entrevista al presidente de la diputación de valencia

Toni Gaspar: "El 'caso Azud' da ganas de salir corriendo, pero respeto la presunción de inocencia"

El presidente de la Diputación de Valencia afirma que con Divalterra y Vera no ha hecho "una dejación de funciones, sino una delegación”

27/06/2022 - 

VALÈNCIA. A finales de junio de 2018, Toni Gaspar (Faura, 1973) se convertía en presidente de la Diputación de Valencia en sustitución de Jorge Rodríguez, quien dimitió tras el estallido del conocido como caso Alquería. Lo que parecía una elección temporal se ha convertido en cuatro años en el cargo. A varios meses de las próximas elecciones, valora con Valencia Plaza la actualidad política, las causas judiciales, las polémicas de la corporación provincial y dónde quiere estar tras los comicios. 

-¿De qué se siente más orgulloso de su etapa al frente de la Diputación?
-Creo que lo bueno no tengo que decirlo yo, sino los diputados y alcaldes. Ahora, sí que hay datos. Hace poco se hizo una encuesta a varios alcaldes y ellos entienden que en este modelo de Diputación se sirve mejor a los ayuntamientos. Mayoritariamente dijeron que tenían más recursos, más autonomía municipal y que les gustaba la manera en la que se estaba ejerciendo el poder desde la institución. Cuando llegué aquí sabía que venía a gestionar y a hacer la diputación que mi partido me dijo que tenía que hacer. Había que cambiar eso de que el presidente fuera poco menos que el virrey de Valencia. No sin trabas he conseguido hacerlo. Porque cuesta cambiar las estructuras de algo que lleva tantos años. He intentado huir del ruido improductivo y he guardado silencio muchas más veces de las que me habría gustado. Si de algo me siento orgulloso es de haber mantenido el tipo y de no haber cambiado. Han sido cuatro años muy convulsos con una diputación que ha atravesado momentos de shock

-¿Qué le queda pendiente antes de que acabe la legislatura?
-Uf, las listas de los alcaldes son inmensas. Hay varios proyectos que se quedarán encarrilados aunque tardarán años en cuajar. Por ejemplo, la reestructuración de sedes, algo para lo que son necesarias las sinergias con Presidencia de la Generalitat. Hay que optimizar el patrimonio. También la nueva marca de la Diputación, que cambiará después de 30 años. Para ello hemos aprovechado que València es capital del diseño y en esta tarea nos ha ayudado la Asociación Valenciana de Diseñadores, que colaboró para hacer unos pliegos únicos en toda España. Quedan igualmente encarrilados los fondos de cooperación y, sobre todo, cómo dejar preparada la corporación con las auditorías operativas, de funcionamiento, de contratos, de subvenciones, etc. Los contratos menores los hemos publicado. Aquí no hay nada de hoy para mañana, las cosas necesitan tiempo y discreción. En el debate de diputaciones sí diputaciones no hay tantos hablando... 

-Precisamente su propio partido ha cuestionado las diputaciones. ¿Cree que el debate se tendría que zanjar?
-No soy partidario de zanjar debates que pueden mejorar la vida de la gente. Las instituciones no son sagradas, ninguna de ellas. Lo que sí que sé es que la gente quiere que las cosas le cuesten menos dinero y se hagan bien. Este debate tiene que estar en el Congreso, con los presidentes de las Diputaciones y con los usuarios, que son los ciudadanos. Desde luego, en la encuesta que hicimos los alcaldes dijeron que no querían que se cerraran las diputaciones. Habrá que hacerles caso. 

    

-Usted que siempre habla de la presunción de inocencia, ¿cómo valora lo sucedido con Oltra tras su imputación?
-Tengo mi opinión, pero prefiero no generar ruido. Mi posición sobre la presunción de inocencia es la de siempre, que es la que dice la Constitución y que en algún momento algunos violaron por intereses sin distinguir. Y ahora nos encontramos con que nadie sabe muy bien dónde está la línea. Yo eso lo he defendido también para los que no eran míos. Recientemente en la Diputación ha habido un investigado por violencia de género y nadie abrió la boca. Lo absolvieron después. Se ha pervertido la línea roja por puros intereses partidistas. Otra cosa son las responsabilidades políticas. 

-Precisamente Oltra mantuvo un listón muy alto, y el PSPV también. Ahora lo hace el PP. Al final es una cosa de todos. 
-Sí. Esa perversión sólo ha servido para nuestra guerra interna y para deteriorar las instituciones. 

-¿Compartía el ultimátum de Puig hacia Oltra de que dimitiera o la cesaría?
-El presidente es el que nombra y cesa. Es su ámbito de decisión y evidentemente tiene muchísima más información que yo. 

"Me llama la atención que no haya habido comunicación entre Puig y Oltra estos días porque yo estoy acostumbrado a otra cosa"

-¿Cree que las relaciones con Compromís en la Diputación se van a mantener como hasta ahora?
-Las relaciones entre los partidos son las relaciones entre las personas que representan a los partidos. Aquí en la Diputación es que las diferencias las resolvemos. A veces nos dicen que somos bichos raros. Pero yo creo que es porque la mayoría somos alcaldes y concejales. En los municipios, cuando haces fuegos de artificio improductivos, vas fuera. Estoy orgulloso de todo mi equipo de Gobierno y mi relación por ejemplo con Maria Josep Amigó es diaria. Es la primera persona con la que hablo cada día y seguramente la última. 

-¿No le sorprende justamente por eso que no haya habido comunicación entre Puig y Oltra estos días?
-Como yo estoy acostumbrado a otra cosa, me llama la atención. Maria Josep y yo no hemos compartido cosas muchas veces, pero siempre hemos intentado buscar el puente. La política la hacen las personas y, depende de dónde estén, facilitan o no las cosas. 

    

-Cuando estalló la segunda fase del caso Azud se produjo la detención de José Luis Vera, que continuó como jefe jurídico, de transparencia y de prevención de riesgos penales de Divalterra. ¿Cree que tenía que seguir ocupando estos cargos?
-Cuando estalló Azud ya había una liquidadora en Divalterra y es ella la que va tomando las decisiones. Por cierto, con mucho más poder que el Consejo de Administración. Evidentemente, y me consta, estuvo estudiando cada paso para no dar ninguno en falso que pudiera perjudicar a la liquidación de la empresa. Cuando se hablaba de todo eso, si había que despedir o no, yo tenía mi consideración particular pero me ceñí a lo que dijera ella. Y finalmente es público y notorio lo que pasó: que Vera ya no está en la Diputación. 

-Parece que usted, pese a ser presidente de la Diputación, no tenga posibilidad de decidir nada.
-Es que el buen funcionamiento de las instituciones es que cada ámbito de decisión tome las suyas. Lo que es triste y habría que denunciar es cuando una persona llega y quiere hacer lo que le pasa directamente por el arco del triunfo. Que lo que hago no es lo habitual, ya lo sé. Yo sólo puse una condición con la liquidación de Divalterra, y fue que el liquidador no fuera de Valencia sino de Madrid para que no nos pudieran decir nada. Si cuando ocurre el caso Azud yo cojo la liquidadora y le digo "quiero que se haga esto", ella me habría dicho: "Los poderes los tengo yo". Y al Consejo, que les pedí que con su patrimonio personal estuvieran ahí tomando decisiones, tampoco podía decirle lo que tenía que hacer cuando yo no respondo con mi patrimonio personal. No es una dejación de funciones, sino una delegación de funciones con toda la inestabilidad que da de que pase lo que pase voy a pagar el pato. Yo sé que soy raro y que no se me entiende. 

"Cuando estalló Azud ya había una liquidadora en Divalterra y es ella la que va tomando las decisiones sobre el despido de Vera"

-¿Qué piensa cuando lee el papel de Vera en Azud, en la que lo acusan de conseguidor de alcaldes y comisionista de la supuesta trama?
-Con Azud, como con todas las otras causas, todo eso decepciona y da ganas de salir corriendo. Aun así, el respeto a la presunción de inocencia hasta que un juez se pronuncia es importante. Hay que dejar al ámbito judicial hacer su trabajo, nuestras interferencias ahí sólo sirven para degradar las instituciones.  

-Siguiendo con el asunto de Vera, ¿qué opina de que cobrara 10.000 euros de kilometraje estando de baja en varios periodos entre 2016 y 2019?
-Ahí hay un expediente y se tiene que resolver. Pero aparte de Vera había muchas más cosas. La liquidadora de Divalterra se encontró lo que se encontró. Hasta el último momento hubo sorpresas porque aparecieron unos terrenos en Castellón y maquinaria en otro sitio. Cuando se liquidó todo nos dieron el dinero y se cerró ese capítulo. Ahora ya está en patrimonio de la Diputación. Parece una tontería pero supuso un retraso en toda la operación. 

   

-¿Cree que se encuentran suficientemente justificados los gastos destinados a la puesta en marcha de la Fundación Cical de José Manuel Orengo?
-Divalterra está cerrada. Lo de Cical está resuelto. Ahí todo el mundo hizo los informes que tocaba y se pidió devolver el dinero. Yo sólo recuerdo de Cical una cosa: por culpa de la fundación, el periodo medio de pago de la Diputación no dejaba de subir. Era un lastre. Porque como no se pagaban esas facturas por precaución, llegó a haber un retraso en las facturas de hasta 700 días. El periodo medio de pago de la Diputación nosotros lo mejoramos, pero como era la suma de los organismos autónomos y empresas, no había manera de salir de los 30 días por culpa de la factura de Divalterra. Quien ha tomado las decisiones en el Consejo de ir haciendo caso a Antifraude me parece fenomenal. 

-La renovación de contratos de Egevasa en los municipios continúa bloqueada y los trabajadores han iniciado movilizaciones. ¿Cuál es el problema?
-El problema es de hace 20 años, de cuando se hizo la elección de socio privado de Egevasa. Se hizo con unas condiciones que luego, evidentemente, no se equiparan con la ley actual. Por eso hubo que consultar al Consell Jurídic. En resumidas cuentas, Egevasa se crea, se hace socio privado con la intención de que todas las obras y todas las depuradoras de los ayuntamientos las llevara. Eso la legislación posterior dice que no puede ser porque todo tiene que salir a licitación. Una empresa que estaba dedicada a eso ahora tiene que entrar a pujas con las otras empresas y eso genera inestabilidad. 

"De Cical sólo recuerdo que fue un lastre por el retraso del periodo medio de pago de la Diputación"

-¿Qué solución han propuesto a los trabajadores? ¿Cuenta con todos los avales jurídicos?
-Para solucionarlo hace falta un reglamento de servicio que diga exactamente cómo podemos ayudar a los ayuntamientos a prestar eso, pero con respeto a la ley de contratos. Yo dije: "Todos para mí son trabajadores de la Diputación" y mi obsesión fundamental es proteger su puesto. Tenía que ir por orden. Primero Divalterra y luego Egevasa. El problema es el marco jurídico y hay un reglamento de servicio que lleva año y medio rodando por la Diputación, informando unos y otros. El secretario de la corporación ha dicho por activa y por pasiva que está en ello pero tenía que acabar Divalterra. Es normal que haya preocupación entre los trabajadores de ver qué futuro se le da a esas depuradoras. Pero no porque ellos se queden sin puestos de trabajo, sino porque se puedan ir a otra empresa. Tenemos que solucionar el reglamento si es posible en el mes de julio y después el futuro de Egevasa. Tendremos que usarla como un instrumento de la Diputación para hacer cosas. 

-Dos años y medio ha tardado Egevasa en nombrar un director gerente. ¿Han pensado que igual ya no hacía falta?
-No, lo que pasa es que no se querían repetir las viejas historias de poner de gerente a este o a aquel de dentro o de fuera. Hicimos un proceso de selección. Fuimos los únicos en hacerlo. 

   

-Pero el elegido ha resultado ser Eloy Hidalgo, un socialista que participó con usted y con Fernández Bielsa en el movimiento @una hace unos años. ¿Cuánta gente se presentó?
-Se presentaron, si no me equivoco, 18 candidatos. Y había más conocidos en el sector de empresas públicas. Pero hubo un proceso de selección. Ahora tiene que acabar con todas las alegaciones y demás para que se incorpore. 

-Usted ha hablado de una agencia metropolitana de transporte. ¿Esto cómo se articula y cómo se compatibiliza con la EMT y la agencia de la Generalitat?
-No lo sé, pero habrá que saberlo. La gente quiere un servicio mejor del que tenemos, que evidentemente es manifiestamente mejorable, y coordinado. 

-Se ha escuchado en ocasiones la posibilidad de que usted se marchara a un cargo en Madrid, o incluso a la Delegación del Gobierno o a una conselleria. Díganos, ¿está convencido de que va a acabar la legislatura como presidente de la Diputación?
-Bueno, yo no tengo la bola de cristal para nada. Evidentemente, trabajo todos los días para acabar los temas que tengo y terminar la legislatura.

-Entonces si por usted fuera sí, ¿no?
-¿Usted sabe lo que ha costado todo lo que se ha hecho? Pues vamos a acabar la gestión. Pero ojo, en todos los sitios en política se está por accidente.

-También hay gente que comenta que a usted le gustaría continuar su carrera en otro tipo de puestos. Hay quien lo llegó a situar como director del CaixaForum. ¿Qué quiere hacer Toni Gaspar en 2023? ¿Seguir al frente de la Diputación?
-Ser feliz. Y eso incluye que me guste lo que estoy haciendo. A partir de ahí, mire si hay sitios. A mí desde el minuto uno que entré aquí ya estaban quitándome y llevo cuatro años. 

"En Egevasa hubo un proceso de selección al que se presentaron 18 candidatos"

-Su amigo y compañero de partido Carlos Fernández Bielsa, que es secretario provincial, también podría ser presidente de la Diputación. ¿Han hablado de eso?
-Él es el jefe. Eso también forma parte de mi vida política. Carlos y yo tenemos un espacio de confianza en el que estamos en la misma dinámica y no somos rivales de nada. Lo hablaremos todo y seremos tan amigos. No me atrevo a hacer ningún vaticinio.  

-Bielsa ha subido enteros en el PSPV al convertirse en secretario provincial. Los últimos resultados electorales no son muy positivos para la izquierda: si el Botànic no puede gobernar, ¿cree que Bielsa está preparado para recoger el testigo de Puig?
-Que vayan tomándose las decisiones cuando tengan que tomarse y como tengan que tomarse. No me ponga a mí a hacer política ficción y más con dos personas a las que les tengo mucho aprecio, como son Carlos y el presidente Puig, quien tenemos la gran suerte de que esté ahí.

"Carlos Fernández Bielsa y yo lo hablaremos todo y seremos tan amigos"

-¿Está de acuerdo en la tesis vigente de que Puig debe coincidir las elecciones municipales con las autonómicas?
-Eso es lo que se dice siempre, pero la gente sabe distinguir perfectamente el voto. Evidentemente, tiene efectos en la campaña, pero el presidente es el que tiene que elegir la pantalla donde puede hacer las elecciones. Todo dice que puede sumar, pero la madurez de la gente hace que distinga el voto.

-La izquierda ha sufrido un importante varapalo en Andalucía. La marca PSOE está en horas bajas. ¿Percibe preocupación en los socialistas valencianos?
-Los del PSOE somos ciclotímicos. Cuando perdemos pensamos que se acaba el mundo y cuando ganamos creemos que somos los mejores. Si hubiera antibiótico contra eso lo recetábamos para toda la organización. El debate en el partido es uno y el debate en la calle es otro. Y muchas veces tienen contradicciones. Yo no pulso que la gente tenga una sensación tan mala como la que nosotros mismos nos generamos.

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