VALÈNCIA. Grupo Ascires, al que pertenece Eresa, empresa que presta el servicio de resonancias magnéticas en la mayoría de hospitales públicos valencianos, ha instalado una unidad móvil de resonancias en el Hospital de La Ribera, que hasta el pasado mes de marzo era gestionado por Ribera Salud en régimen de concesión.
Desde hace unos meses, la Conselleria de Sanidad ha tomado diversas medidas para reducir la lista de espera del departamento en el área de imagen, como derivar pacientes a una clínica privada para la realización de ecografías. De nuevo, el departamento de dirige Ana Barceló justifica su decisión en la lista de espera de resonancias que el nuevo equipo encontró cuando Ribera Salud dejó la gestión el pasado marzo.
La cuestión es que en pleno proceso para internalizar el servicio en el resto de departamentos públicos, la gerencia ha recurrido de nuevo a la compañía dirigida por la familia Saus que, desde 2008, a través de la UTE Erescanner Salud, lleva realizando las resonancias de prácticamente toda la sanidad valenciana, menos en los departamentos de concesión -como hasta marzo era La Ribera- y el Hospital Dr Peset. En el mes de octubre, la UTE Erescanner -controlada por Eresa- finalizó su contrato con la administración pública pero actualmente sigue prestando el servicio debido a problemas con la subrogación del personal. Desde entonces, cobra por el servicio mediante expedientes de enriquecimiento injusto.
"A día 31 de marzo de 2018, último día de la gestión privada del Hospital de Alzira y de su Departamento de Salud, el centro alcireño tenía una lista de espera de 5.900 resonancias pendientes de realizar, citadas y no citadas. Para hacer frente a estos datos, la actual dirección ha tenido que adoptar medidas puntuales, de carácter excepcional", señalan desde el departamento que dirige Ana Barceló. La conselleria también apunta a la obsolescencia de los dos equipos de resonancia magnética con los que cuenta el hospital, con 13 años de antigüedad, lo que provoca continuadas averías en estos equipos.
Según apuntan desde Sanidad, entre abril y diciembre de 2018, el Hospital de la Ribera ha realizado un total de 13.033 resonancias magnéticas y 23.124 ecografías, esto es, un 25,4% y un 19,5% más que durante el mismo periodo de 2017. "Este tipo de medidas han sido mayoritariamente bien acogidas por los pacientes que, en una encuesta llevada a cabo el pasado mes de agosto, valoraron positivamente en un 95,6% de los casos el uso de una unidad móvil para reducir la lista de espera generada", aseguran desde la conselleria, a pesar de las frecuentes críticas respecto a fórmulas privadas.
Cabe recordar el baile de cifras que se dio entre la conselleria y la empresa privada cuando la primera decidió derivar las pruebas de ecografía a una clínica privada para reducir la lista de espera. Desde Sanidad aseguraban que, cuando el departamento revirtió a la gestión pública, las pruebas pendientes eran de 10.011 ecografías. Una cifra que distaba mucho de la proporcionada por la compañía, quien apuntaba a 3.700 ecografías pendientes en su marcha entre citados y no citados y una demora media de 70 días. Unos datos que, a priori, estaban recogidos en la plataforma de la sanidad pública Alumbra pero que se triplicaban dependiendo de si era aportada por la administración o por Ribera Salud.
Este viernes, el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) también publicaba el nombramiento de Isabel González como gerente del Departamento de La Ribera. En el mes de septiembre, la Conselleria de Sanidad sacó la plaza a convocatoria pública de libre designación, ya que González se encontraba desde el 1 de abril de forma provisional en el puesto. Como era de prever, ha sido Isabel González quien ha refrendado su continuidad en la plaza.