entrevista al presidente de la diputación de valencia

Mompó: "La Diputación no sólo tiene que dar dinero, debe ayudar a que los pueblos ejecuten"

22/11/2023 - 

VALÈNCIA. Vicente Mompó (Gavarda, Valencia, 1981) se convirtió en presidente de la Diputación el pasado mes de julio tras una trabajada negociación con Ens Uneix y gracias a un resultado electoral en las elecciones municipales que permitió el vuelco en una institución dominada por los socialistas.

Ahora, cuatro meses después de llegar al cargo y a la puerta de presentar sus primeros presupuestos, el también líder provincial del PP analiza su aterrizaje en la corporación, sus proyectos de legislatura, la relación con sus socios y otras cuestiones de la agenda política valenciana y nacional.

-Recientemente se han cumplido cuatro meses desde que se convirtió en presidente de la Diputación. ¿Qué balance hace?

-El balance es muy positivo, la verdad. Al final, cuando entras en un sitio nuevo, siempre tienes cosas buenas y sus cosas malas. Yo suelo quedarme siempre con las cosas buenas y, en este caso, me quedo con la positividad de la gente, con las ganas que nos ha recibido el personal de la casa y lo que nos están ayudando.

-¿Qué le ha sorprendido al llegar al cargo? Algo que haya dicho: esto hay que cambiarlo ya.

-Bueno, esto lo dije antes de llegar al cargo. Lo que me sorprendía negativamente es que la Diputación se utilizase para regar instituciones que que no estaban trabajando por nuestras señas de identidad, por nuestra cultura, por nuestra lengua. Y tenía muy claro que intentaría cambiar eso. Por otro lado, no sé si esto se hacía antes, pero estoy tratando como presidente de acudir a los municipios. No hacer que los alcaldes tengan que venir a la Diputación, que por supuesto están invitados para venir cuando quieran, pero ser yo quien visita para que cuando me hablen de un problema haberlo visto por mí mismo. Es algo que tengo muy interiorizado porque en los ayuntamientos siempre nos hemos quejado de que se toman muchas decisiones desde otras instituciones sin saber.

 

-Usted no tenía la mayoría absoluta y tuvo que someterse a una votación de infarto. ¿Cuándo supo que iba a ser presidente de la Diputación?

-Bueno, supongo que como todos, cuando vi aparecer la papeleta de Natàlia Enguix, de Ens Uneix. Aunque debo decir que yo siempre confié en su palabra y ella dijo que se iba a votar a sí misma y así lo hizo. En cualquier caso, siempre creí en mis posibilidades. Era consciente que era la institución más difícil de conseguir y esto se lo decía a Carlos Mazón: 'Creo que la Generalitat la vamos a conseguir, creo que el Ayuntamiento de Valencia lo vamos a conseguir y creo que la Diputación también, pero va a ser lo más complicado'.  Pero bueno, creo que puedo decir que soy un buen conocedor de la provincia y veía que los números podían salir. Estaba muy centrado en los partidos judiciales con un sólo diputado en juego, como Sueca, Ontinyent y Requena. Especialmente este último estaba convencido de que lo podíamos conseguir y así fue; después estaba el partido judicial de València y su área metropolitana, que es el que más diputados tiene. Necesitaba dos diputados más que la anterior legislatura, al final no pudo ser y logramos uno más, pero pudimos llegar a un acuerdo con Ens Uneix y la cosa salió adelante.

-Pero usted, para ser presidente, tuvo que lograr que Ens Uneix, que tenía el voto decisivo, no apoyara al PSPV-PSOE. Hay quien dice que el gran artífice fue el secretario general del PPCV, Juanfran Pérez Llorca, y otros creen que el candidato socialista, Carlos Fernández Bielsa, no hizo lo suficiente. ¿Qué porcentaje de mérito tiene usted en esta negociación?

-Hombre, yo si quieres, le dejo el 50% de mérito a Juanfran, el 50% de mérito a Bielsa y yo me quedo con la presidencia (ríe). De todas formas, yo ya conocía a Jorge, entre otras cosas porque soy alcalde de Gavarda desde 2011 y él era el único presidente de la Diputación que había venido a mi pueblo. Cuando fui a la primera reunión para negociar acudí a ver si era real lo que yo pensaba que podía ser. Tenía clarísimo que si Jorge pensaba como alcalde, la opción más ventajosa para él era que pactara con el PP, porque era lo mejor para su comarca y para su municipio.

-No obstante, ustedes con el líder de Ens Uneix, Jorge Rodríguez, habían tenido rifirrafes, principalmente por la pena que ustedes habían solicitado para él en el caso Alquería que en mayo de este año fue archivado. Es cierto que usted pidió perdón luego pero...

-Bueno, yo no estaba cuando empezó el caso. Creo que también se entendía todo un poco, ¿no? Me refiero a que esto es como darte patadas en el campo de fútbol. O sea, tú entiendes que tu rival te tiene que dar patadas y no te enfadas por ello. Yo creo que también tenía un punto fuerte en la negociación, que era lo que decía de que Ens Uneix y yo hablábamos la misma lengua. Todos pensaban que me refería al valenciano, pero también me refería al municipalismo y al conocimiento que yo tengo de los municipios de su comarca y no una visión alejada desde el área metropolitana. Al final, vimos que podíamos hablar y nos fiamos los unos de los otros. Y ellos han cumplido hasta ahora como yo he cumplido con todo lo que hablamos. De hecho, no tuve dudas de que Natàlia Enguix se votaría a sí misma, mi único miedo era que finalmente el PSPV y Compromís la votaran a ella para ser presidenta.

 

-Dibuje un pequeño marco de su mandato. ¿Cuáles van a ser sus prioridades? En breve tienen que presentar los presupuestos...

-Mi prioridad es que los presupuestos que se aprueben sean presupuestos reales. Eso es primordial. Como presidente de la Diputación no soy diferente a como actúo en mi alcaldía. Igual que hago en mi casa, intento ver el dinero que tengo, las necesidades y, una vez cubiertas, priorizar las cosas que quiero hacer. Por otro lado, mi objetivo es volver a situar la institución en el sitio que se merece y que sea también un lugar de reivindicación de nuestra cultura y  de nuestras ideas de identidad. Pero aparte de eso también tiene que ser una institución moderna. También tiene que ser una institución que ayude a los municipios, no solo a darles dinero, sino a que se ejecuten esas partidas. Queremos mostrar un turismo inteligente, apostar por el medio ambiente, por la igualdad, impulsar líneas transversales más allá de nombres rimbombantes... ayudar a solucionar problemas. A lo mejor suena muy romántico, pero yo creo que es una institución que puede marcar claramente las líneas que hoy están en la calle. En definitiva, que la gente vea a la Diputación muy cercana: si me preguntan cómo me gustaría que recordasen mi paso por aquí, querría que me vieran como una persona normal y corriente, un alcalde más que ha trabajado para devolver la institución al lugar que se merece.

-El pasado mandato hubo bastante polémica con el Fondo de Cooperación Local impulsado desde el Consell. En la Diputación de Alicante, liderada en ese momento de Carlos Mazón, hubo oposición a tramitarlo de esa manera y dio lugar a un largo tira y afloja. Usted habla de mantenerlo pero con modificaciones. ¿Cómo quiere enfocarlo o qué cambios quiere hacer?

-Realmente creo que fue un problema inventado. Carlos Mazón estaba en la Diputación de Alicante y pensaba, como piensa ahora y ha demostrado, y es algo que dice la izquierda también, que los ayuntamientos son mayores de edad. Y las diputaciones también. No tiene por qué el Consell venir a decirnos con qué nos tenemos que gastar el dinero. Al final el Consell es mayorcito para decidir con qué se gasta su dinero pero la diputación también. Lo que decía Carlos es lo que ha demostrado ahora: sí al Fondo de Cooperación, pero que no sea una imposición. Que la diputación que se quiera acoger, que se acoja. Los alcaldes de la provincia de Alicante no estaban descontentos con la Diputación. De hecho, los resultados en las urnas ahí han estado. El dinero llegó igual, que es lo importante.

-Bueno, Mazón puso en marcha una alternativa y así no aplicó la propuesta del Botànic.

-Sí, era una alternativa que beneficiaba más a los pueblos pequeños, como también va a beneficiar más el Fondo de Cooperación de esta legislatura tal y como ya ha apuntado.

 
-Pero ahora se acogerán las tres diputaciones dado que gobierna el PP en ellas.

-Sí o no. Es que al final... vuelvo a insistir en la importancia de aprobar un presupuesto real. Es que la Generalitat puede decirle a una diputación que le diga que debe poner 40 millones de euros del Plan de Cooperación... y si yo no los tengo, ¿qué hago? ¿los pinto? ¿me los invento? ¿Hago una operación de crédito? Ahí estaba el quid de la cuestión. Las tres diputaciones no tienen dinero por igual.

-¿La Generalitat le ha pedido dinero ya?

-La Diputación de Valencia no tiene problemas, pero no todas están en la misma situación. Obviamente que estoy de acuerdo en ayudar a los ayuntamientos y también con el Fondo de Cooperación, porque es una herramienta que viene bien para disponer de crédito libre, por así decirlo. Pero yo esto lo he comentado con Mazón: la institución está para ayudar especialmente a los pueblos de menos de 20.000 habitantes, que son las que más necesidades tienen. Es una frase un poco lapidaria, pero a mí me gusta decir que los pueblos grandes que no pueden gestionar un servicio normalmente es porque no saben gestionar. Los pueblos pequeños muchas veces no pueden ofrecer un servicio porque no tienen disponibilidad económica para hacerlo y para eso están las diputaciones. Por eso las bases del plan deben apostar y ser más empáticos con los pueblos pequeños.

-Ha estado recientemente en la apertura del acceso carretera del Circuito Ricardo Tormo. ¿Por qué era tan importante?

-Ese es un ejemplo muy de alcalde. ¿Por qué te digo esto? Es un partida de 300.000 para la Diputación de Valencia, que en un presupuesto de casi 700 millones de euros, es una obra tirando a pequeña, pero al final, demuestra también la voluntad política. Se habían producido innumerables promesas por parte de anteriores gobiernos de que se solucionaría y nada, porque había que bajar ahí al territorio, trabajar y coordinar, porque es una carretera que tocaba al Ayuntamiento de Chiva, al Ayuntamiento de Cheste, que también era de la Generalitat y por lo tanto, había que coordinarse además con la Dirección General de Deportes, con la dirección del circuito... Pero bueno, lo hemos hecho en un mes al final. El resultado es imagen para la provincia de Valencia y, por ejemplo, para las miles de personas que vengan al mundial de motociclismo, que van a notar el cambio en comodidad pero también en seguridad.

 
-Esta misma semana la Diputación de Valencia ha anunciado estos días el impulso de una línea de ayudas para la recuperación del patrimonio, en concreto 10 millones de euros. ¿Algún ejemplo del destino de estas ayudas?

-Tenemos 266 municipios y casi te podría poner el mismo número de ejemplos. Al final, lo que no somos es sectarios. Nosotros no venimos a inventar lo que es la provincia de Valencia, está inventada, y cuando tú visitas los municipios, ves que tenemos mucho patrimonio y últimamente parece que por ideología, porque algunos de ellos eran religiosos, por dejadez o vete tú a saber, pero llevamos desde 2016, prácticamente sin invertir en el patrimonio de la provincia. O sea, tenemos bienes prácticamente cayéndose. Y lo que hemos dicho es que esto no tiene ningún sentido, tenemos que pelear por nuestro patrimonio. Por ejemplo, castillos o muchas veces iglesias, que parece que por ser iglesias... Pero bueno, es que hay pueblos que lo único que tienen es la iglesia. Y claro, el problema que tenemos muchas veces es que si la Diputación no ayuda, el Ayuntamiento no tiene posibilidad de hacerlo.

-En estos primeros meses estamos viendo que a la vicepresidenta Natàlia Enguix, de Ens Uneix, se le está dando bastante cancha. Además, llegaron a un pacto también para ceder el control de Egevasa. ¿Cómo está siendo la relación con Ens Uneix estos primeros compases de mandato?

-Realmente, aunque seamos dos partidos diferentes, yo lo veo todo como un gobierno. Tenemos un grupo de gobierno donde estamos todos y creo que se está viendo que somos un equipo y estamos trabajando de esa manera. Cada uno tiene su competencia, tiene su libertad de gestionar y su responsabilidad después dar cuenta de lo que ha hecho. Así que estamos trabajando en consonancia y está yendo todo genial.

 
-¿Y cómo se tomó Vox no entrar en el gobierno de la Diputación? Porque precisamente Ens Uneix les había vetado. ¿Cómo fueron las conversaciones con ellos?

-A mí me ha sorprendido mucho para bien la comprensión de Vox, pero no en esto, sino en lo que es la Diputación. Yo creo que ellos han entendido, yo creo que mucho más rápido que otros partidos más históricos, que la Diputación está para ayudar a los pueblos. Me imagino que no les haría mucha gracia no estar en el gobierno pero tuvieron altura de miras. Ellos no tenían opción de estar dentro, lo que podían decidir es si yo no estaba dentro. Ellos iban a estar fuera sí o sí.  Si el presidente era del Partido Socialista no iban a estar dentro y para yo ser presidente no tenían que estar dentro tampoco. Con lo cual es que no había otra opción. Y desde el principio yo entendí perfectamente que el Gobierno somos Ens Uneix y el Partido Popular pero también entiendo perfectamente que en la oposición no es lo mismo el que me ha votado para que sea presidente que el que no me ha votado para ser presidente. 

-Supongo que también influía que, claro, que había un gran acuerdo con Vox a nivel autonómico, que podía haberlo Ayuntamiento de València...

-Sí, por supuesto, entiendo que sí. O sea, forman gobierno en ayuntamientos, en la Generalitat, están formando parte de todas las instituciones con el Partido Popular, yo me imagino que todo ayudó, pero la verdad que han entendido rápido que la Diputación está para ayudar a los pueblos.

-Hace unas semanas celebró un acto por el que se alcanzaban los 211 municipios dentro de la red contra la violencia de género. Aquí el PP se está mostrando firme pese a que su socio en la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia, Vox, no comparte esa terminología. ¿Qué les diría sobre esto?

-Soy más de hechos que de términos y lo que quiero es acabar con la violencia de género. Existe esta lacra y eso es así. Con Vox aquí en la Diputación no hemos tenido ningún problema con este tema.

 

-Ha sido unos días intensos en la política nacional con la investidura de Pedro Sánchez. Desde la Diputación, de hecho, se presentó una moción contra la amnistía. ¿Cree que este clima de inflamación se va a prolongar mucho tiempo y desde el PP se van extender las manifestaciones?

-No sabría contestarte. Esta no es una cuestión específica de Vicente Mompó, sino en general del PP, de la gente de centro derecha, de la gente honrada, de la gente trabajadora, de la gente, no sé, "en trellat" que diríamos los valencianos. Si algo ha conseguido, para mal, el presidente Sánchez, es que la gente ya no aguante más. Estoy orgulloso de haber participado, incluso de haber convocado la manifestación de hace dos domingos, y que fuese una protesta totalmente pacífica y reivindicativa. Bueno, tuvimos la visita de un grupito de ultras a los que invitamos pacíficamente también a irse de la manifestación, y la verdad es que allí se vio gente normal y muy preocupada. ¿Cuánto va a durar esto? No lo sé. El tema de la amnistía, el tema de la condonación de la deuda, el tema de la prevaricación... son cosas con las que creo que no podemos bajar los brazos y creo que la batalla no está perdida. Se supone que somos todos iguales en derechos y deberes y ahora parece que aquí hay gente que tiene privilegios y que siendo prófugos de la justicia pueden decidir qué va a pasar con el futuro de nuestro país. Lo veo una situación muy grave.

-El PPCV no se ha sumado a manifestaciones en las sedes del PSPV, cosa que sí ha hecho Vox. ¿Por qué?

-Es una decisión del partido pero, a mi modo de ver, muy acertada. El PP piensa lo mismo cuando gobierna y cuando no gobierna. No todos pueden decir eso. Muchos de los que se sienten ahora atemorizados, presionados... porque van a sus sedes tendrían que tener en memoria lo que han hecho a algunos cargos de nuestro partido o algunas de nuestras sedes. En cualquier caso, la violencia no lleva a ningún sitio, yo creo que está siendo clara la denuncia que estamos haciendo y no es necesario ir a la sede de nadie ni a la casa de nadie, como hacían ellos a esperar a que salgas con tus familiares y como han padecido algunos de nuestros compañeros. Yo creo que al final la educación y las personas están por encima de todo.

-¿Qué opina de las manifestaciones institucionales que quiere promover Vox en Generalitat, ayuntamientos y diputaciones?

-Creo que la ética política y las reglas del juego deberíamos tenerlas todos muy en cuenta y yo creo que no es bueno ese camino. Las instituciones no son políticas, la Diputación de Valencia representa a todos, a los del Partido Popular, a los del Partido Socialista, a los de Vox, a los de Compromís, a los de Ens Uneix, a los partidos políticos que no tienen representación... Por lo tanto, yo creo que es una decisión muy acertada que se proteja la institución, que los cargos como personas libremente podamos decidir, pero que la institución esté al margen de ello.

 
-En el pasado tuvo algún rifirrafe orgánico con Maria José Catalá, ¿cómo es la relación ahora? Tampoco se le ha asignado nunca al grupo más próximo de Carlos Mazón. ¿Se considera un verso suelto?

-Nunca me habían dicho eso (ríe). No sé lo que soy, más allá de que soy el mismo como persona y alcalde. La política me gusta para solucionar problemas y si bajas a la calle, la gente está cansada de los debates internos de partido. Es más, muchas veces no entienden esos líos o ni saben quiénes son los políticos. Aunque diría que la gente a quien conoce mucho es a los alcaldes. Respecto a tu pregunta, con María José tengo desde siempre una excelente relación y con Carlos también. A veces, por mi forma de ser, cuando creo que tengo razón o cuando quiero conseguir una cosa, pues intento pelear por ella, igual que hace María José e igual que hace Carlos. Pues sí, hemos tenido discusiones. Algunas de ellas han salido a la opinión pública y bueno, en los medios de comunicación a algunos les ha interesado pero es que ha sucedido muchas veces. No obstante, ahora mismo estamos trabajando cada uno de nosotros en instituciones diferentes y nos centramos en ello, no tanto en abordar problemas internos. Entonces, ahora lo que hay es más colaboración si cabe, porque lo que tenemos que hacer es ayudarnos unos a otros.  La relación es buena igual que era antes aunque si me permites, es verdad que ganando las elecciones mejora todo (ríe). Desde las instituciones, es como todo más feliz.

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