VALÈNCIA. El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 12 años y cinco meses de prisión al interno de la Inspección Central de Guardia del complejo policial de Zapadores que dio una paliza casi mortal a una agente de la Policía Nacional en los calabozos en abril de 2021.
El sindicato JUPOL ha mostrado su satisfacción en un comunicado por esta sentencia que condena al hombre por un delito de asesinato en grado de tentativa en concurso con un delito de atentado cualificado y un delito leve de lesiones.
Asimismo, se le ha condenado a cinco años de libertad vigilada, 600 euros de multa y una orden de alejamiento a la agente. En materia de responsabilidad civil deberá indemnizar a la policía nacional agredida con la cantidad de 101.889,05 euros, y al otro policía nacional que resultó agredido con la cantidad de 1.877 euros, más los intereses legales correspondientes.
La agente sufrió un traumatismo craneoencefálico, tres facturas mandibulares, varios hematomas en la cara y los brazos, tuvo visión borrosa durante cuatro días, cervicalgia y un cuadro de estrés agudo postraumático. Unas lesiones que le han dejado secuelas físicas y psicológicas por las que ha tenido que solicitar una adaptación de su puesto de trabajo al no poder llevarlo a cabo con normalidad, según señala el sindicato.
Este hombre fue inicialmente juzgado y condenado a siete años de prisión por lesiones graves pero no por tentativa de asesinato. La defensa de la agente --los servicios jurídicos de JUPOL ejercidos a través de Eugenio Mata de MATA Abogados-- y la fiscal Susana Gisbert recurrieron y el TSJCV anuló la sentencia y ordenó repetir el juicio con un tribunal diferente al ver ánimo de matar y la agravante de género.
Así, la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia le impuso una pena de 12 años y cinco meses de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa aunque no se ha observado la circunstancia agravante de género, pese a que lo pidieron las acusaciones.
Al respecto, el sindicado destaca que se trata de "una condena importante", pero mantiene su preocupación por el aumento exponencial de las agresiones a policías nacionales en España, que "llegaron a superar las 12.000 agresiones el año pasado, lo que demuestra el daño irreparable que se ha hecho al principio de autoridad por las penas irrisorias que en muchos casos se aplican a los agresores".
Por ello, recuerda que llevan años reclamando una reforma legislativa que "endurezcan las penas para los agresores a agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y que se establezcan las medidas y medios necesarios para evitar la desprotección de los agentes".