Empanadas argentinas en La Valentina

Hay personas que pasan por el mundo de forma correcta. No destacan ni tampoco molestan. Luego hay otras que hacen del mundo un lugar más amable. Dan alegría, sin probablemente pretenderlo. Te apetece pararte a hablar con ellas. Pablo (Pablito para los amigos, me dijo el primer día que nos conocimos) es una de ellas. Hace pocos meses que se quedó el local de bajo de casa y durante muchas semanas lo vi cómo lo ponía a punto con una dedicación como quien ayuda a una novia a estar radiante el día de su boda. Limpiaba, pintaba, decoraba... esa casa de comidas para llevar que llamó La Valentina por ser la unión de los sabores de nuestra Valencia y de su Argentina. Invitó a todos los vecinos del barrio a la inauguración. Sus empanadas, su pollo asado y sus pastas me hicieron un poco más fácil la vida durante los últimos meses. 

Como a casi todos, el virus le ha trastocado el camino. Yo cada vez que bajaba al perro, miraba la reja cerrada y me acordaba de él, pero hace un par de semanas me alegré al ver el cartel y su número de teléfono junto al nombre de una de las plataformas de reparto a domicilio. Pablito había vuelto a cocinar, no tanto como antes del 15 de marzo cuando el aroma de su asado se deslizaba por mi ventana, pero sí lo suficiente para saber que aquel proyecto donde depositó sus esperanzas seguía en pie. 

Ayer le llamé y le encargué  unas cuantas empanadas. Mi preferida es la clásica, la de ternera (normal y picante), pero la de secreto ibérico, la de pollo y huevo o la de mozzarella con tomate no están pero que nada mal.  Me dijo que también está haciendo croquetas, sandwich de milanesa, hamburguesas, pizzas, lasaña y canelones.  Cuando las recogí, por un segundo, creí que habíamos vuelto a lo de entonces, a las calles llenas, las prisas, los abrazos y los bares.  

Ojalá cuando todo amaine, La Valentina siga haciendo honor a su etimología: lo mejor de Valencia y Argentina. 

Cómo pedir: Just Eat y encargos en el telf. 960 723 614 para recoger allí.