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ENTREVISTA AL PRESIDENTE DE LA Red de Entidades Gestoras de Investigación Clínica

De Juan: "Hay que crear puestos atractivos para el investigador, pero también para el gestor de la investigación"

20/01/2024 - 

VALÈNCIA. "Hay que crear puestos atractivos para el investigador, pero también para el gestor de la investigación". Así lo cree Vicente de Juan, presidente de Regic, la Red de Entidades Gestoras de Investigación Clínica. Director gerente del Instituto de Investigación Sanitaria Incliva, del Hospital Clínico de València, señala en la importancia de una adecuada gestión de proyectos que cada vez se ha vuelto más compleja y la necesidad de formar y captar un talento que es escaso en el sector sanitario y que puede provenir de una gran variedad de disciplinas. 

Regic es la primera asociación de entidades gestoras de investigación clínica creada en España a instancia de los profesionales para compartir experiencias y crear un espacio de interacción y formación en la gestión de la I+D+i sanitaria, según ha informado el Incliva en un comunicado.

La red, que nació en 2009, es una asociación que engloba a la mayoría de las entidades gestoras de I+D+i del ámbito biosanitario en España. En su conjunto, representa una gran parte de la investigación clínica del país. En la actualidad reúne a 53 instituciones, altamente cualificadas, de prácticamente todas las comunidades autónomas, que son pioneras en impulsar el retorno económico del conocimiento. Éstas congregan a más de 12.000 profesionales. 

- ¿En qué situación se encuentra a día de hoy la investigación clínica en España?

- La investigación clínica es uno de los grandes sectores productivos de este país. El otro día estaba leyendo en unos informes de FarmaIndustria que uno de cada tres ensayos clínicos que se aprueban en Europa tienen participación en centros españoles. Por lo tanto, el Estado español es absolutamente líder en investigación clínica y es un sector de altísimo valor añadido. 900 millones al año en nuevos ensayos clínicos y que generan un empleo de mucha cualificación profesional y posibilidades terapéuticas para los pacientes. Por lo tanto, el estado de la investigación clínica y biomédica es excelente. 

- ¿Y en qué punto se encuentra la Comunitat Valenciana?

-  Como en otros sectores, Madrid y Cataluña reúnen más del 50% de este mercado, pero la Comunitat Valenciana está especialmente bien en este ámbito, y en el caso de Incliva, muy bien posicionado en ensayos clínicos en fases más tempranas en oncología. Tenemos una unidad de fase 1 liderada por el doctor Andrés Cervantes, que es nuestro director científico, que esta al nivel más alto que se puede estar en el mundo. Estamos captando ensayos de altísimo valor añadido y de mucha responsabilidad. 

Por lo tanto, el posicionamiento en general de la Comunitat Valenciana es bueno. Tenemos magníficos profesionales en investigación, tenemos buenos profesionales en la gestión y estamos perfectamente posicionados. Siempre nos gustaría un poco más, pero estamos ahí.

- ¿Cómo está la transferencia de conocimiento en el ámbito sanitario de la investigación básica a la clínica?

- Es uno de los grandes retos de los institutos, de las instituciones, de las universidades y de la investigación. Es verdad que el proceso es lento de por sí. Ya no hablamos de la investigación básica, sino de la investigación clínica en la fase incipiente cuando se decide apostar por probar un nuevo medicamento o un uso nuevo de un medicamento que ya existe para crear una nueva terapia. Estamos hablando de entre diez y doce años para llegar a la clínica. No obstante, esto tiene varias vertientes. Me gusta pensar que Incliva es un centro bien posicionado, porque tenemos la inmensa fortuna de tener un gran número de investigadores que además son facultativos, por lo tanto ven pacientes.

"Es importante conocer la necesidad del paciente y llevarla al laboratorio"

Estos facultativos se llevan al paciente al laboratorio y el camino del laboratorio a la clínica es una autopista en dos direcciones. Es igualmente importante conocer la necesidad del paciente y llevarla al laboratorio, porque así se pueden solucionar antes los problemas. A nivel de innovación sanitaria, estamos muy bien posicionados y la translación es mucho más rápida. Y en un segundo plano, colocaría la transferencia de tecnología. El ingente número de publicaciones de altísimo nivel que se hace en España. que estamos en el top 10 y el top 15, transformarlo en herramientas que lleguen al mercado, son uno de los retos que tenemos. Somos mejores en investigar y publicar que en trasladar. 

- ¿Es importante impulsar compañías en base a estudios científicos?

- Todo lo que aportemos es importante. De hecho, el otro día estábamos revisando los números de la institución y son 300 empresas spin off creadas desde el propio ámbito de las entidades de investigación, que es uno de los caminos. El investigador que da el salto de emprender y montar una compañía. Es cierto, y no podemos negar la evidencia, que todavía el tejido productivo en el ámbito biomédico en la Comunitat Valenciana no es lo suficientemente sólido para pretender que el conocimiento se genere y se quede, pero en este sentido también se ha trabajado mucho y tengo la esperanza de que en los próximos años se continúe.

- ¿Cuáles son los grandes retos a abordar desde la asociación?

- Los grandes retos son la captación del talento, obviamente. Del talento gestor. Tenemos muy buenos investigadores, tenemos muy buenos gestores, pero también cuesta encontrar y luego la formación de ese personal. La investigación es una tarea compleja, pero la propia gestión de la investigación también lo es. Y al final la misión de los institutos de investigación sanitaria y de las fundaciones es colocar en las manos del investigador todas las herramientas necesarias para que la investigación sea efectiva, práctica y competitiva. Que llegue a los niveles de excelencia, y para eso hay que acompañarlos. 

"Hace 20 años, cuando nos creamos, no teníamos ningún proyecto europeo"

Entonces, el primero reto es captar personal, formarlo y crear puestos atractivos, estables y con una carrera profesional adecuada para el personal investigador, pero también para el gestor de la investigación. Desde preparación de proyectos, ayudas a la preparación de proyectos, justificaciones, aspectos relativos a la innovación, transferencia de la tecnología o internacionalización. A día de hoy los fondos están en Europa. Hace 20 años, cuando nos creamos, no teníamos ningún proyecto europeo. Ahora tenemos 17. Hemos llegado a coordinar tres. Es una labor compleja, pero hay que acompañar al investigador. 

El investigador ya tiene bastante con lo que tiene, si ademas es un investigador clínico todavía más al sumarse la carga asistencial, que todavía sigue siendo muy pesada. Siendo Regic una entidad con tanta implantación a nivel nacional tenemos que estar y nos ofrecemos para ayudar en todos aquellos aspectos que vayan a complementar y permitir el desarrollo del sector. Estoy hablando de temas de mecenazgo, temas legislativos, carrera profesional,... Apoyar y estar ahí para aportar soluciones. 

- ¿De dónde llegan los perfiles de gestión de investigación?

-  Ya la propia investigación en las últimas décadas ha dado un vuelco. Antes estábamos hablando de personal del ámbito sanitario y ahora un grupo de investigación es mucho más heterogéneo, porque al final tienes matemáticos, estadísticos, bioestadísticos,... En el ámbito de la gestión, vienen profesionales de prácticamente cualquier sector de la ingeniería, a sectores de la economía o el derecho y a todo tipo de perfiles.

Por eso, se trata de diseñar acciones o planes formativos que permitan a ese profesional que el sector le resulte atractivo, competitivo, que le permita un desarrollo profesional y que le dé las herramientas formativas para esto. 

- ¿Sigue siendo demasiada la burocracia en la justificación de ayudas o proyectos?

- La burocracia son las reglas del juego. Pero tenemos que tener una cosa clara, y es que tenemos mucha suerte en este país porque un porcentaje muy elevado de la investigación se hace en el ámbito público, y esto es una gran ventaja porque nos permite una traslación muy efectiva de las cosas. Tenemos una estructura basada en institutos de investigación sanitaria, que en muchos casos tienen un hospital o un centro de salud. Esto acerca mucho la investigación. Pero el hándicap es que una parte de nuestros presupuestos viene de los impuestos de la gente, vía proyectos nacionales, autonómicos o europeos. 

"Tenemos mucha suerte en España porque un porcentaje muy elevado de la investigación se hace en el ámbito público"

Y aunque son competitivos, tenemos que velar porque la gestión de estos fondos se hagan dentro del ámbito público. Por eso, estas fundaciones somos integrantes ineludibles de las consellerias o de los ministerios en el caso nacional, a los que estamos adscritos y de los que somos sector público instrumental. Somos instrumentos al servicio de la política de gestión sanitaria. 

Por lo tanto, todo esto, que en ocasiones es una barrera, sigue estando y va a seguir estando. Estamos dentro del ámbito público porque la gestión de los fondos sea transparente y contemple estos requisitos. Y en un mundo ideal sería fantástico tener total libertad para operar, pero estas son las reglas del juego. La clave es que la administración apuesta porque el sector esté regulado lo mejor posible, que tengamos unas condiciones laborales, que se apruebe un convenio colectivo como se está haciendo y que, por lo tanto, podamos tener las mejores condiciones.

-  ¿Qué han aportado las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial o el cloud computing a la gestión de la investigación clínica?

- Es fantástico. Es una nueva dimensión. Es una revolución industrial, tanto en las posibilidades que permite la propia atención de los pacientes, como las posibilidades de desarrollo de proyectos científicos basados en algoritmos e inteligencia artificial, con el uso del dato, y esto que ha sido una revolución a nivel de investigación, a nivel de gestión también lo es. Ha supuesto un grado de conexión enorme. De cómo afrontemos esto va a depender en gran medida la supervivencia y el éxito futuro de las entidades. En Incliva, hemos sido pioneros en tener proyectos de big data e inteligencia artificial en consorcios europeos. Eso nos ha posicionado para tener proyectos también dentro del Perte y estamos trabajando fuertemente en este tema y para la gestión es un avance enorme. 

- ¿Limita la ley de protección de datos la investigación en el ámbito sanitario?

- Es una cuestión de equilibrio. Tenemos la fortuna de tener una legislación europea y nacional que es restrictiva en la protección del dato porque éstos son propiedad de los pacientes. E igual que el paciente dona sangre, dona sus datos para contestar preguntas que están sin contestar todavía. Pero tener una legislación nos protege y, obviamente, hay otros lugares donde el dato es más un elemento de comercio. En ese pequeño ámbito sí puede haber una ventaja competitiva, pero la seguridad de la información es absolutamente necesaria. La conselleria busca establecer todos los protocolos necesarios para que el dato pueda ser utilizado en la investigación de manera correcta y extensiva, que estos datos nuestros puedan ser utilizados a nivel de consorcios europeos, pero que se haga de la forma más segura posible. 

- ¿Ha incrementado en los últimos años el número de facultativos que se dedican a la investigación clínica?

- Es una tendencia, y los facultativos saben hoy en día que la única forma de poder ofrecer la mejor calidad asistencial para tus pacientes es conseguir compatibilizar la labor asistencial con la investigadora. Sí que es cierto que, en general, el contexto tiene que facilitar esto. La historia del médico con una carga asistencial brutal que investiga al final de la jornada por vocación, incluso ha dado resultados sorprendentes, pero no es el modelo. Las recientes reformas de la Ley de la Ciencia y de la investigación biomédica van en esta línea.

Primero, en unir para que no se pueda separar la investigación dentro de la propia asistencia y crear la figura del facultativo investigador, reconocido como tal en el sistema, que ha hecho una carrera médica y una carrera investigadora paralela y divide su tiempo entre la investigación y la asistencia a los pacientes. 

- ¿Ya está implementada la figura del facultativo investigador a nivel formal?

- La figura del facultativo investigador la crea la última reforma de la ley de la ciencia y la tecnología y la ley de investigación biomédica. Legislativamente, el desarrollo corresponde a las comunidades autónomas, y es una cuestión que hay que desarrollar. 

- ¿Hace falta un estatuto del investigador?

- No soy un experto en la materia, pero se empezó a trabajar en un estatuto del investigador y en su momento el Consell Jurídic Consultiu, en el proceso de la tramitación legal, dijo que el estatuto tal y como estaba planteándose en la Comunitat Valenciana estaba entrando en cuestiones que directamente eran de negociación colectiva, como las clasificaciones profesionales. Entonces, las fundaciones nos pusimos a trabajar en un convenio colectivo del sector. 

Pensábamos que era el abordaje que hacía falta, la conselleria también pensó que debería ser así en su momento y este convenio inició el proceso administrativo. Pero el nuevo equipo de Gobierno ha acogido esto como una cuestión prioritaria de la que vamos a tener noticias buenas muy pronto.

- ¿Hace falta más financiación privada para la investigación clínica?

- La investigación clínica en España es un ejemplo fantástico de colaboración público-privada. Lo que son ensayos clínicos y estudios observacionales en el ámbito de la investigación están entre el 86 y el 90% están financiados por contratos con la industria. Sí que hay una parte independiente que cuenta con financiación pública, porque es interesante que una parte venga por ahí. Pero, realmente, la investigación de los ensayos y estudios clínicos proviene fundamentalmente de la industria, que ha encontrado un terreno abonado con magníficos profesionales, una estructura garantista, basada en un sistema público potente y que tiene una legislación garantista de los derechos del paciente.

- ¿Qué puede hacer la Conselleria de Sanidad por la investigación clínica?

- La gestión de la sanidad es hoy en día muy compleja, muy demandante de recursos. Entonces, tener una estructura tan potente y beneficiosa para todos. Es nuestra casa. Podemos aportar mucho a la conselleria en captación de recursos y avances. El papel de la conselleria es velar porque las cosas se hagan como corresponde, de colocar la investigación en el punto en el que debe estar y apoyar y escuchar a las entidades. Recientemente se ha creado un segundo servicio dentro de la dirección general de Investigación precisamente para esto. Para ayudarnos, coordinarnos y trabajar en busca de consorcios. Entonces, le podemos pedir que haga lo que ya está haciendo. 

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