VALÈNCIA. Hablar de Enrique Castellanos -más conocido en los mercados como KiqueKas por su tuiter- es hacerlo de uno de los profesionales financieros que más saben en España de los productos derivados (futuros, opciones, warrants, turbowarrants,...), plasmados en numerosos artículos y manuales. Este economista, responsable de Formación del Instituto BME (Bolsas y Mercados Españoles), estuvo el pasado jueves por la mañana en las instalaciones de Valencia Plaza, horas antes de impartir una conferencia en la Bolsa de Valencia con motivo de una nueva edición del 'Trader Lab' de Bankinter y BME.
Se trata de un evento que busca dar a conocer los fundamentos básicos del mercado para que los inversores particulares puedan tomar posiciones en los mercados de derivados porque "no son tan superprofesionales y supercomplicados como parecen" reconocía a este diario con una sonrisa. "Cualquier inversor puede invertir en derivados como si de una acción de bolsa se tratase pero lo primero que le diría es que tienen que saber cómo funciona el producto y tener un especial cuidado con el apalancamiento. Un futuro de Telefónica es lo mismo que 100 acciones de la operadora".
Castellanos incidió varias veces durante la entrevista que "el inversor tiene que tener bien clara la posición a tomar: si tienes 10.000 euros tienes que invertir por esos 10.000 euros y si te quieres apalancar tienes que ser consciente de ello. El apalancamiento no es bueno ni malo sino el exceso". Y no le falta razón porque conviene recordar que a la hora de comprar y/o vender un futuro se deposita un porcentaje del nominal de la operación, que es la garantía, y permite la posibilidad de apalancarse. Cuando no se controla es cuando llegan los problemas... y las fuertes pérdidas.
"Una utilidad básica es, además de siempre operar con un miembro del mercado debidamente regulado, es la de saber cubrir la posición en un determinante momento porque es mucho más barato en términos de comisiones", señalaba, mientras sonreía de nuevo al recordarle como instrumentos nada más que se crearon en los primeros años de los 90 no eran pocos los que en lugar de cubrir carteras los empleaban para la especulación pura y dura. "Es un tema de cultura financiera, la gente que especula utiliza el apalancamiento pero nosotros insistimos al pequeño ahorrador que se forme antes de invertir". A su juicio la formación financiera -como en otros aspectos de la vida- "es básica y todo el mundo debería tener nociones básicas".
Sin embargo, reconoce que "se ha avanzado mucho en la inversión en derivados por parte de los particulares hasta el punto que operan más en derivados que los fondos de inversión. Diariamente hacen operaciones de entre 70 y 75 millones de euros, algo que me llama poderosamente la atención". Pero todavía mucho camino por recorrer "porque no estamos en niveles de, por ejemplo, Estados Unidos y cada vez hay más productos que los inversores deben conocer bien antes de operar con ellos".
Desde BME siguen surgiendo nuevas iniciativas para facilitar la incorporación del inversor particular al MEFF, el mercado español de derivados totalmente regulado y supervisado por la CNMV. "MEFF es un mercado donde puede acceder un pequeño inversor donde se encontrará una amplía gama de productos para poder canalizar parte de su ahorro. Con los actuales 'tipos cero' hay que arriesgar un poco pero también diversificar", pero vuelvo a insistir siempre sabiendo lo que lleva entre manos".
Algo que, desgraciadamente, no suele suceder en los que se meten por primera vez en los contratos por diferencias o CFDs. "Parece que ganar dinero es muy fácil cuando te permiten entrar con cantidades pequeñas pero luego llegan los problemas por el apalancamiento". Y tampoco le falta razón porque de hecho hasta la CNMV ha limitado su comercialización -de acuerdo con una normativa europea- fijando límites de apalancamiento a las posiciones abiertas, impidiendo el uso de incentivos a los clientes por parte de los proveedores de CFDs y establecen una advertencia estandarizada sobre el riesgo correspondiente a cada entidad. Por no hablar de las opciones binarias, que aquí el supervisor ha sido más tajante al prohibir la comercialización, distribución o venta a los inversores minoristas.
"Todo es cuestión de formación porque sin ella puedes perder todo el dinero invertido y no es cuestión, por lo que recomiendo hacer un curso serio y que nadie te venga a contar lo que vas a ganar, no, sino cómo funciona el producto y a gestionar su riesgo. Básicamente que te prepare cuando estés solo en tu casa delante de la pantalla". Y de ahí la importancia de la educación financiera -no solo en la celebración del 1 de octubre bautizado como el Día de la Educación Financiera- porque "cuanta más cultura financiera tenga la gente mejor será para el país y para el crecimiento de la economía".
Respecto al Instituto BME, Castellanos recuerda que está abierto a cualquier colectivo. "Impartimos cursos no solo a entidades financieras sino hasta la Guardia Civil y más allá de derivados también como de cumplimiento normativo e inteligencia artificial". Preguntado al respecto sobre su visión sobre las fintech, la respuesta es clara: "La tecnología ha cambiado una barbaridad y el sector financiero va a seguir cambiando". Palabra de KiqueKas.