VALENCIA. Si les pregunto qué clase de dibujos realizaban con quince o dieciséis años seguramente la primera imagen que les venga a la cabeza sea la de algún garabato en la agenda del instituto o en los márgenes del workbook de Inglés. Quizá recuerden algún retrato caricaturesco de ese profesor que se las hacía pasar canutas o un trabajo más centrado en la tipografía: ‘YOLI TKM’. ‘Yolanda, te quiero mucho’, se entiende. Me temo que si eran de esos, imagino que en su mayoría, puedan sentirse un poco contrariados al comprobar que, a esa misma edad, Joaquín Sorolla realizaba sus primeras pinturas y, obviamente, poco o nada tienen que ver con las de ustedes o los de sus primeros compañeros de aula. Fue precisamente su director del instituto quien advirtió a los tíos del entonces estudiante Sorolla, sus tutores tras el fallecimiento de sus padres durante la epidemia del cólera, de que “aunque era perezoso con las matemáticas” era “muy bueno” pintando. Menudo ojo.
“A partir de 1884 Sorolla se convierte en un pintor internacional, alimentado por una serie de influencias [pero] ya aquí es un superdotado. Con dieciséis años pinta un bodegón con una maestría indiscutible. Desde una fase temprana demuestra que es un genio en potencia”, explica del director del Museo de Bellas Artes de València, Pablo González Tornel. Fue junto con Luis Alberto Pérez Velarde, conservador del Museo Sorolla y comisario de la exposición, que presentó la exposición Orígenes, una de las muestra imperdibles del Año Sorolla que recorre la producción del pintor valenciano en esos primeros años, desde la adolescencia hasta su recién estrenada veintena, cuando ganó la pensión de la Diputación de València para viajar a Roma, un viaje que cambiaría su manera de enfrentarse al lienzo y que dio forma al Sorolla que hoy conocemos. Pero antes de eso hubo una etapa formativa quizá menos conocida pero indispensable para reconstruir la trayectoria del autor, un “Sorolla antes de que existiera Joaquín Sorolla” que se moldea con grandes dosis de talento y ambición.