VALENCIA. Es canario de nacimiento pero valenciano de adopción y lleva muchas millas navegadas y muchos años de venta de embarcaciones a sus espaldas. Fernando Jiménez es, desde hace un año, presidente de la Unión de Empresas Náuticas (UEN), asociación responsable de la organización del Valencia Boat Show, cuya presidencia va con el cargo. Su llegada ha supuesto una pequeña gran revolución en el salón, que ha cambiado su ubicación, fechas, formato y estrategia. Una exposición celebrada en noviembre con vocación nacional y proyección internacional en la que sólo habrá barcos nuevos, accesorios y servicios, con dos días para probar las embarcaciones en el mar.
¿Qué encontraremos en el Valencia Boat Show?
Este año, el cambio de fechas lleva aparejado un cambio de concepto: sólo barcos nuevos. Tenemos confirmada la presencia de los mayores astilleros y marcas internacionales, que expondrán un flota de novedades en seco y a flote. Además los visitantes podrán probar estos últimos en el mar los días 31 de octubre y 1 de noviembre. El nuevo Valencia Boat Show tendrá 12.000 metros cuadrados de exposición, y más de 120 embarcaciones nuevas, 50 de ellas a flote. Además, contaremos con muchas de las novedades de 2017, que se han presentado en Cannes y que estarán en Barcelona.
¿A qué se debe el cambio de fechas?
Desde la Unión de Empresas Náuticas nos dimos cuenta de que el Valencia Boat Show tenía un modelo que había funcionado bien en años anteriores, pero ya se había agotado. El año pasado visitamos los principales salones náuticos de Europa y nos reunimos con los grandes astilleros, quienes expresaron una necesidad: pruebas de mar. Trasladamos el salón a octubre porque queríamos ofrecer barcos nuevos, con la posibilidad de probarlos en el mar, ya que Valencia y la Marina Real ofrecen esta facilidad. De este modo, quienes hayan visto un barco, en Cannes, Génova o Barcelona, pueden probarlo y tomar la decisión final de compra en Valencia.
¿Y el cambio de ubicación?
Decidimos abandonar el perímetro del Veles e Vents y trasladarnos frente a la escuela de negocios EDEM, el edificio Lanzadera y la antigua base de Alinghi por ofrecer más comodidad a los expositores. Ahora tenemos un recorrido a la misma altura, y junto a los amarres. Además la nueva ubicación elimina las zonas muertas o cul de sac, evitando que algunos expositores se sientan peor situados que otros.
Este año el salón será de pago durante cinco días…
Sí, en efecto, hemos propuesto un formato más profesional este año, con cinco días con una entrada simbólica de 5 euros, como la gran mayoría de salones profesionales del mundo, que es a lo que aspiramos; y dos días de puertas abiertas para el público en general. También ofreceremos precios especiales para colectivos, Carnet Jove, personas con licencia federativa, miembros de Anavre o jubilados con Tarjeta Oro.
¿Cómo acogió el sector el nuevo formato del salón?
La idea del cambio de fechas y concepto tuvo desde el principio muy buena acogida entre las grandes marcas, y no me refiero a los representantes locales, sino a los directores generales de astilleros como Bavaria, Jeanneau, Bénéteau, Hanse o Azimut. Valencia es un buen puerto para cerrar el circuito mediterráneo de salones. Es una ciudad amable, con buenas conexiones nacionales e internacionales, precios asequibles en alojamientos y restaurantes y buen clima para navegar en el mes de noviembre. Además, la Marina Real Juan Carlos I es un punto estratégico para que las embarcaciones pasen el invierno, con un precio asequible. La idea es que el expositor sea el verdadero protagonista del salón. Son los expositores los que, con su contribución económica, de tiempo y sobre todo de ilusión, hacen posible un evento tan costoso y complejo, y por tanto a ellos nos debemos. Esta es también nuestra apuesta.
¿Se espera una gran afluencia de visitantes?
Pues para ello estamos trabajando. Queremos transmitir bien alto el mensaje de que Valencia navega, y lo hace todo el año y de que este otoño, en el Valencia Boat Show, tendremos casi cien barcos nuevos y muchas novedades que se podrán probar en el mar y que estarán disponibles para navegar el verano que viene. Creo que el salón y todo el litoral valenciano tienen un enorme potencial como destino náutico de referencia. No en vano nos estamos convirtiendo en un importante puerto de acogida de barcos extranjeros. Yo como parte del sector me doy cuenta de que cada vez hay más extranjeros que tienen su barco en Valencia, que buscan la ciudad como destino turístico náutico. Pero somos prudentes, y conscientes de que es el primer año con este nuevo concepto.