VALÈNCIA. Gestionar una empresa es aprovechar todos sus activos para lograr la máxima productividad, rentabilidad y beneficio. Pero gestionar una empresa también es una forma de estar en el mundo, que exige un compromiso social y un respeto absoluto a nuestro entorno natural. Conjugar estas dos visiones es posible: podemos aprovechar un recurso natural, sostenible, de impacto cero en nuestro medioambiente, que además es barato, competitivo y acorde con las recomendaciones del Panel de Expertos de la Cumbre de París. El sol es un activo en el cielo para tu empresa.
Paradójicamente, España está a la cola en aprovechamiento de la energía solar. Sorprendentemente, por detrás de países como Alemania o Italia. Y eso a pesar de que España es el décimo país por radiación solar de todo el mundo, y el segundo de la Unión Europea por detrás de Grecia. En realidad, vivimos bajo una fortuna en forma de energía, una cúpula celeste que genera en nuestra tierra 322 día al año de sol, desde Castellón hasta Murcia.
Las cuatro provincias, Castellón, Valencia, Alicante y Murcia, son territorios privilegiados para sacarle partido a las emisiones de nuestro sol. Todas estas cuatro provincias están en cabeza de los territorios más rentables para invertir en autoconsumo fotovoltaico. Murcia registra de media – según los datos de la AEMET entre 1986 hasta 2005 – una irradiación directa de 3,52 e indirecta de 1,61, lo que supone un potencial de 5,13. Alicante registra una media de 5.06; Valencia, 4,92 y Castellón de 4,76. De las más altas de la Union Europea.
De hecho, aunque las cuatro provincias están por dentro de las 20 provincias de España con medias de radiación más altas, cuando se comparan las medidas de agosto, pierden posiciones frente a provincias como Madrid, Guadalajara, incluso Zamora o Salamanca, que adelantan a Madrid.
Estos datos demuestran que las empresas de nuestra fachada mediterránea pueden tener una ventaja competitiva donde hoy sufren un lastre a su desarrollo a causa de los altos precios de la electricidad. Sí, España compite con otros países en desigualdad, porque sus precios energéticos son muy superiores. En cierta medida, se explica por la gran dependencia en gas y petróleo, pero otra parte responde a un sistema de retribución energética oscuro, poco transparente y muy concentrado en pocas manos. Producir un KWh con fotovoltaica en estas provincias esta entre 1,5 y 2 céntimos de euros neto. Un 80% más económico que la red convencional.
La alternativa, ante esta situación y con los recursos de que disponemos, es el autoconsumo fotovoltaico. Las emisiones de CO2 y otros gases contaminantes se reducen a cero, se apuesta por una fuente energética limpia y sostenible y se logran precios energéticos hasta un 80% más baratos que la ofrecida por la red convencional. La apuesta es doble, y especialmente interesante para sectores productivos muy tradicionales en estas tres provincias, especialmente los manufacturados, que son consumidores intensivos de electricidad. El bajo precio, como la capacidad de amortizar la instalación en pocos años, menos de 5, en algunos casos en sólo 3, hace que las empresas grandes y pequeñas piensen cada día más en el aprovechamiento de sus instalaciones para generar energía eléctrica. El acceso a una financiación del 100% y muy económica, que se ve favorecida por la situación específica de nuestro territorio, donde nuestra red eléctrica es muy mallada y de elevada capacidad, lo que favorece la integración de las instalaciones y su máximo aprovechamiento, posibilitando la compensación de los excedentes en caso de festivos.
Una apuesta que en este momento sí viene acompañada de cambios normativos que han logrado democratizar el acceso a un recurso que, durante muchos meses no sólo no se ayudó para que fuera aprovechado, sino que se le castigó sin visión de futuro alguna. Afortunadamente, ya no estamos en esta situación.
Estamos ante la oportunidad histórica que viene reclamando los más jóvenes de todo el mundo con sus ‘Friday por Future’, sus constantes llamamientos para que tomemos medidas concretas y efectivas, y una petición para que dejemos de hacer lo de siempre, dejemos de estar tan mal medioambientalmente y empecemos a cambiar. La capacidad de evitar emisiones de gases contaminantes a través de la aplicación de la energía fotovoltaica es incuestionable. La capacidad de ser competitivos y hacer competitivas a las empresas es indiscutible. Demos el paso, hagamos algo más que lamentarnos mirando al cielo. ¡Ahora es el momento!
Luis Navarro es gerente de Cubierta Solar