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entrevista a Mónica alegre, presidenta del clúster de la automoción y movilidad avia

Alegre (Avia): "La automoción valenciana se está diversificando para no depender de Ford"

MÓNICA ALEGRE, AVIA, AUTOMOCIÓN
6/03/2023 - 

VALÈNCIA. El Clúster de la Automoción de la Comunitat Valencian (Avia) celebra este año su veinte aniversario y lo hace en un momento en el que el sector se enfrenta a importantes retos como su descarbonización, sostenibilidad y transición hacia la electrificación. Tanto es así que la asociación ha incluido a su nombre el segundo apellido de 'movilidad' ante el proceso de transformación que está acometiendo la industria.

"Está claro que la situación de ahora es difícil, pero tenemos que pensar en ese futuro y estar atentos a las oportunidades que puedan surgir. Por eso, pedimos a las Administraciones que sigan apostando por el sector de la automoción, que es maduro, robusto y tiene una grandes capacidades desde el punto de vista humano y técnico, que van más allá de fabricar solo los coches", asegura, Mónica Alegre, presidenta de Avia.

Fundado en 2003 con siete empresas, actualmente el Clúster cuenta con 120 asociados que engloban a toda la cadena de valor en el territorio valenciano, y que suponen una facturación conjunta de más de 11.800 millones de euros, el 11,24% del PIB de la Comunitat Valenciana. Además, el sector da empleo a unas 24.500 personas de manera directa, el 6,86 % del empleo industrial de la región.

Un sector que en la Comunitat tiene como empresa tractora a Ford en Almussafes y a la que pronto se unirá Volkswagen con su gigafactoría de celdas de baterías en Sagunt. De hecho, los contactos entre Avia y el gigante alemán ya se han producido para aprovechar todas las capacidades valencianas en la puesta en marcha de este proyecto que vendrá a reforzar el tejido industrial valenciano.

-Avia cumple 20 años, ¿qué balance hace de estos años?

-En 2003, un grupo de siete empresas decidieron juntarse para representar a un sector tan importante como es la automoción en la Comunitat Valenciana. La evolución ha sido todos los años creciente en cuanto al número de empresas asociadas. Cuando hicimos el Plan Estratégico 2017-2022, el objetivo era pasar de las 100 empresas y lo hemos conseguido porque somos 120 asociados. Somos muy trasversales porque representamos a toda la cadena de valor del sector: desde la empresa tractora de la Comunitat como es Ford hasta proveedores de componentes, empresas logísticas, de servicios o ingenierías. Y ahora con todo el cambio que viene también se están incorporando compañías tecnológicas y digitales. 

Por tanto, el balance es más que positivo. La visión de Avia desde el principio fue que la Comunitat fuera referente del sector a nivel nacional, e incluso internacional, y ayudar a las empresas a su competitividad, a que fueran más eficientes, atraer inversiones y generar riqueza como territorio. Con los años, nos hemos dado cuenta que el Clúster se ha convertido en la voz y el interlocutor único y válido ante la Administración. Somos un sector estratégico y de mucho peso porque damos empleo a unas 24.000 personas, con una facturación que ronda los 11.000 millones de euros.

-En los últimos años se ha afrontado una pandemia, desabastecimiento de materiales en el mercado, alzas de precios, una guerra en Europa…. ¿Cómo se encuentra en estos momentos la industria?

-La crisis postpandemia y, después, la falta de materias primas, que ha sido determinante para la subida de precios de los componentes y la energía, afectan porque los costes van subiendo y hay mucha dificultad para repercutirlos en los precios del producto final. De hecho, este año desde los clústers empezamos a pedir a los OEM -los fabricantes-, que vieran las dificultades que teníamos los proveedores porque nuestros costes suben, hay paros en las empresas y hay mucha complejidad y eso afecta a nuestros márgenes. 

-¿Están siendo las consecuencias de la guerra más duras que las de la pandemia?

-No sé qué decir. He escuchado a alguna empresa, que está presente en países del Este, que está teniendo problemas de mano de obra porque mucho de su personal es de Ucrania y se ha tenido que ir a su país a la guerra. Quizás a nivel suministros algún proveedor local también se ha visto afectado... Al final es todo un compendio de tantas cosas que se van sumando. Ha sido todo una tormenta perfecta y esta situación está siendo muy complicada de llevar.

-¿Qué están haciendo las empresas para sortear esta situación o, por lo menos, intentar minimizar sus consecuencias ?

-Una de las cosas que se trasmite y se ve en las empresas es que están apostando por la innovación. De ahí, la importancia del  Mobility Innovation Valencia (MIV), el hub de innovación que hemos lanzado desde Avia, porque si al final simplemente fabricas lo que otros diseñan y no desarrollas, no generas valor añadido. También está la transformación digital y cómo adaptarse a esos cambios que vienen. La diversificación es muy importantes y nuestras empresas lo estaban haciendo, pero ahora hay que darse más prisa en productos, clientes y, sobre todo, esa parte del tejido que no depende tanto de Ford. Todo esto es lo que está ayudando a ir más allá. Hay que pensar en el futuro porque es tal la vorágine que hay que hay que adaptarse e ir por delante de lo que va a venir, además del vehículo eléctrico.

-¿Cómo se está acometiendo esa transición hacia la descarbonización y el vehículo eléctrico y conectado?

-Se deberían de acompasar los tiempos. Sí que es verdad que el sector ha estado apostando por coches más limpios y más eficientes desde hace tiempo. De hecho, los diésel de ahora no tienen nada que ver con los de hace años. El tema es que hay muchos vehículos circulando por la calle con una antigüedad de más de doce años. ¿Por qué no se ayuda a renovar ese parque? Está muy bien que incentivemos el eléctrico, pero, ¿por qué no damos ayudas a la renovación del parque móvil o acompasamos esa transición con infraestructuras de recarga? Al final hay mucho empleo y empresas alrededor del sector y parece que no se ha hecho nada.

-La diversificación entiendo que también será una palanca para sobrevivir. ¿Hacia qué sectores?

-Es más hacia qué productos sustitutivos de lo que hay y qué ofrece el coche eléctrico. Toda la parte de fabricación de componentes a nivel de producto está fabricando nuevas piezas de plástico. También, las empresas de digitalización van a tener una parte muy importante en el desarrollo del coche eléctrico y conectado. Cada una tendrá que mirar y hacer sus deberes rápido. Por eso, desde la asociación estamos intentando generar esas oportunidades de productos innovadores que ayuden a esas empresas que no tienen departamentos de innovación. A través del MIV pueden presentar una necesidad y ponerse en contacto con los agentes para generar colaboración y sinergías e ir acompasándose en su transformación. Fácil no es, pero hay mucha predisposición por parte de los asociados.

-¿Las empresas que no se adapten tendrán un futuro más complicado?

-Sí, el futuro será bastante más complicado. En ese camino habrá empresas que les costará más y a otras menos, pero lo importante es no perder la visión y el foco. Está claro que la situación de ahora es difícil, pero tenemos que pensar en las oportunidades que puedan salir. Por eso, pedimos a las Administraciones que sigan apostando por el sector de la automoción, que es maduro, robusto y las capacidades que tiene desde el punto de vista humano y técnico van más allá de fabricar solo los coches, que esperemos que sigan estando.

-Bruselas ha fijado que en 2035 solo se puedan vender eléctricos. ¿Lo ve factible dado el despliegue actual?

-Por todo lo que acabas percibiendo y viendo no lo veo factible ni realista. Eso es pasado mañana. Al final no se acompasa con la realidad de lo que existe. Quizás otros países van más adelantados que España, pero aquí la penetración del coche eléctrico es muy pequeña todavía. Se ponen objetivos para que no te relajes y vayas hacia la descarbonización y la energía limpia, pero hay más cosas alrededor que faltan todavía.

-¿Se refiere a las infraestructuras?

-No tengo los números, pero de los puntos de recarga que debería haber según lo previsto vamos retrasados. No entiendo el porqué no se ha visto al coche híbrido como parte de esa transición y también se está penalizando. Hay veces que hay cosas que no llego a entender.

-Actualmente, los eléctricos son un producto para rentas altas por sus precios. ¿Cómo se democratiza su compra? 

-No lo veo fácil. Para que realmente estemos preparados como sociedad es necesario que haya suficientes puntos de recarga, y que el usuario sepa dónde puede cargar y cuánto tiempo le cuesta hacerlo. También hay que ver si tiene autonomía suficiente y habrá que cambiar la forma de viajar y planificar los viajes. Y el precio tampoco es asequible para el consumidor medio. Veo muchas barreras que se irán salvando, pero vamos muy a correprisa. Creo que no se ha sido realista con los planes porque no han ido acompasados con la industria. 

-¿Esta transformación hacia la electromovilidad va a suponer cierres de empresas?

-No tenemos una información directa de nuestros asociados porque es una cuestión delicada, pero quizás no todas las empresas tienen la misma capacidad de adaptarse rápido como se está pidiendo. Por eso, el estar en el paraguas de la asociación para asistirles, formarles y colaborar entre empresas es importante para generar oportunidades. 

-A nivel empleo, los eléctricos también requieren menor mano de obra. ¿Tienen estimado cómo puede afectar al empleo?

-Se ha hablado de un 30% menos de mano de obra directa sin cualificar porque harán falta otro tipo de perfiles y para las labores de montaje sí que parece que se va a necesitar menos trabajadores. 

-¿Se pueden reconvertir esos perfiles?

-Sí, con nueva formación específica porque al operario se le puede dar otra parte que le complemente con los nuevos perfiles que van a hacer falta. Por ejemplo, con la gigafactoría de celdas de Volkswagen van a hacer falta químicos, ingenieros y metalmecánicos. Creo, por tanto, que habrá una reconversión de los perfiles actuales a las necesidades que se van a requerir y se está trabajando ya en ello.

-Ha hablado del MIV, ese hub de innovación que ha impulsado Avia para impulsar la transformación en la automoción. ¿Cómo va esa transferencia de conocimiento?

-El MIV es un ecosistema abierto para poner al servicio de todas las empresas del sector todas las capacidades que existen en la Comunitat Valenciana a nivel comunidad científica, institutos tecnológicos y agentes como las startups que hay alrededor de esta nueva movilidad. Es una incubadora de proyectos y cualquier agente puede acudir y plantear una necesidad para recoger ideas y buscar colaboración entre las partes.

-Se habían impulsado varios proyectos como el reciclaje de baterías o la automatización logística del polígono industrial de Ford a través del 5G. ¿En qué punto se encuentran?

-El proyecto en el parque de Almussafes, bautizado como 5G LOGIC, se está construyendo ahora el AGV -vehículos de guiado automático- y se está trabajando en la zona del polígono para determinar las características y el efecto que pueden tener en el entorno. Y, por otro lado, el proyecto de baterías se está con los prototipos de las partes del battery pack, están haciendo ya las piezas reales y las pilas que componen la batería, generando las células de carga.

Además, ahora mismo estamos en la fase de selección de nuevos proyectos. Se ha hecho la consulta a los municipios para ver sus necesidades a nivel de movilidad urbana y, a partir de ahí, haremos una consulta sobre necesidades para dar forma a las iniciativas.  

-En el marco de esa transformación del sector, ¿la automoción valenciana ha minimizado su dependencia de Ford?

-Los proveedores directos, considerados Tier 1, lo tienen complicado porque su producto va ligado a Ford y su dependencia es del 100%. No obstante, la percepción es que sí se está minimizando la dependencia de Ford porque en las empresas hay mucho movimiento para no depender solo de este fabricante y tener un abanico más amplio. Se está diversificando hacia el sector ferroviario, las energías renovables y la agroalimentación. La idea es no depender tanto aunque Ford ha apostado por mantenerse en la Comunitat Valenciana y eso es super positivo porque cuenta con nuestro tejido empresarial.

-¿Cree que jugó algún papel la solidez de la industria auxiliar valenciana en la victoria de Almussafes sobre la planta alemana de Saarlouis para adjudicarse los nuevos eléctricos?

-Todo tienen que ver. Me encantaría tener una conversación con los directivos (de Ford). Qué suerte tuvieron los que fueron allí y hablaron del tema para convencerles y ver qué se percibía. No obstante, el tejido empresarial valenciano está preparado y lo está demostrando. También destacar el esfuerzo de todos los trabajadores que hicieron lo imposible para demostrar que son la planta que va adaptarse y va a estar con las siguientes generaciones de vehículos eléctricos. Al final, es cierto que la de Valencia siempre ha sido una de las plantas más competitivas y todo tiene que sumar.

-¿Cómo se vivieron esos meses de incertidumbre hasta que se anunció que Almussafes se garantizaba su supervivencia con la nueva carga de trabajo?¿Hubo temor a que Ford escogiera Alemania?

-Al final tienes que estar preparado para todo, tanto lo bueno como lo malo, porque nunca sabes qué va a pasar. Si pudiéramos decidir o ser parte, pero no lo somos y, por tanto, los intereses que pueda tener Ford de mantenerse en Valencia habrá sido en base a sus números. Es verdad que se vivió de forma rara porque no sabíamos qué iba a pasar. Nos preguntábamos si se estaba haciendo todo lo posible, pero luego, a posteriori, supimos todo lo que hizo la Generalitat y la Administración. Sin embargo, en esos momentos estábamos nerviosos y esperando que realmente la decisión fuera la que finalmente ha sido. Hay que quedarse con lo bueno y es que se mantiene la planta y ahora hay que adaptarse a lo que venga. 

-Pese a ‘salvarse’ el futuro es complicado. De hecho ya ha confirmado un ERE en Almussafes.

-El sector ya está prevenido porque era una situación que se conocía. Entra dentro de las previsiones ya anunciadas.

-En Europa ya se han anunciado casi 4.000 despidos. ¿Cómo vive la industria auxiliar valenciana los vaivenes en la planta?

-Entiendo que tendrán que optimizar su estructura fija y estarán viendo qué volumen será al final el que podrán comprometer y qué tipo de vehículo va a venir. 

-Todavía se desconoce qué modelos se producirán en la factoría. ¿Duda que llegue la adjudicación?

-No tenemos que dudar. Se han ido dando las pasos. Tenemos fumata blanca con la plataforma y los modelos. 

-¿Qué volumen sería el óptimo para que el impacto en la industria valenciana fuera el menor?

-Que se quedara la producción estable. Lo óptima sería como la que hay ahora. La clave va a estar en el volumen de producción una vez digan la plataforma, los modelo y los números para que toda la cadena se ponga a trabajar. 

-¿Ve futuro para la planta de Ford en Almussafes?

-Tenemos que confiar en que sí, que tiene futuro y seguirá. Eso sí, transformada, distinta y de otra manera. Hay que ir paso a paso viendo y preparándonos, pero confiando en que somos capaces. 


-Otra de las grandes empresas tractoras en la Comunitat va a ser Volkswagen con su gigafactoría de celdas de baterías en Sagunt. ¿Tienen estimado el impacto de su llegada para el sector?

-La noticia fue muy buena y se está viendo el trabajo que se ha hecho. La realidad y las consecuencias no se van a ver hasta dentro de un tiempo, pero vas viendo cómo ese proyecto va para adelante. 

-En un acto en la CEV, los directivos de Seat aseguraron que su vocación es que la mayoría de su parte de proveedores tenga ADN valenciano. ¿Se han iniciado contactos desde Avia con la multinacional?

-Hemos puesto a disposición de Volkswagen todas las capacidades disponibles en el sector de la automoción. Hay desconocimiento por nuestra parte sobre qué tipo de empresas se van a necesitar. Queremos, además, y ya les hemos invitado, a que formen parte del Clúster porque es importante que estén. De hecho, el año pasado, en la Noche del Motor asistieron representantes de Volkswagen. Ya hemos quedado para ir acercándonos y viendo qué precisan una vez ellos también tengan más claras sus necesidades. Tiene sentido, además, que aprovechen lo que hay aquí. Por tanto, nuestra labor ahora también es estar ahí y reunirnos para aterrizar lo que se necesita a nivel de componentes y generar una hoja de ruta para definir exactamente cuáles son sus necesidades y poner a su disposición todo lo que precise. 

-¿Hay temor en el sector de que se 'robe' talento?

-Eso pasa de normal y está a la orden del día, por lo que imagino que eso va a pasar. Habrá necesidades de todo, desde ingenieros de planta, químicos... Al final hay que montar todo ese hub y ver qué falta y acompansarlo.

-¿Qué puede suponer la creación de este nuevo ecosistemaa nivel de empleo y generación de riqueza del propio sector?

-En su momento se hizo una comparativa con Ford y se habló de 12.000 empleos indirectos, pero creo que cuando se sepa la envergadura y lo que realmente hace falta se podrá acertar un poco más en empleo. Pero es verdad que cada vez más empresas nos piden asociarse a Avia. 

-Este proyecto de la gigafactoría será posible gracias a al Perte VEC, cuya ejecución ha sido solo del 30% del total de las ayudas. ¿Ha sido un fracaso a la vista del bajo porcentaje?

-Más que fracaso diría que ha sido una pena. Al final que no hayamos sido capaces entre todos, gobierno y empresas, de cumplir las exigencias y hayamos dejado que esos fondos se escapen me da lástima. Debemos aprender lo que no se ha hecho correctamente o se podría haber hecho de otra manera para que en la segunda convocatoria se puedan agilizar más las cosas. 

-¿Qué es lo que no se ha hecho bien?

-Al final hay unas bases que el legislador marca y debes de cumplir. Estoy segura que desde todas las asociaciones de clústers, a nivel nacional y regional, se ha estado insistiendo en que las pymes son importantes, pero las tenemos que ayudar también y no poner tanta traba a la hora de acceder. Creo que ha sido uno de los puntos que se está pidiendo: que sea todo mucho más agil y fácil de entrar. 

-¿Qué espera el sector de la segunda convocatoria que ya ha anunciado el Gobierno?

-Que el porcentaje de adjudicación sea el más alto posible porque al final son fondos estructurales que ayudan a la transformación y a las empresas. El fondo es muy bueno, pero quizás el proceso para acceder que sea más flexible y sencillo para las empresas. 

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