Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. "Con unas dimensiones comprendidas entre los 2.000 y los 6.000 metros cuadrados, las bases construidas durante la Copa América forman un interesante polo de atracción para radicar compañías afianzadas, nuevas delegaciones o proyectos emprendedores". Así vendía las bases de la Marina Sur (y toda las instalaciones de la dársena) un dosier confeccionado por el Consorcio Valencia 2007 en el año 2013. Con Pablo Landecho al frente, la misión era repoblar una Marina (por entonces Real) repleta de espacios levantados en la Copa América y sin actividad.
Celebrada en 2007 y 2010, la competición de vela dejó una deuda de 300 millones con el Instituto de Crédito Oficial (ICO) -que finalmente fue condonada por el Gobierno de Pedro Sánchez- y un enjambre de bases que junto a la antigua Estación Marítima y otros espacios portuarios albergan un polo tecnológico y de convenciones que ha tomado un especial protagonismo en la ciudad.
Esta semana, Valencia Plaza daba a conocer que Sesame, tecnológica valenciana ya ubicada en la Marina de València, ha solicitado la ocupación de las bases de Iberdrola, las últimas disponibles de los vestigios de la competición náutica. Lo hará tras levantar en mayo de 2021 su sede en la antigua base del Mascalzone Latin, contigua a la nueva petición de ampliación.
Fue en 2013, bajo el Gobierno de Rita Barberá, cuando se conocía la intención del empresario valenciano Juan Roig de instalarse en la dársena. Con EDEM y Lanzadera ya en marcha, decidió levantar un nuevo edificio para 1.000 personas donde se encontraban las bases del BMW-Oracle, Shosholoza y +39, en la Marina norte. Ahora, más de 10 años después, han conseguido también la adjudicación de la base del Alinghi para construir una ampliación de 7600 metros cuadrados y tres alturas. Toda una Marina Norte tecnológica que está destinada al hub emprendedor del presidente de Mercadona.
Entre los espacios libres en la zona, todavía está el varadero. Previa a la llegada de Vicent Llorens, director del Consorcio Valencia 2007 durante el Gobierno de Joan Ribó, salió a licitación para albergar un restaurante. Dos empresas se presentaron al concurso, donde disponían de una superficie de 446,12 metros cuadrados y tres alturas. Por otro lado, también está libre la parcela frente al edificio, de 975 metros cuadrados.
A pesar de que el tiempo se le echó encima a Llorens y la Abogacía del Estado y la Intervención de la Generalitat no dieron el visto bueno para cancelar el concurso sin causar perjuicios a empresas que quisieran presentarse ya que existían interesadas que estaban trabajando en los pliegos hechos públicos. Sin embargo, para Llorens, el antiguo varadero tenía usos más interesantes relacionados con la parte cultural e histórica como sede del Museo de la Mar o sede de un centro de Formación Profesional de náutica. Nada de esto se ha levantado en el espacio, que sigue disponible.
La Marina Sur, zona que a priori parecía más difícil de ocupar por el mal estado de las bases, ha conseguido también ocupar todos los espacios. Los primeros en llegar fue Innsomnia, con una aceleradora de Bankia, que finalmente derivó en otro proyectos. Para ello, ocuparon la base 2, del Team Germany. Más tarde, llegaba la concesión del Biohub, espacio promovido Ángela Pérez y Fernando Ibáñez, quien ocupó la base 5 de Equipe Areva.
Más tarde aterrizó Angels, tras pedir Sothis ocupar parte del edifico del King Marine Sothis y frenar su mudanza una vez adjudicada. Finalmente, fue el brazo inversor de Juan Roig, quien se instalaba en la base que pertenecía al equipo Emirates Team New Zealand. Solo dos bases se demolieron, la perteneciente al China Team y al Luna Rossa. Cabe recordar que este verano también abrirá sus puertas The Terminal Hub, ubicado en la antigua Estación Marítima.
Como también adelantaba este jueves Valencia Plaza, al margen de ocupar el espacio de Iberdrola, la compañía prepara una segunda fase de su expansión. Para ello, ha solicitado al Ayuntamiento de València la ocupación del Tinglado 4, justo enfrente de su actual sede. Se trata de un espacio de 11.600 metros cuadrados de superficie cuyo diseño data de 1911. Cabe recordar que, el primer proyecto propuesto en dicha ubicación fue la ampliación de Marina de Empresas, el proyecto de emprendimiento de Juan Roig. Sin embargo, decidió abandonar la ocupación del mismo por un proyecto en Atarazanas que, finalmente, se ha replanteado tras adjudicarse el Alinghi.
El proyecto en este nuevo espacio estaría planteado como centro de convenciones y con puestos de trabajo para compañías con los que paliar la falta de ubicaciones para las empresas. Por lo tanto, no sería únicamente un inmueble para el crecimiento del equipo de Sesame, sino que busca llevar a otras compañías al centro neurálgico de la Marina de València. El proyecto, en el que cabrían entre 200 y 1000 personas, está pensado para una segunda expansión.
Mientras, aunque el Tinglado 2 está abierto a la ciudadanía, durante el mandato de Sandra Gómez como concejal del área de Desarrollo Económico Sostenible se planteó un hub de emprendimiento en Industrias Creativas y Culturales de la mano de Factoría Cultural, el vivero de incubación y aceleración nacional de proyectos de emprendimiento creativos y culturales. Por lo pronto, tampoco hay uso para el Tinglado 5.
Por otro lado, también quedaría por darle actividad al edificio de los Docks, que estuvo a punto de destinarse a un data center pero que, finalmente, el equipo actual de Gobierno decidió que no era un uso adecuado. Un espacio en el que, durante años, estuvo abierta la discoteca Las Animas. Ahora, se está a la espera del nuevo uso.
