CASTELLÓ. El concurso de Tastia sigue adelante y cada vez está más cerca de conocerse quién se quedará con el grupo castellonense de restauración y alimentación. El pasado jueves finalizó el plazo para que las dos ofertas que se han presentado pudieran presentar mejoras en el proceso. Opción por la que solo ha optado una de ellas, la que realizó un empresario cuya solvencia ha sido cuestionada tanto por el competidor, el grupo inversor Atitlan -el primero en plantear la adquisición de Tastia-, como por la misma firma concursada e incluso sus trabajadores.
Así, el mencionado ofertante ha planteado un incremento mínimo en su propuesta, que como publicó este diario, en un principio ascendía a 8,7 millones de euros y hasta 20,9 teniendo en cuenta inversiones, indemnizaciones y otros gastos. Concretamente, ahora aumenta el concepto de aportación a la masa del concurso, que era de 600.000 euros y ahora sube a 800.000 aproximadamente.
En su misiva, dirigida al juzgado que tutela el concurso de acreedores de Tastia, la defensa del ofertante se defiende de las acusaciones contra él por no acreditar su solvencia económica y técnica. Cabe recordar que Atitlan y Tastia habían alegado contra dicha oferta tras comprobar que el particular que asegura ser "accionista control" de un conglomerado dedicado a la restauración y la alimentación, Muad Did Holding, no aparece como tal en los registros públicos, tampoco como administrador o apoderado ni en ninguna de las empresas del mencionado grupo, por lo que consideran que se trata de una suerte de testaferro.
Así, en su escrito presentado como mejora del planteamiento inicial, el ofertante tampoco aporta ningún documento que acredite los mencionados extremos, e insiste en que el grupo al que representa "lleva más de 40 años en el sector de la alimentación, tanto en la producción y distribución alimentaria como en el de la restauración" y tras años de trabajo "se ha ganado el respeto y la confianza delos mayores grupos empresariales nacionales e internacionales así como de instituciones públicas como el Ministerio de Defensa español, del que son uno de sus proveedores de referencia".
Así, denuncia que durante el proceso "ha tenido que soportar escritos de la otra oferente, ya por si o a través de la propia concursada, que lejos de procurar una mejora de su oferta en beneficio de la unidad productiva o pretender una mayor celeridad en la resolución del proceso competitivo, se centraban únicamente en vilipendiar" al empresario.
La pasada semana, como publicó Castellón Plaza, tanto Tastia como su Comité de Empresa trasladaron al juez su preocupación sobre la buena resolución del proceso concursal precisamente por la falta de garantías de la oferta de marras. Por el momento, la jueza no ha solicitado nueva documentación.
Por su parte, el grupo inversor que había pujado en un principio por el conglomerado castellonense de restauración ha rechazado presentar una mejora de su propuesta pese a que el administrador concursal había considerado su oferta como insuficiente. En sus alegaciones, Atitlan subrayaba que en su caso sí se había acreditado la solvencia técnica, financiera y humana teniendo en cuenta, por otro lado, su vinculación con la cadena de supermercados Mercadona, el principal cliente de Benfood, la rama alimentaria de Tastia más allá de Muerde la Pasta.