es el grito de todo un sector, tras grastrónoma 2018

Es momento de creérnoslo

Cocineros (cocineras), jefes de sala, sumilleres, agricultores, estudiantes, periodistas y todo un crisol de profesionales de la cocina. El sentimiento es unánime: València, y esta feria, es ya un destino imprescindible para entender la gastronomía Española

| 14/11/2018 | 2 min, 29 seg

Basta ya de tanta prudencia; ya está bien de tanta (falsa) modestia y de tirar piedras sobre nuestro propio tejado. Es momento de creérnoslo.

Más de 17 mil visitantes y un 30% más de profesionales; 40 Estrellas Michelin y ponencias a la altura del mejor congreso gastronómico del planeta; nombres de vértigo pero también currelas del bar de la esquina —charlas, conferencias abiertas al público y catas de vino para el recuerdo. La ruta de la seda (con cocinas de todo el mundo), productores de nuestra contornà, el primer foro dedicado a las mujeres en la gastronomía (que Gastrónoma ha amparado), debates, desayunos profesionales y miles de estudiantes con hambre de conocimiento y los nervios a flor de piel. Qué bonito esa sensación de formar parte de algo más grande, ¿verdad?

Quique Dacosta, Kiko Moyá, Begoña Rodrigo, Bernd Knöler, Vicente Patiño o Jose Manuel Miguel; Los hermanos Torres, Eduard Xatruch de Disfrutar (esta ponencia nación en la aquella maravillosa presentación del Anuario Hedonista 2018) o Diego Sandoval de Coque. Los más grandes, pero también casas de comida y tabernas de barrio; también queserías artesanels, productores de aceite, setas de Segorbe, panes de masa madre, ¡arroces!, salazones y guisos. Esta es la feria de todos y para todos. Al fin.

Gastrónoma 2018 marca un antes y un después para València”; lo dice Luis Valls de El Poblet y yo no sé si exagera un pelín, pero sí sé que todos los que hemos pasado por la feria nos vamos con la sensación de que en esta plaza hay que estar, que este es el (o al menos, uno de ellos) punto de encuentro que necesitaba la gastronomía de la Comunidad Valenciana para sentar las bases de un presente luminoso.

El I Premio Chef Gastrónoma que, merecidísimamente, ha recibido Óscar Torrijos de manos de sus compañeros, el homenaje póstumo por 'Toda una vida' a Salvador Gascón de Casa Salvador o las paellas a leña que se han retransmitido por streaming desde Matalascañas hasta Japón. Me constan visitas desde Tokio, ¿no es genial? 

Ahora es momento de brindar por lo vivido y de reflexionar (para crecer); es momento de mirar hacia atrás pero sobre todo de mirar hacia adelante, de tomar nota de cada una de las visitas con las que hemos sido honrados (no os perdáis alguna de las entrevistas en Plaza Radio) y especialmente de creérnoslo. Porque yo no tengo dudas: es momento de creer.

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