VALÈNCIA. Sumar al tejido empresarial valenciano. Ese es el objetivo que se ha marcado el grupo Volkswagen para generar sinergías con su proyecto de la gigafactoría de baterías en Sagunt. Una planta que generará 3.000 empleos directos a los que habrá que añadir los de toda una industrial auxiliar que surgirá al calor de la instalación. Y la compañía quiere que ese nuevo clúster tenga ADN valenciano, para lo que anima a la industria valenciana a trabajar juntos y sumarse a una aventura llamada a transformar la economía valenciana. Tanto es así, que la aspiración de la multinacional es que la planta valenciana sea "la más grande" de las seis que ha proyectado en Europa.
"Más que una empresa que viene a Valencia, queremos ser una empresa valenciana y, para ello, queremos incorporar al máximo de empresas locales a este viaje", reivindicó este viernes en València el vicepresidente ejecutivo de compras de Seat -filial de Volkswagen-, Alfonso Sancha. Así lo aseguró en un encuentro para presentar el proyecto de la gigafactoría a los empresarios valencianos con el fin de explicarles los pasos que deben de seguir para optar a los procesos de adjudicación que abrirá la compañía.
El proyecto, que transformará la industria del automóvil en España hacia el vehículo eléctrico y conectado, implica la creación de 3.000 empleos directos hasta 2030 y una inversión asociada de 3.000 millones de euros de los 10.000 millones que el Grupo Volkswagen movilizará para electrificar su negocio en España. Además, se calcula que de forma indirecta se podrían crear otros 12.000 puestos de trabajo. La previsión es comenzar las obras de su fábrica, que ocupará cerca de 120 hectáreas, a finales de año para que la producción de baterías empiece en diciembre de 2026.
Con una capacidad de producción de 40 GWh, que permitirá el suministro de 800.000 vehículos eléctricos anuales, la gigafactoría fabricará celdas unificadas de un mismo tamaño para todos los vehículos del grupo empresarial. Sin embargo, la planta será "polivalente" para poder adaptarse a las tecnologías químicas que puedan ir desarrollándose en el futuro. Y para que todo el engranaje sea un éxito se busca a la industria valenciana.
"Tenemos que demostrar que la fábrica de Sagunto será la mejor del grupo en fabricación de celdas. Para ello, vamos a necesitar a muchos de ustedes", remarcó el responsable de compras ante los empresarios valencianos. Y es que el futuro clúster del vehículo eléctrico precisará de empresas para toda la cadena de valor, desde proveedores de materias primas o tecnología hasta otros sectores como el personal de seguridad, hoteles y otros servicios. "No venimos de paso. Estamos aquí para quedarnos", insistió el dirigente de la compañía.
El auditorio escuchaba expectante las palabras del responsable de compras de Seat, que se dirigió a ellos en varias ocasiones como gesto para animarlos a apoyar la iniciativa. "Nosotros les abrimos la puerta y ahora son ustedes los que tienen que mostrar su buen hacer y competitividad para entrar", subrayó para incidir en que el objetivo es ser considerada "una empresa valenciana" e ir de la mano de partners locales.
Así, explicó que para poder participar en alguna de las adjudicaciones que lanzará la compañía hay que registrarse en su plataforma y rellenar un formulario. Una documentación que llegará al Service Center de Volkswagen para ser revisada y asegurarse de que ninguna firma incumple sus normas éticas. "Una vez a bordo podrán participar en nuestros procesos", subrayó Sancha. Y en ese momento, los móviles alzaron el vuelo para capturar la diapositiva que exhibía los pasos a seguir. Un gesto que evidencia la atracción e ilusión que ha despertado esta inversión.
Aunque el proyecto está condicionado a las ayudas del Perte, hay confianza en la apuesta del Gobierno por este proyecto. Y más después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acudiera a su presentación hace un mes en Sagunt. No obstante, la resolución definitiva de los fondos se prevé que llegue en septiembre, cuando la multinacional espera poder acelerar el proceso para la puesta en marcha de la instalación en tierras valencianas.
El proyecto 'Future: Fast Forward', con el que Volkswagen aspira a electrificar España, nació ante la necesidad de acelerar la transformación de una industria en pleno proceso de descarbonización. De hecho, se trata del primer gran plan del fabricante automovilístico fuera de Alemania. Además de la gigafactoría valenciana, también recoge la electrificación de los vehículos que se fabrican en Pamplona y Martorell y para los que Sagunt producirá las celdas de baterías. Según explicó Sancha, el impacto de la inversión será de más de 4.000 millones, con un volumen de compra anual de 8.000 millones de euros. "Nuestro deseo es que una parte importante de ese retorno se quede en España, pero no por un sentimiento patriótico, sino para crear una cadena de valor resistente, potente y competitiva", reivindicó.
Y la empresa no fallará. Ese fue el mensaje que trasladó el presidente de la patronal valenciana CEV, Salvador Navarro, quien subrayó que la organización se implicará al 100% para apoyar las necesidades de Seat y de los sectores implicados en esta inversión para que tengan el mejor ecosistema de proveedores posible. "Espero que en este encuentro Seat conozca nuestras fortalezas y los empresarios conozcáis sus necesidades para contribuir al cambio histórico", ensalzó Navarro.
Pero, ¿por qué Sagunt? Lo cierto es que sus conexiones logísticas e infraestructuras, así como su capacidad humana y tecnológica han sido claves en la elección. Así lo confirmó Sancha, que reveló que se atendieron más de 100 criterios de evaluación para elegir la ubicación. Y, entre esos requisitos, además del puerto de Sagunt, el de València también fue determinante en su decisión. "Han sido un factor importante, dado que muchas de las materias primas requerirán que sean importadas de otros países, muchos de ellos fuera de Europa", remarcó. También se valoró la formación y la existencia de "centros de formación sofisticados y toda la infraestructura que ofrece Valencia".
Pero también la determinación del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, captó la atención de los directivos. Como anécdota, Sancha relató que al final de una de las reuniones en València, aunque no había una decisión tomada, Puig les trasladó que su equipo iba a trabajar "como si ya se hubiera decidido", unas palabras que le impresionaron por el compromiso que demostraban. "Fue un mensaje poderoso que nos aseguraba que si decidíamos Sagunt no nos iban a defraudar", aseveró.
Y en ello trabaja la Generalitat valenciana, inmersa en la aceleración de los trámites para la culminación del polo empresarial Parc Sagunt II. Los trabajos de expropiación de los cerca de 5,6 millones de metros cuadrados que conforman la segunda fase del parque industrial están finalizando y culminarán el próximo 24 de junio. Todo ello para permitir que la multinacional puede arrancar en diciembre sus obras y, en paralelo, los trabajos de urbanización del entorno.
El último movimiento de la Administración valenciana ha sido la licitación de la redacción de los proyectos de urbanización y construcción de la plataforma intermodal de Parc Sagunt II. Las empresas interesadas en optar a la redacción de los proyectos de urbanización y construcción de la estación intermodal tendrán quince días para presentar sus ofertas, al tramitarse por la vía de urgencia, y una vez adjudicada, habrá un plazo de seis meses para la redacción de los dos proyectos. La redacción del PAI y el proyecto de urbanización ha salido a licitación por importe de 2,6 millones y la redacción del estudio de la zona intermodal, por 1,3 millones.
Puig manifestó que se está en un momento fundamental para la economía valenciana en el que se van a duplicar las oportunidades por la implantación de la planta de baterías de Volkswagen, cuyos efectos "van a ir mucho más allá" porque van a capilarizar todo el territorio de la Comunitat Valenciana y los diferentes sectores económicos.