VALÈNCIA. Uber comienza a operar este martes en València. La plataforma de servicio de transporte privado con conductor (VTC) ha aterrizado en la ciudad en medio de la reflexión de la consulta pública para establecer una solución al revuelo de los taxis y regular la ratio de 1 VTC por cada 30 taxis en la Comunitat Valenciana.
Sin embargo, su director general en España, Juan Galiardo, opina que gran parte del sector del taxi estaría dispuesto a utilizar su tecnología como lo hacen los VTC y cree que los revuelos y quejas representan a una minoría.
- ¿Con cuántas VTC llegan a València?
- Nos hacemos esa misma pregunta. Nuestro objetivo, para cerrar la fase de lanzamiento a cortísimo plazo, es que hubiera unos 200 conductores activos en la plataforma. Nosotros, por nuestro modelo, no tenemos proveedores sino clientes. Desde autónomos hasta empresas pequeñas, les damos acceso a nuestro sistema, van subiendo los documentos, vamos auditando a los conductores y no sabemos muy bien qué tal va a ir este martes. En 2018 hubo casi 700.000 personas que abrieron la app de Uber en Comunitat Valenciana. Estar a la altura siempre es difícil los primeros días, pero este primer día será una sorpresa para nosotros también.
- ¿Tienen miedo de que se le pueda quedar corto al servicio de Uber el número de VTC en València?
- Sin duda. España tiene una de las regulaciones más restrictivas de Europa y se habla mucho del ratio 30-1, que por cierto se cumple. Si vas a la dirección general de Transporte de la Generalitat Valenciana a día de hoy a pedir una licencia no te la dan si el ratio se ha sobrepasado. Si miras el número de licencias por taxi y VTC por habitante, que creo que es una métrica mejor, hay pocos. En Barcelona hay 2,2 taxis más VTC por cada 1.000 habitantes, en Valencia hay como 2,7, en Madrid 3,6 mientras que en París hay 6 y en Londres hay 12.
En general sentimos que hay poca disponibilidad de VTC y en los momentos pico como fin de semana siempre tienes el miedo de que haya poca oferta. Ahora bien, nos hubiera encantado abrir en València antes y el motivo por el que no lo hemos hecho ha sido porque queríamos intentar garantizar que la disponibilidad fuese buena en el lanzamiento, que había suficiente oferta.
- ¿Han hablado con la administración?
-Queríamos garantizar que teníamos oportunidad de explicarle a la administración de primera mano cuál es nuestro modelo y creemos que podemos ser parte de la solución y no del problema, que el mercado de la movilidad está creciendo muchísimo, que hay hueco para todos y que el auténtico enemigo común tanto del taxi como de Uber como de la administración es el coche propio, ese modelo tan dependiente que genera los problemas de contaminación y de gestión. Tenemos que dar al ciudadano más alternativas y no darle menos. Es un tema complejo y queríamos poder explicarlo bien.
Hemos tenido oportunidad de vernos con grupos políticos en Les Corts, hemos tenido ocasión de vernos con gente del ayuntamiento recientemente, con el área de promoción económica y confiamos en que poco a poco podamos recuperar la confianza con el sector del taxi con el que nos encantaría trabajar y que algún día puedas abrir la aplicación de Uber y pedir no solo un VTC, sino un taxi también, y por qué no alquilar una moto, un patinete o un coche compartido.
- ¿Qué han manifestado desde la administración?
- Son reuniones privadas pero el objetivo de la reunión era sobre todo compartir de primera mano cómo funcionamos, nuestro modelo y aclarar dudas que hubiese. Lo que sí puedo decir es que el objetivo es compartido. Que el modelo actual de movilidad basado en el coche propio no da más de sí es una idea en la que estamos totalmente de acuerdo y es difícil que realmente puedan solucionar solos un tema tan complejo.
- ¿Ha pasado factura los inicios de Uber en España?
- La forma en la que entramos en España ha hecho que esa conversación sea más difícil. Obviamente, no fue la forma adecuada de entrar, las prisas no son buenas, y en temas tan complejos no hay atajos. El cambio de actitud por nuestra parte ha sido muy bien recibido y confiamos en que, con tiempo, permitirá crear un espacio de diálogo. El hecho de que se haga una consulta previa es buena, en cualquier momento. Si algo echamos de menos fue ese diálogo con el Ministerio de Fomento y que si se tiene que regular sobre el taxi y el VTC es importante que se hable. Yo soy optimista y si continuamos haciendo las cosas bien espero que podamos llegar a un entendimiento.
- La Generalitat Valenciana abrirá en breve una consulta pública para regular la normativa para volver a establecer la ratio de taxi y VTC. ¿Van a presentar propuestas?
- Sí, porque formamos parte del sector y del ecosistema. En Madrid ya han hecho una consulta previa similar y presentamos nuestra postura, que fue la que ya hemos adelantado en multitud de ocasiones y que coincide con la visión de las autoridades de competencia que vienen a decir que, si taxi y VTC hacen servicios similares, la regulación debe ser similar.
La cuestión es si queremos restringir las VTC y prohibirlas o queremos repensar la regulación del taxi que es de 1987 y que imagino que tenía sentido en ese momento, en un contexto económico, social y tecnológico distinto, pero que puede que en 2019, 32 años después, ya no tenga tanto sentido. Creemos que la solución pasa por darle más herramientas al taxi para competir y mirar adelante y lo que vemos es que si efectivamente la regulación del taxi cambiase sería más sencillo para nosotros poder trabajar con ellos. La mayoría del sector del taxi opina lo mismo, pero la voz de la mayoría se ve eclipsada por los radicales que ha creado una imagen de blanco o negro.
- ¿Desde Uber se han planteado propuestas al sector del taxi?
- Llevamos un tiempo hablando con el sector del taxi, con asociaciones, con todo tipo de empresas del sector y la verdad es que, lo que nos hemos dado cuenta, es de que hay una minoría muy radical, a veces incluso violenta, que tiene esa visión de que es juego de suma cero, de que es el uno o el otro, pero que esa visión no representa a la mayoría de taxistas. Que la mayoría de taxistas lo que quiere es dar un buen servicio a los clientes y poder trabajar sin tanto conflicto.
Yo creo que la mayoría de taxistas están tan cansados como todos de este inagotable conflicto y que si tienen sobre la mesa una propuesta económica buena para ellos y de si nuestro servicio y nuestra tecnología, que es de lo que va todo esto, les puede ayudar a trabajar mejor. ¿Por qué no lo van a hacer igual si ya trabajan con radio emisoras o con apps?. A menudo esta minoría violenta no trabaja con nada y es la que quiere mirar más hacia atrás y menos hacia delante.
Cuando hemos tenido ocasión de enseñarles de primera mano cómo funciona la aplicación de Uber a muchos taxistas el feedback ha sido muy bueno. Por ejemplo, desde el lado del pasajero yo juego un partido de fútbol con un compañero de trabajo y podemos poner mi dirección y su dirección para pasar a por él con un precio cerrado con los dos destinos. Le puedo compartir en tiempo real el trayecto para que vaya bajando y la tarifa se divide entre los dos. Son funcionalidades que el viajero valora. Además, si terminas el viaje y te dejas algo en el coche tienes alguien con quien contactar. Hay pocos sectores que tengan formas complejas de acceder a atención al cliente como el taxi.
Eso mismo que es obvio en la parte del usuario, también está en la parte del conductor. Si yo cojo un Uber para ir a la Marina, antes de que llegue el conductor ya puede aceptar peticiones para su próximo viaje. Si vemos que hay otra persona en la Marina, si esa funcionalidad no existiera, habría que enviarle el coche desde otro lugar a pesar de que minutos más tarde habría otro coche disponible al lado suyo. Incluso si has asignado el viaje pero hay otro conductor más cerca los cambia en tiempo real para siempre garantizar el coche más cercano. Si tú como conductor terminas tu turno de coche a las 6 de la tarde y te vas a casa, permitimos al conductor que marque el trayecto y solo se le asignen servicios que vayan en esa dirección.
Cuando tú le cuentas esto a gente que es conductora, sea de VTC o de taxi, pues la verdad es que lo valoran mucho. Por eso, somos optimistas, y pensamos que si podemos darle un buen servicio hoy a los VTC, pues por qué no también al taxi. Esperamos que esa mayoría que es más moderada podamos trabajar con ellos.
- ¿Puede ser un problema un mercado secundario de VTC?
- Desde nuestro punto de vista, siempre que se establecen restricciones artificiales en la oferta, se crean especulaciones y mercados secundarios. Ocurrió con las primeras licencias de taxi a cambio de unas tasas, y con el paso del tiempo, como veían que se aumentaba la demanda y la oferta no, se fue incrementando la burbuja. De hecho el precio de la licencia de taxi no ha bajado, no ha hecho más que subir. De hecho, a día de hoy, la gente del sector del taxi dicen que es complicado comprar una licencia de taxi, por lo que no les debe de estar yendo mal.
En la VTC ha pasado algo parecido, aunque en menos tiempo. Yo creo que refleja que hay menos oferta de la demanda que hay y de que, por tanto, como mínimo, no deberíamos limitar la oferta sino dejar la oferta de taxi y VTC que existe y que el Supremo confirmó en 2017 opere y ver si son necesarias o no.
Nosotros nos imaginamos esto como un mundo multimodal, donde puedas abrir la aplicación de Uber e indicar a qué lugares quieres ir y ver las opciones que tienes. Aunque su bien las VTC tienen demanda, el coche no es la única solución de movilidad, hay que colaborar entre todos.