CASTELLÓ. Me cuesta un poco quedar con dos de los componentes de Chica Medusa porque son personas realmente atareadas, aun así conseguimos hacerlo tras un día de ensayo. Nico Vicente, guitarrista y también voz y Lucía Merino, vocalista y bajo, se meten en un coche y activan el manos libres para charlar sobre la actualidad de la banda y sus planes de futuro.
Chica Medusa facturan una especie de indie pop, pero con la personalidad del rock cargada de armonías y melodías. Al escuchar a la banda me ha venido a la mente algo del llamado tontipop pero con más enjundia. Nico y Lucía se conocían de unas fiestas de la Magdalena de hace algunos años, así que a pesar que Chica Medusa tiene poco tiempo de vida como grupo, realmente el germen, si se le puede llamar así, venía de antes.
Merino toma la iniciativa y me explica cómo conoció a Nico hace muchos años. “Yo a Nico lo conocí unas fiestas de la Magdalena- comenta-, yo había tenido un grupo con los que al final se rompió por unas cosas o por otras, se llamaban, Smooth. Nico tenía una banda que se llamaba Sfinter. Era un grupo de coña, de risa, de pasarlo bien en Magdalena. Se juntaban todas las Magdalenas y hacían dos o tres conciertos. Y se habían quedado, el chico que normalmente tocaba la guitarra, estaba de viaje, entonces no podía tocar esas Magdalenas, y David Bueno, que está en Back to the Hills, dijo: bueno, pues creo que Lucía de Smooth está disponible, la llamamos y a ver si le apetece tocar estas Magdalenas y yo toco la guitarra. Me dejó a mí tocar el bajo”
Lucía se acopló perfectamente a la dinámica de trabajo de Sfinter y enseguida ya tenían el trabajo hecho para aquellas lejanas fiestas de Magdalenas de principios de siglo con ella al bajo y la voz. “En un mes sacamos las versiones de los conciertos, conocí a la banda, a Nico, a David, y nos pusimos a tocar, nos caímos muy bien, lo pasamos genial, porque es que eran conciertos para pasarlo bien, pero ahí se quedó la cosa, acabó Magdalena, cada uno por su cuenta, y no nos hemos vuelto a ver hasta años después...”, recuerda Lucía
Ahora es Nico quien me comenta cómo llega a la idea de recuperar a Lucía para un nuevo proyecto musical todavía sin nombre, pero con ganas de hacer algo grande. “Estuve viviendo cuatro años en Colombia por trabajo”, comenta. “Por la pandemia tuve que volver y cuando volví a Castellón me enfrenté con lo que era otra vez la vida en Castellón. Esa rutina de trabajo, casa y poca diversión, entonces quise hacer algo que me apasionara, algo que me gustara mucho, y pensé otra vez en montar un grupo. Y empecé con mi primo Javi, que tenía un local con la batería, y entonces me saltó la lucecita de ¡hostia, Lucía!”, ríe.
El tiempo pasa y las personas se distancian, es ley de vida, pero cuando Nico regresó a su casa recordó a Lucía; por suerte, ella también estaba libre y además guardaba un especial recuerdo de aquellos conciertos en el 2000. A veces, a pesar de no tener un contacto directo con alguien, cuando lo vuelves a ver es como si no hubiera pasado el tiempo. “No habíamos tenido mucho contacto personal, pero Castellón es muy pequeño. Yo había estado tocando con otro grupo, también lo había dejado, había colgado el bajo, no estaba practicando tocando ni tenía ninguna banda. En el 2013 dejé el grupo. Y de repente, después de la pandemia, estaba con una amiga con las máscaras puestas tomándonos un cóctel y me llegaba un mensaje de Nico”, comenta.
En aquel mensaje de texto, Nico fue claro y directo con la propuesta. “Lucía, mira, que estoy quedando con mi primo Javi para tocar unas versiones, para pasarlo bien, y yo sé que a ti te apetece”, recuerda el mensaje, Lucía. “Y yo la verdad es que he estado en grupos en los que se respiraba tensión, todo el mundo quiere sobresalir, todo el mundo se fijaba en los fallos de los demás, y eso es lo que a mí no me gustaba de los grupos y la razón principal por las que los había dejado”.
Sin embargo esa dinámica tan perjudicial para la psique de alguien que explica Lucía, no se iba a dar en la proto idea que tenía Nico de grupo. “Y con Nico me prometió que esto era para pasarlo bien y que no iba a haber ningún tipo de presión, que no me preocupara y así fue. Yo venía aquí tranquilamente, cometía un montón de gambas (risas). No daba al principio una, pero Nico con muchísima paciencia lo pasábamos muy bien y poco a poco, pues me fui otra vez cogiendo al instrumento y la verdad es que nos lo pasamos muy bien. Es básicamente la idea del grupo, quedar para pasar muy bien entre amigos”
La primera canción que compone la banda es la que da nombre al propio grupo, Chica Medusa. “Durante un año y medio, casi dos, nos llamábamos Whan hai Fak. Cuando yo follaba (risas). Aquellos tiempos en los que follábamos y tal”, dice, Nico para que Lucía apostille, “es que como te comentábamos al principio, pues éramos un grupo de versiones, de pasarlo bien, no teníamos ninguna intención de llegar a nada”. Nico un día compuso una canción y desde ahí ya había nombre. “Dijo Nico, eh, que me he puesto con la guitarra y he compuesto un tema. Y nos lo presentó y dijimos, madre mía, pedazo de tema, qué bueno”, comenta, la vocalista.
A mí Chica Medusa me parece un gran tema. Le pregunto a su creador, de dónde sale esa historia. “Un día, yo tengo una guitarra acústica que me ha dejado un amigo, que es con la que practico en casa y yo siempre estoy trasteando, pues un día mira, me sale una melodía; luego la letra, realmente, mi vida amorosa ha sido complicada (risas)”, señala. “La letra va de una chica que yo conocí hace mucho tiempo de la que me enamoré completamente y ella también de mí, pero luego me dio puerta. Yo intentaba acercarme a ella de cualquier manera, pero ella se mostraba intocable, como una medusa, la historia va de eso. Realmente la letra tampoco tiene mucho sentido. Es como un galimatías de sentimientos, de frases, un poco medio inconexas. Las otras canciones de Chica Medusa sí que creo que tienen un hilo, una historia”
Hablando un poco de las canciones, tenemos temas como Mentalidad XS, es una canción mucho más cañera que Los hedonistas, que es mucho más tontipop, o tiene más elementos de tontipop. Ellos tienen claro que van a componer las canciones que les apetezca en cada momento, independientemente del estilo al que pertenezca. A mí me parece más potente Los Hedonistas por su adscripción a la épica más indie. “A mí siempre me ha llamado la atención como pensaba esa gente (los hedonista) y la canción surge de ahí, y a partir de las primeras frases que le escribí yo pues venía corrido, vive como si no hubiera mañana, como rompiendo los cristales, es muy indie, la grabación es súper indie”, relata, Nico. Lucía nos explica entre risas cómo les envía sus primeras ideas de canciones. “Nico nos envió grabaciones por WhatsApp de cómo componía las canciones, y es así, de repente se sienta y le salen esos estribillos, le salen esas canciones, se sienta en su apartamento con la guitarra y de repente le surgen”.
El guitarra crea esa primera estructura que ya contiene las bases de lo que después será la canción, pero a eso hay que añadirles más ingredientes por parte del resto del combo, que para eso son una banda. “De cómo empieza la canción a cómo termina es un mundo”, explica, Nico. “Yo planteo la estructura, la letra y tal, pero es que luego hay un montón de matices, hay miles de matices. Y que nuestro guitarra es un fuera de serie que aporta mogollón, por ejemplo, los principios, los finales y los intermedios. Las paradas, ¿qué hacemos? ¿Cuándo paramos? ¿Cuándo entra el solo? Ahí él aporta mucho. Lucía con el bajo también. Todo el mundo aporta”
Chica Medusa ha cambiado de guitarrista, ahora cuenta con Kike Gil, que también está tocando actualmente en un grupo que se llama Miss Black Emotion. El hedonismo y el amor articulan las canciones de Chica Medusa, algo que continuará con su próximo epé, que saldrá a finales de año. “Hay una que habla sobre mis cuatro años en Colombia”, comenta, Nico. El Ep, por cierto, no tiene nombre y está producido por Xavi Muñoz. Tengo claro que Nico volverá a volcar toda su genialidad en las letras y que volverán a versar sobre el amor y el desamor. “Me gusta escribir metafóricamente, no sé escribir normal”, dice. “Hay una canción que es un temazo que le está gustando mucho a la gente, y nosotros la tocamos en directo que se llama La Tormenta. La canta una parte Nico y la segunda la canto yo. Y es como un dúo de Pimpinela, que dos personas que se odian... a muerte”, explica.
Me interesa esa canción. Retomar el pulso a narrar una historia a dos voces me parece destacable, zarzuelesco. “La primera parte de la canción la canto yo, que estoy criticando a Lucía en este caso. Y la segunda parte la canta ella y es ella la que me tira toda la mierda encima (risas). Y luego vienen las guitarras, rollo Creep (Radiohead) que es con una distorsión brutal y con un coro muy alto”
Dejo que Lucía y Nico arranquen el coche y vuelvan a sus casas mientras tengo ya ganas de saber con qué nos van a sorprender estos castellonenses en su próximo epé.