MADRID. Suelen quejarse de tener al legislador en contra. Leyes como las tasas judiciales o la tramitación de las multas de tráfico les ha quitado parte del pastel abocando a muchos despachos de abogado a la crisis. Sin embargo, también es cierto que el sector judicial y de la abogacía ha tardado más en evolucionar e introducir procesos de innovación que otros. Pero precisamente por ser un mundo donde muchos CEO’s siguen luciendo corbata y manteniendo el flequillo a ralla con la gomina, es más fácil descollar con propuestas novedosas que se alían a los tiempos en lugar de darles la espalda.
A veces basta incluso con remangarse, bajar del pedestal y acercar la abogacía al ciudadano. Es lo que hizo Antonio Casado Mena quien, tras abrir su segundo despacho de abogados en un centro comercial de Cartagena, vio como sus clientes multiplicaban un 300%, aunque portasen ahora un carrito de la compra en lugar de un maletín. “Es que aquí pueden venir hasta sin ducharse”, dice Antonio Casado, abogado de algo más de 30 años quien recuerda una norma que obliga a los letrados a comparecer en un juicio “con traje oscuro y corbata debajo de la toga.
Vamos, que nos dictan hasta cómo tiene que ser el color del traje”, bromea. Sin embargo, que el atuendo poco tiene que ver con marcar distancias lo ejemplifica él mismo quien mantiene abierto el estudio 12 horas al día y ofrece asistencia legal las 24h “porque es precisamente por la noche cuando se producen más delitos de robo o violencia de género”. La fusión de bufetes con distintas especialidades, “como ha pasado con los bancos”, es, en su opinión, una posible salida a la crisis.
Pero igual que se vuelve en contra, también la ley puede tornarse favorable. Tras observar durante varias semanas el tipo de personas que desfilaban por las calles de Granada, Vicente Marín Zarza se percató del elevado tránsito de extranjeros. Esto es lo que le animó a montar a pie de calle Para Inmigrantes, despacho y asesoría legal especializada en la tramitación de recursos y papeles para inmigrantes. “Lo mío no obedece a una inquietud social o a un deseo de montar una ONG. Yo lo que vi fue una oportunidad de negocio. Un medio de ayudar pero también de generar riqueza”, aclara este experto en Derecho de Extranjería. Así que enfocó el negocio a un nicho nada despreciable que supera los 5 millones de personas en nuestro país.
Además del despacho cuenta con un portal de información donde publica noticias relacionadas con la problemática y cuelga numerosos vídeos informativos en YouTube que se reproducen millones de veces. También, hace escasamente una semana que Vicente Marín empezó a utilizar la nueva herramienta de Facebook live, donde cuenta con 211.000 seguidores, que le permite interactuar en directo con los clientes vía streaming. Espera cerrar el año con más de 300 expedientes tramitados, más del 30% que el año anterior, gracias al nuevo Reglamento de Nacionalidad Española para Residentes que permite la tramitación telemática. “Ahora me llegan clientes de toda España, sobre todo de las ciudades que concentran más emigrantes. Claro que yo ya estaba preparado, por eso me está yendo muy bien”.
“Una solución de firma electrónica intuitiva y eficaz con plena validez legal” es la propuesta de Signaturit que brindan a empresas y particulares la opción de realizar firmas online de documentos y contratos con absoluta cobertura legal, aunque las partes implicadas se hallen distanciadas por miles de kilómetros.
Gracias a la tecnología biométrica en la que se apoyan, facturas, contratos o documentos similares que deban suscribirse, pueden enviarse desde cualquier cuenta de correo electrónico y desde cualquier dispositivo. Una vez revisado por el receptor, el documento puede devolverse firmado en menos de 1 minuto, sin papel, escaneo y a bajo coste. La compañía, fundada por Juan Zamorano (CEO), Salvador Severich (CMO) y Javier Martínez (CTO) tiene sede en Barcelona y Amsterdam, cuenta ya con 2.000 clientes procedentes de distintos países, la mayoría empresas.
El lema de esta startup es “mandar de vacaciones a los notarios” y la advertencia no debería tomarse en broma teniendo en cuenta el equipo que está detrás de Stampery. Uno de ellos es Luis Iván Cuende, que se hizo famoso a los 12 años con su propio sistema operativo open source y nombrado, con 16 años, el mejor hacker adolescente de Europa. Otro es Néstor Palao, emprendedor desde los 6 años y fundador de iniciativas como Parkfy. Los otros componentes son Tommaso Prennushi y Daniele Levi (CEO).
Claro que estos son los 4 iniciales porque el equipo lo integran ya 10 personas. “Somos una empresa de notarización de documentos que aprovechamos la tecnología blockchain del bitcoin”, explica Néstor Palao. Ello se traduce a la digitalización de las notarías trasladando al entorno online, de forma altamente segura, todas las tareas realizadas hasta ahora ante la presencia de un notario, salvo las que lo requieran de manera explícita.
Es decir, que ya puede uno ahorrarse los gastos del notario para que de fe del cierre de una operación de compra-venta de una vivienda, por ejemplo, porque la certificación informática de Stampery es más que válida. La empresa, con sede en Madrid y San Francisco, nació ya proyección global siendo, por el momento, la mayor parte de sus clientes de origen americano.
Pero antes de que llegase Stampery la compañía Testamenta ya había hecho posible la tramitación del testamento online de forma gratuita. De origen catalán, Testamenta surgió como el primer portal en España que ofrecía esta opción haciendo uso de las nuevas tecnologías. Asimismo, expertos en todos los campos del terreno sucesorio, tienen acuerdos suscritos con las grandes compañías aseguradoras, lo que les reporta más de un millón de clientes, y ofrecen asesoramiento sobre la posibilidad de legar a favor de cualquier ONG en caso de estar interesados.
Por otro lado, en su intención de promover la dinamización del sector legal y aprovechar el uso de las nuevas tecnologías, Testamenta organizó el año pasado el primer Legal Hackathon en Barcelona en el que 10 equipos multidisciplinares tuvieron que desarrollar en 24 horas una aplicación que diera respuesta a algún problema legal. Lawyer survivor fue la ganadora que permite al profesional saber el momento exacto del proceso en el que está y presentar prueba válida facilitando y agilizando el ejercicio de la abogacía.
“Aproximadamente el 35% de los jóvenes españoles quiere ser emprendedor. Sin embargo, en el ámbito del Derecho, son pocos los que se lanzan a crear su propio proyecto. Hasta el momento, los licenciados en derecho tenían como desarrollo profesional “natural” el realizar prácticas en un despacho de abogados y conseguir, finalmente, un puesto de renombre en el mismo. Sin embargo, en la actualidad, gracias al avance de las nuevas tecnologías y las herramientas que estas proporcionan, están surgiendo nuevos proyectos dentro del sector legal”, afirmaban desde Testamenta antes del concurso.