVA, afrontamos esta etapa con enorme ilusión y mucha fuerza, para construir juntos una Gandia más fuerte y moderna, ayudando y facilitando el camino, que sabemos no es fácil”.
El coloquio, moderado por Javier Alfonso, director de Valencia Plaza, arrancó con una pregunta clave en ese nuevo modelo: ¿cómo entra la sostenibilidad en la rentabilidad de las empresas? Al respecto, César González Venegas, especialista de sostenibilidad y financiación de BBVA para València, no dudó en destacar que la rentabilidad es uno de los aspectos que más preocupan a las empresas e incidió en que “la sostenibilidad no es una moda y hay que verla como una oportunidad pues las empresas que primero se alineen en este sentido tendrán una ventaja competitiva sobre el resto”.
Un futuro para el que hay que abordar dos grandes retos: La acción climática y la inclusión social. “Para abordar la acción climática hay que cambiar ciertos hábitos que precisan de innovación que, a su vez, requiere de inversiones”. En este sentido, explicó que las oportunidades hay que leerlas en las cuentas de resultados de las empresas pues “es lo que va a permitir saber leer las necesidades y acceder a las ayudas económicas de los fondos Next Generation” pero también hay que ver las oportunidades en las necesidades de los clientes, que “exigen a las empresas un mayor compromiso con el medioambiente”. Además, resaltó la idoneidad del momento para realizar una inversión en eficiencia energética y en economía circular, para optimizar recursos y así evitar “quedarse parado y que no haya una adaptación”. Una intervención que concluyó resaltando que la sostenibilidad es rentable y necesaria pues “es necesario apostar por la transformación y los fondos Next Generation, ya que se erigen como la gran oportunidad del cambio”.
Uno de los grandes retos de la agenda 2030 es la reducción de la huella de carbono. En este sentido, la llegada de los fondos europeos ‘Next Generation EU’ (NGEU) va a suponer un incremento de las subvenciones que se van a poner a disposición del tejido empresarial español para revertir esta situación. Un reto para el cual el alcalde de Gandia, José Manuel Prieto, señaló que en las próximas semanas se va a poner a disposición de la ciudadanía una oficina de proyectos europeos para ayudar a las empresas a optar a las ayudas europeas. “Es nuestra responsabilidad facilitar a la sociedad las ayudas de Next Generation y la multitud de oportunidades que pueden generar para las empresas de La Safor”.
En este sentido, recalcó que Gandia es un municipio turístico que triplica su población en los meses de verano por lo que también tiene multitud de retos en ese camino de la sostenibilidad. Desafíos en los que la colaboración público-privada es esencial para mirar el futuro: “Las convocatorias europeas son garantistas de entrada porque hay un fuerte sistema de valores a la hora de licitar proyectos pero la mirada a la hora de colaborar con la empresa privada debe ser distinta y conjunta”. Palabras que pronunció recordando las últimas ayudas al comercio de Gandia para su transformación digital o los planes de sostenibilidad turística de la ciudad.
De hecho, en su opinión, el gran reto de esta coyuntura es “saber responder a toda esa ingente demanda de proyectos y obra pública que necesita esta ciudad pero también debemos ser capaces de canalizar las ayudas y saber dar seguridad jurídica a las empresas para que no se escapen esas inversiones”.
En cuanto a los principales obstáculos a los que se enfrenta una empresa a la hora de realizar esa transformación hacia la sostenibilidad, Amparo Almiñana, CEO del Grupo PEISA, detalló que principalmente son tres: “el primer obstáculo es la conciencia social, si la empresa tiene una conciencia social será el primer paso para conseguir los ODS marcados por la Agenda 2030. El segundo es que la empresa vea la sostenibilidad como una inversión y no como un coste y, por último, tener en cuenta el tipo de ayudas y su viabilidad”.
Por su parte, Juan Pablo Tur, presidente de la Federación Asociaciones Empresarios de la Safor (FAES), destacó los retos y oportunidades de los fondos Next Generation e incidió que “es un marco de oportunidad estructural para cambiar los modelos energéticos de las empresas y apostar por la rentabilidad sin perjudicar al medioambiente”. Un marco en el que las empresas tienen muchos deberes que impiden invertir en el análisis de esas ayudas económicas, de ahí “la necesidad de canales como BBVA y la administración para poder canalizar esas ayudas y que lleguen a las empresas, logrando también una mejora para la sociedad”
Necesidad también destacada por César González Venegas, quien resaltó que es el momento de que autónomos y pymes apuesten por tecnologías que sean más ecológicas para reducir el impacto medioambiental. Por ello, “en BBVA apoyamos a nuestros clientes con asesoramiento y financiación en su transición hacia modelos de negocio basados en energías sostenibles. Al respecto, resaltó que BBVA no es un mero financiador sino que “acompañamos al cliente desde la fase de concienciación, identificando sus potenciales ahorros, acompañando en la planificación y ejecución de sus proyectos, apoyando en la gestión de subvenciones y, por supuesto, financiando aquella parte que no cubra la subvención”. Un proceso de acompañamiento en el que desde BBVA se trabaja para “impulsar la transición energética de nuestros clientes empresariales con el objetivo de maximizar su impacto en la descarbonización de la economía”.
Un momento “adecuado” para aprovechar la llegada de los fondos europeos Next Generation EU y hacer realidad esta transición en la que las empresas cuentan con herramientas como el Cálculo de la Huella de Carbono, utilizada ya por más de 110.000 empresas españolas clientes del banco. “BBVA se convirtió en la primera entidad financiera en el mundo en calcular la cantidad de gases de efecto invernadero que pymes y empresas españolas emiten a la atmósfera. Gracias a nuestro agregador financiero para empresas, y a través del análisis de datos, BBVA facilita este cálculo a partir de los movimientos que se producen en las cuentas agregadas de la empresa relacionados con los gastos de electricidad, gas o combustible”, comentó el experto.
Como destacaron durante el coloquio, las ayudas ya han comenzado a llegar, primero enfocadas a esa transición energética y ahora a la digitalización, por lo que urge actuar y realizar el cambio. Para ello, es fundamental analizar las características de la empresa, conocer su situación y ver en qué puede mejorar para alinearse a esos ODS. Así lo expresó la CEO del Grupo PEISA, quien también insistió en la importancia de contar con profesionales pues “el gran abanico de ayudas hace que sea fundamental acudir a expertos y asociaciones que guíen en el proceso para conocer las características de las ayudas y cómo optar a ellas”. Un asesoramiento también necesario por el cambio de normativas que hay al respecto, algo que Amparo conoce bien por la reciente creación de la Comunidad Energética Polígono Alcodar.
De hecho, en su opinión el sol es el gran valor que tiene el país y las empresas deben saber emplearlo. “Es necesario alcanzar la independencia y autonomía energética, y más con los costes tan elevados que tenemos en la actualidad pero también es fundamental para preservar la competitividad de la empresa”, destacó resaltando también el reto de la descarbonización.
Como presidente de FAES, Juan Pablo Tur no dudó en coger el guante y destacar la gran importancia que tienen las asociaciones a la hora de informar y dar a conocer los procedimientos administrativos. “Las empresas deben ir a las asociaciones para asesorarse y todos los agentes debemos alinearnos para conseguir que todas esas ayudas lleguen a las empresas, especialmente a pymes y autónomos”, detalló.
En este punto, José Manuel Prieto resaltó que desde la administración se debe propiciar ese cambio y debe desempeñar un papel activo para que las ayudas lleguen al tejido empresarial y pueda dar ese salto asesorando y explicando “la amalgama normativa que hay sino también los distintos canales de ayudas que hay”. Además, insistió en que la administracion no puede ser “un cortapisas ni un impedimento para la consecución de la financiación de los proyectos que necesitan las empresas”. Un papel activo que también pasa por agilizar los trámites pues “debemos insistir en la simplificación administrativa para agilizar los trámites y, así, resolver los problemas de las empresas, que deberían ser resueltos tan rápido como los de la administracion”.
Una transición sostenible que debe ir de la mano de empresas y administraciones pues ese liderazgo debe ser compartido por el bien de la ciudadanía. Así lo expresó José Manuel Prieto, quien destacó que “no tiene sentido que la administración trace un rumbo sin la capitalidad de la empresa y al revés pues el liderazgo debe ser compartido y en el empuje de la empresa para que la administración se ponga las pilas y funcionemos más rápido para dar solución a esos problemas”.