VALÈNCIA (EP). El Colegio de Enfermería de Valencia ha advertido de "la alarmante falta" de profesionales en las residencias públicas de personas mayores dependientes por "las pésimas" condiciones laborales que tienen y un aumento de la presión asistencial, según ha señalado la institución en un comunicado.
Al respecto, explican que el problema esencial es que las enfermeras de residencias carecen de la consideración de personal sanitario porque no pertenecen a la Conselleria de Sanidad sino que están adscritas a la Conselleria de Igualdad, lo que supone "peores condiciones laborales en aspectos profesionales, remuneración económica, formación, reconocimiento, desarrollo o movilidad".
De este modo, perciben un salario inferior y deben asumir nocturnidad, turnicidad, festivos y de festivos especiales con una compensación "exigua". Así, si se compara el sueldo base y complementos de una enfermera de un centro de salud con el de una enfermera de una residencia es hasta 300 euros mensuales menos para las profesionales de los centros sociosanitarios. La turnicidad supone 45 euros mensuales menos, un domingo o festivo en un turno de 8 horas son 80 euros menos, un festivo especial son 200 euros menos, por turnos de 8 horas.
Las horas trabajadas de las enfermeras de residencia tampoco se valoran igual: El ejemplo es que mientras una hora nocturna en Sanidad se contabiliza como 1,25 horas a efectos de jornada laboral anual, a las enfermeras dependientes de Igualdad les cuentan las horas de las noches igual que las horas de día. Si se tiene en cuenta que trabajan de media una noche a la semana, al final del año han trabajado 130 horas más de jornada anual que las enfermeras de Sanidad.
El Colegio apunta a que todos estos "agravios" profesionales se producen porque la Conselleria de Igualdad ofrece unas condiciones de contratación diferentes a las de Sanidad, con "menor flexibilidad y mayor burocracia" como se observa en "la dificultad" para sustituir días sueltos de asuntos propios, o ingresos familiares. "De ahí que una gran parte de las jornadas laborales se realicen con servicios mínimos, con el desgaste físico y mental que conlleva", indican. ç
De hecho, afirman que a veces tardan "varios meses, incluso un año o más en contratar a alguien" y que por la burocracia "en muchas ocasiones, los sustitutos tarden hasta tres meses en empezar a cobrar su sueldo".
Por otra parte, las enfermeras en los centros de mayores dependientes deben asumir un nivel de responsabilidad "muy superior" ya que la mayoría de los casos, por las tardes, noches y fines de semana asumen la función de máximas responsables de la residencia, no únicamente de la salud de los residentes, sino de resolver cualquier tipo de incidencia: Desde la gestión de personal, hasta evacuar la residencia en caso de necesidad. Está responsabilidad ni está reconocida ni se compensa económicamente ni de cualquier otra forma.
Por todo lo anterior, unido a "la presión asistencial" que se ha agravado por la pandemia y la carga laboral de Enfermería que "ha aumentado exponencialmente", varias profesionales de Enfermería de residencias, incluso con plaza fija, "han confesado al Colegio de Enfermería de Valencia que, de forma sistemática, se plantean abandonar su sector e irse a trabajar a Sanidad", según las mismas fuentes.