VALÈNCIA. Los estragos de la descomunal Dana, que asoló el pasado 29 de octubre la provincia de Valencia, siguen muy presentes casi dos meses después de la catástrofe. Los daños materiales siguen contabilizándose y todavía persisten las labores de limpieza y desescombro. De hecho, una buena parte de la industria afectada por el temporal lucha por reponerse y seguir adelante, ya que los destrozos han sido muy graves con fábricas o pequeños negocios a pie de calle, totalmente arrasados. Y, mientras tanto, muchas empresas y autónomos no han recibido ninguna ayuda por parte de las Administraciones.
"El clamor popular en estas zonas es que se siguen sintiendo olvidados y que el Consorcio de Compensación de Seguros no da la agilidad que debería ante la situación extraordinaria", advierte Salvador Navarro, presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV). Desde la patronal reclaman celeridad en la tramitación de expedientes y coordinación entre administraciones para evitar cierres en cascada y un mayor golpe económico en la provincia.
Y es que, aunque varios informes de la Generalitat Valenciana y el Banco de España auguran una caída de dos décimas en el PIB de la Comunitat Valenciana este año y el siguiente 2025 por la Dana, Navarro espera un impacto mayor. "Creo que va a caer más de dos décimas. Los dos primeros primeros años lo vamos a pasar mal porque hay muchas empresas industriales que aún no están al 100%", subraya. Valencia Plaza analiza con el presidente de la patronal valenciana, en esta primera parte de la entrevista, la situación del tejido empresarial valenciano tras la catástrofe, la mayor en el España en el último siglo.
-Este pasado jueves la CEV celebró su comité ejecutivo y su junta directiva en Paiporta, considerada la zona 'cero de la Dana'. ¿Por qué decidieron reunirse en este municipio? ¿Qué se han encontrado?
-Hemos celebrado ambas ejecutivas en Paiporta para ratificar el apoyo del mundo empresarial al comercio y los polígonos industriales afectados. Y no va a ser la única visita que hagamos. Lo que nos hemos encontrado es lo que vimos hace días en muchas poblaciones: mucha desolación 50 días después de la fecha fatídica. El clamor popular es que se siguen sintiendo olvidados y que el Consorcio de Compensación de Seguros no da la agilidad que debería ante la situación extraordinaria. Esto no es La Palma, en donde hubo 14.000 expedientes. Aquí hay 250.000, pero, como mucho, se han resuelto 18.000. Lo que nos preocupa es que hay mucho comercio con problemas de relevo generacional, que aún no ha tomado la decisión de si sigue o no y está esperando al Consorcio para tomar la decisión. El clamor generalizado, por tanto, es que se debe agilizar el procedimiento porque la gente, después de 50 días, se ve desasistida por el Consorcio, que recuerdo que es una entidad de derecho público, pero que se nutre de todo lo que pagamos los españoles a nivel privado.
Además, en estos 50 días hemos tenido reuniones con la Casa Real, con el presidente del Gobierno, el líder de la oposición y cinco Ministerios y a todos les hemos trasladado lo mismo: aquí tiene que haber un antes y un después en los protocolos de emergencia. No entro en quién tiene que decir qué, sino que alguien tiene que cambiar los protocolos. También debe haber otro antes y después en la relación de las Administraciones y el contribuyente, sea persona física o empresa. No tenemos la misma obligación en reciprocidad y eso se demuestra en agilidad y sensibilidad. Lo digo porque en muchos tramos de los decretos leyes o propuestas se habla de "el beneficiario", cuando es más "el perjudicado" en esta situación. Por tanto, no es "el beneficiario de la ayuda", sino el "perjudicado por la situación". También, se necesita facilidad en el procedimiento porque mucha gente ha perdido documentación. Si fuéramos un país normal y no tuviéramos la polarización que hay, alguien con visión estratégica diría de trabajar unos parámetros. Da igual , gobierne quién gobierne. La Administración tiene unas obligaciones con sus contribuyentes, cosa que ahora no existe y se está demostrando.
-¿Cuál es el principal problema para que exista esos retrasos en los pagos del Consorcio de Compensación de Seguros?
-Al final, el Consorcio es una entidad con unos funcionarios, nos decían que unas 200 personas, pero repito que esto no son las 14.000 solicitudes de La Palma, aquí hay más de 200.000 expedientes. Por tanto, esta es una situación extraordinaria. Sabemos que las aseguradoras han propuesto, y parece que ya se está trabajando en ello, que sus tasadores puedan ayudar y reforzar, pero desde el primer momento parece que no se quiere que las empresas aparezcan como salvadoras de la situación. La mejor manera sería que las compañías aseguradoras con su cliente aporten y luego ya hablarán con el Consorcio, pero parece que todo lo que viene de lo privado....
-¿En qué situación está el tejido industrial valenciano tras la Dana?
-Hemos separado los polígonos industriales, es decir, lo que es la empresa más industrial y de servicios, del comercio. Hoy por hoy, nos preocupa muchísimo el comercio, que ya tenía problemas de relevo generacional y con esto la gente aún no ha decidido si va a seguir. Cuando vas a las poblaciones y ves lo que han sufrido es cuando te das cuenta de que la magnitud es muy importante. Nos preocupa que precisamente si algo da vida a las poblaciones es el comercio y que pueda haber una caída del poder adquisitivo de los ciudadanos de esas poblaciones.
Por otro lado, nos decía la presidenta de la Asociación de Polígonos de Paiporta que el 40% de las empresas siguen paralizadas y eso significa que tienen a gente en ERTE. Veo a la ministra de Trabajo (Yolanda Díaz) muy tranquila con el hecho de que los ERTE no están aumentando. Es verdad que se han estabilizado, pero si no se dan ayudas rápidas y ágiles esto va a empeorar. Y, además, el problema es que esas industrias pierdan clientes porque si una no me puede servir, me sirve otro.
-¿La CEV ha estimado el impacto económico de la tragedia?
-La Dana se ha llevado por delante muchas infraestructuras. Ha dañado de forma increíble nuestras empresas. En este sentido, hay más de 8.100 comercios con establecimiento físico en los municipios afectados y se estima que el 64,5%, más de 5.200, han sufrido daños directos. El porcentaje es algo más bajo, pero también desolador en el caso de los locales de servicios. De unos 21.100 locales, más del 42% pueden haber sufrido daños graves. Y, aunque esto ha ocurrido en el cinturón metropolitano de València, el desánimo ha contagiado a toda la provincia y a los turistas que nos visitaban de otras partes del mundo, poniendo a prueba también nuestra capacidad de respuesta y adaptación.
-¿Cuáles son los sectores más perjudicados y que más constará que se recuperen?
-Sobre todo el metal, el agroalimentario y la madera... El sector industrial en general.
-¿Prevé el cierre de muchas empresas?
-Son decisiones del empresario. Me preocupa más el pequeño comercio que la decisión del empresario, que, en general, tiene una dimensión más grande, balances más sólidos y una capacidad de endeudamiento más amplia. De hecho, muchos no han querido meter a sus trabajadores en el ERTE por una cuestión moral y de intentar resistir al máximo posible. Recuerdo que en las dos visitas de la ministra de Trabajo vino a reñirnos porque el día de la segunda alarma hubo empresas que, con buen criterio, tomaron la decisión de que hubiera servicios esenciales y que había que trabajar. Mucho empresario ha dicho que no hace ERTE. Aquí ha habido unidad. Patronal y sindicatos, mucho antes de que viniera la ministra, lanzamos mensajes de que si alguien no podía ir a trabajar que no fuera. No hace falta que venga la ministra de Trabajo a reñirnos. Aquí nadie ha obligado a nada y si ha sido así, se denuncia. La gran mayoría de las empresas ha estado trabajando mano a mano con sus empleados y ha sido muy positivo.
- ¿Qué plan tendría que ponerse en marcha a nivel industrial para recuperarse de esta catástrofe?
-En el caso del turismo, que ya se está haciendo, al principio nadie tenía ganas de ir a cenar y hubo una caída en los hoteles y la hostelería del 70-80%. La imagen que quedó es que Valencia estaba inundada. El martes pasado tuvimos una intervención en una jornada de turismo de la CEOE y quisieron que abriéramos nosotros (CEV), trasladando una imagen de normalidad y de tranquilidad. Felicito a la organización de la Maratón de València por realizarla y trasladar tranquilidad. También, al Ayuntamiento de la ciudad por el encendido de las luces, que se lo pedimos nosotros, porque ya pasado entrecomillas el duelo hay que reactivar. Necesitamos una Valencia fuerte. Por tanto, el turismo va a tener una salida mucho más rápida con un trabajo de posicionamiento de marca. Hay que empezar a trasladar cierta normalidad porque aquí había inversiones extranjeras y sigue habiéndolas. A la vez, tenemos que trabajar en la presión en Madrid para que no se olviden de dar soluciones, pero a la vez trasladar cierta normalidad. Los valencianos tenemos esa capacidad.
-¿Se han frenado inversiones?
-No, pero lo que queremos es no frenar. Tenemos el puerto número uno, PowerCo sigue trabajando en sus instalaciones a marchas forzadas y, por tanto, debemos recuperar cierta normalidad. Lo hablamos el otro día precisamente con el 'president' de la Generalitat Valenciana (Carlos Mazón), que hay que posicionar la imagen de la Comunidad Valenciana y, para eso, nos hace falta un gobierno autonómico y central. Por ello, pedimos que empiece a haber coordinación entre ellos.
-¿Ha echado entonces en falta esa coordinación entre las diferentes Administraciones?
-No sé dónde ha habido coordinación. ¿Cómo puede ser que el vicepresidente de la Generalitat para la reconstrucción y el comisionado del Gobierno para la reconstrucción aún no se hayan reunido? Nosotros hemos pedido reunión con ambos, con los que ya he hablado, pero choca un poco que entre Administraciones no se hayan reunido. Además, está la situación en Les Corts con la bronca de esta pasada semana que no invita. No están a lo que tienen que estar, sino que están en la bronca política y eso se traslada a la sociedad.
-¿Cree que los empresarios han estado más a la altura de las circunstancias que la clase política?
-No voy a decir siempre, pero, por supuesto. Y ni siquiera hemos pedido que se nos reconozca. Hemos trabajado todos los días porque cuando hablamos de empresarios también son agricultores, autónomos... Sorprende, y es una reflexión, que tardaran tres días en actuar. La tragedia pasó el martes 29 de octubre y yo el día 2 de noviembre fui con mi mujer a ayudar a un colegio de Sedaví descargando agua, comida, pañales... Y no había nadie. Solo un bombero que era de Alicante. No había nadie más. Luego por la noche no había luz, como sigue pasando en muchos sitios. Ha sido una descoordinación absoluta.
- ¿Cree que la administración ha hecho suficiente para reflotar el tejido empresarial valenciano? ¿Están siendo las ayudas suficientes?
-De los 16.000 millones aprobados por el Gobierno, 5.000 millones son ICO y 3.500 millones son del Consorcio de Compensación de Seguros. Al final, nosotros hemos evaluado en un 9%, el total de ayudas directas a empresas y autónomos. Nosotros hemos estado pidiendo agilidad, pero hace dos semanas vino el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y nos dijo que se habían pedido muy pocas solicitudes y que se habían resuelto el 70%.
-La Generalitat Valenciana ha calculado que los daños de la Dana en la economía lastrarán dos décimas el crecimiento del PIB este año y otras dos en 2025. ¿Comparte esta previsión?
-Esas dos décimas son el vaso comunicante porque lo que no se vende aquí se hará en otros territorios. Aquí va a caer el PIB enormemente. Csreo que va a caer más de dos décimas y los dos primeros primeros años lo vamos a pasar mal porque hay muchas empresas industriales que aún no están al 100%.
-Se está ultimando un mecanismo RED para Ford Almussafes dadas las circunstancias. ¿Debe establecerse otro instrumentos similar para alguna otra industria tras los estragos de la Dana?
-Está el ERTE en esta situación. Lo único es que hay que tener presente que si uno entra en ERTE tu cliente puede haber trasladado la operación de compra a otra provincia. Además, esta el tema de que puedes meter a personal en ERTE, pero si a partir de seis meses haces un despido, tienes que devolver las ayudas. Creo que con el expediente ERTE se está bien cubierto, pero habría que limitar, por lo menos para las pequeñas empresas, lo de que pueden devolver las ayudas porque muchas no saben lo que va a ser de su vida dentro de un año. Mucha gente no se atreve a poner en marcha un ERTE porque no saben si su empresa va a tener continuidad. El sistema hay que cambiarlo.
- El Consell ha recibido un crédito sin intereses de 700 millones por parte del Gobierno para hacer frente a gastos extraordinarios por la Dana. ¿Debería ser a fondo perdido?
-Lo que hemos dicho es que en la situación extraordinaria en la que está esta comunidad, el Consell debería recibir un Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) extraordinario, cosa que no va a suceder. En este momento, lo que necesita el Consell es liquidez y, desde luego, la quita de la deuda, que nosotros apostamos por lo que dice el IVIE, que es de cerca del 79%. Lo demás son migajas y, en este momento, esta comunidad lo que necesita es liquidez, que tiene que ser vía FLA extraordinario. Si se ha hecho en otras ocasiones, primero a invitaría formalmente a la ministra de Hacienda a que venga y, segundo, le instaría a que se piense ese FLA.
-La Dana ha frenado el debate sobre reivindicaciones clave para la Comunitat Valenciana como el Corredor Mediterráneo, el canal de acceso, el acceso norte al Puerto de Valencia o la reforma de la financiación autonómica. ¿Cuándo será el momento de volver a situarlas en la agenda? ¿Tendremos reforma de la financiación en 2025?
-Como he pedido, esta comunidad necesita un FLA extraordinario mientras no esté la financiación autonómica. El fondo de nivelación lo seguimos exigiendo, pero, lamentablemente, las fuerzas políticas están más que divididas, enfrentadas y es complicado que ese debate especial sobre la financiación se resuelva y también el tema de la quita.
De esas tres cuestiones que me plantea, veo que avanza de forma más positiva el Corredor Mediterráneo porque se está trabajando. Tengo que decir que chapó por el ministerio de Infraestructuras, que sorprendentemente ha estado más entretenido con eso que con el Twitter. Y así se lo hemos trasladado porque pensábamos que esto iba a tardar más, pero se ha hecho una apuesta seria, igual que la de la Conselleria de Infraestructuras. El Corredor ya tiene plazos establecidos y tenemos un comisionado, pero no sabemos si entre Alicante y València habrá alta velocidad en el 2026, que es el plazo marcado. En cualquier caso, es verdad que ahora hay otras prioridades.
-¿Teme que haya recortes en los presupuestos de la Generalitat Valenciana de 2025 a inversiones que no sean por la Dana?
-Puede suceder. De hecho, creo recordar que el presupuesto inicial era una caída del 5% en innovación. Seguramente sucederá y habrá entidades más beneficiadas y otras más perjudicadas. Es una incógnita lo que pueda suceder. Y, por eso, es necesario un FLA extraordinario.
- ¿Va a presentarse a la presidencia de la CEOE?
-Lo he dicho por activa y or pasiva. Antonio Garamendi lo sabe y lo valora. Si Garamendi, que es una de las personas que la Comunitat más ha apoyado y él más nos apoya, se presenta, igual que hicimos en la anterior elección, que fuimos el primer territorio en apoyarle, lo haremos.
-¿Optará a la reelección en la CEV en 2026?
-Suceda lo que suceda, sí que tengo previsto presentarme para renovar en el cargo.