VALÈNCIA. "Los sanitarios no pueden tener guardias de 24 horas, hay que poner más turnos" Así lo cree Carlos Fornes, presidente de la Asociación de Derecho Sanitario de la Comunitat Valenciana (ADSCV), asociación que el próximo 26 y 27 de septiembre celebra el VII Congreso de Derecho Sanitario de la Comunitat Valenciana.
Abogado especializado en Derecho Sanitario, Fornes señala la importancia de revisar el modelo de las guardias de los facultativos, además de encontrar soluciones a la saturación de la sanidad valenciana y del éxodo de profesionales. Temas que se tratarán durante esta semana en estos encuentros que, desde hace seis años, organiza la entidad y que este año tendrá lugar en València.
- ¿Cuáles serán los temas principales del próximo congreso?
- Desde hace unos años tratamos temas sociales y jurídicos vinculados con la sanidad. Volvemos a poner encima de la mesa la salud mental, que parece que lo hemos inventado ahora, pero siempre ha estado. Es verdad que la pandemia dejó al descubierto muchas cosas y una es este problema que tiene la sociedad en general y particularmente de los sanitarios. Siempre, pongo el ejemplo de que, cuando coges un avión, son 12 horas de vuelo a Argentina y, a las 6 horas, cambia la tripulación para que descansen. Sin embargo, con los sanitarios que están trabajando con la salud de las personas no se hace.
Es un tema muy preocupante, porque habrán muchos sanitarios con enfermedades diagnosticadas y tratadas y otros tantos que no la tienen y que se están metiendo en un quirófano. No es para asustar, pero es algo que está ahí. También trataremos la inteligencia artificial o las guardias médicas. Hay muchos problemas y se trata de ponerlos encima de la mesa e intentar sacar conclusiones para que intentemos paliarlo. Es la sanidad lo más importante que tenemos y no estamos cuidando a quienes nos cuidan.
Precisamente en el ámbito sanitario, como en otros colectivos de riesgo como las fuerzas y cuerpos de seguridad, el 25% del personal sufre algún problema de salud mental como consecuencia de la delicada naturaleza de su trabajo, el estrés que genera y la presión asistencial que soportan. Además, la ansiedad o depresión en el sector sanitario está infradiagnosticada por el autoestigma que tienen los propios profesionales para pedir ayuda cuando enferman.
- ¿Han empeorado las agresiones a los profesionales?
- Es algo que va ligado precisamente también con la salud mental. Hay profesionales que cogen depresiones, están con ansiedad y eso es un tema que tampoco somos capaces de atacar y va aumentando todo el número de agresiones físicas verbales. No somos capaces de ponerle solución porque es un tema que está ascendiendo, no disminuyendo.
- ¿Qué está haciendo la Conselleria de Sanidad en este caso por intentar aplacar estas agresiones?
- Medidas coercitivas. Pero hay un problema de base. Hay que atajar el tema de Atención Primaria, que es donde más se producen estas circunstancias y los servicios de Urgencias. Un médico está atendiendo cada cinco minutos y fuera tiene 80 o 90 personas. Se están implementando medidas coercitivas, de información, de una mayor seguridad. Pero partimos de otro problema, y es que sale muy barato en el Código Penal agredir a un sanitario. Nadie va a la cárcel, pero las penas de multa son de 300 o 400 euros. Las medidas están encima de la mesa, pero si no atajamos el problema de base, vamos mal.
- ¿La falta de médicos en Primaria tiene que ver con ese problema de salud mental?
- Médicos hay. El problema es que nadie quiere ir a Atención Primaria porque sabe lo que se van a encontrar. Luego tenemos otro problema, que ya el año pasado lo tratamos, y es el éxodo. Los formamos aquí y se nos van. Pero médicos hay. El otro día lo decía el secretario general del CEMS, el doctor Víctor Pedrera, y es que nadie quiere ir a un pueblo. Es un tema de atención y de recursos humanos, no solo económico. Y el problema es tanto para médicos como enfermería. Ya no es que ganen tres veces más fuera, que también, es que en Alemania las agresiones a un médico son excepcionales y no tienen a 90 personas esperando. Es el sistema en sí mismo el que está fallando.
- ¿Y cómo se modifica el sistema? ¿Qué se puede hacer para reconducirlo?
- Es muy complicado. No podemos someter a los profesionales a tener, como decía antes, a 90 o 100 personas esperando. Hace falta más sanitarios, incentivarlos y no colapsarlos. Con las guardias, no pueden estar 24 horas, salir de guardia y empalmar otra mañana. Es que eso es es inhumano. Además, es algo que fomenta la posibilidad de mayores reclamaciones, porque cuando llevas 23 horas trabajando es posible que tomes decisiones que no son las más correctas.
- ¿Cree que la jornada de 35 horas es óptima para retenerlos y para atraer a otros profesionales?
- Ese es uno de los temas que está encima de la mesa y desde los sindicatos lo van a exigir.
- ¿Cómo se puede resolver el tema de las guardias?
- Es un tema que vamos a tratar en el Congreso. No podemos estar con unas guardias de 24 horas. Aunque si el profesional no tiene que atender puede descansar dos o tres horas, hay que poner más turnos y que haya, digamos, un mínimo descanso de ocho o diez horas para que lo pueda tratar y que el usuario pueda tener una atención y, en mi caso, también he notado por el ejercicio profesional que hay un aumento de reclamaciones. Los profesionales no pueden estar 24 horas y luego encima salir y tener una jornada laboral. Eso es inhumano.
- Entonces, ¿hay un aumento de reclamaciones?
- No por ese tema concretamente, sino por el colateral de que el ejercicio de un profesional por muy bueno que sea, a la hora 18, está viendo una cosa y no tiene la cabeza para una atención correcta. No es lo mismo a las 9 de la mañana que a las 9 de la noche, que ya lleva 22 horas. Y hay un aumento, entre otros motivos, porque estamos presionando y no estamos dejando trabajar al profesional en las condiciones laborales mínimamente exigibles.
- Y en la parte de inteligencia artificial, ¿qué se intenta plantear en la mesa?
- Es un tema que va a la carrera. Tiene muchas cuestiones colaterales como que los profesionales tengan los recursos, en este caso técnicos, necesarios para una atención correcta. Es un tema que va a la carrera y en el Parlamento Europeo se ha planteado un cierto reglamento. La administración valenciana también se ha puesto objetivos para fomentar el tema de la atención en ese sistema, pero hay temas más perentorios que ese.
- ¿Qué asignaturas les falta por tocar a la Conselleria de Sanidad, por solucionar o medias por implantar?
- Dotar a los sanitarios de unas medidas mínimas y unos recursos mínimos para que puedan ejercer su trabajo en unas condiciones correctas.Eso es uno de los puntos que se han marcado ya para hacerlo ya en este cuatrimestre. El tema de la Atención Primaria está encima de la mesa. Además, hay que intentar retener a los profesionales y evitar el éxodo. Hay que atajarlo ya. Dotar a los sanitarios de recursos técnicos y humanos. Que no los formemos y se nos vayan y médicos. Pero nadie quiere ir a la Atención Primaria en las condiciones que actualmente está. Por eso se han quedado muchísimas plazas de los MIR en esta especialidad sin ejecutar.
- ¿Qué solución tiene también la situación de los MIR?
- Con los MIR se plantean todos los años el mismo problema y lo ligo con la falta de plazas para ejecutar y que se nos quieran ir todos los profesionales. En cualquier caso, creo que a nivel sanitario va a ser un otoño caliente, me da la impresión. Porque el tema de los MIR, Atención Primaria, salud mental, hay muchas medidas que ejecutar.
- ¿Cree que está el escenario para una huelga?
- La percepción que tengo es que los sanitarios están como anestesiados. Tienen problemas, exigen, pero no se movilizan. En la anterior administración hubo huelga y tuvo un éxito. Pero como ya cambió la administración, pues ahí se paralizó. Pero hay muchas medidas que no se están cumpliendo, que se prometieron al final de la otra administración. Ahora, con esta, ha pasado un plazo prudencial y ahora, digamos, están adormecidos pero yo creo que se podría reactivar si en el periodo de 6 ó 7 meses no se ponen encima de la mesa soluciones para los problemas eternos que tiene la sanidad.