VALÈNCIA (EP). El Gobierno se ha ofrecido a acoger a refugiados ucranianos llegados a Moldavia y va a enviar a este país 30 toneladas de ayuda humanitaria y un hospital de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) para ayudarle a hacer frente a la crisis humanitaria a la que se enfrenta por el conflicto en la vecina Ucrania.
Así lo ha anunciado en rueda de prensa en Chisinau el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, en rueda de prensa con su homólogo moldavo, Nicu Popescu, quien ha reconocido que el país afronta "una crisis humanitaria sin precedentes".
De los más de 3 millones de ucranianos que han huido de la invasión por parte de Rusia, más de 300.000 lo han hecho vía Moldavia, ha explicado el ministro moldavo, precisando que en el país permanecen unos 100.000, lo que representa en torno al 4 por ciento de la población.
Además de la ayuda que la UE ha brindado ya a Moldavia, con asistencia humanitaria por 100 millones de euros y otros 60 millones para hacer frente a las necesidades energéticas ante su dependencia de Rusia, Albares ha asegurado que "España va a seguir trabajando para paliar esta situación".
En este sentido, ha indicado que ya están de camino 30 toneladas de ayuda con material para atender a los refugiados ucranianos que se espera que lleguen este fin de semana y también llegará "en breve", una vez completados los trámites, el hospital de que dispone AECID.
El ministro se refería con ello al Equipo Técnico Español de Ayuda y Respuesta en Emergencias (START, Spanish Technical Aid Response Team), compuesto por un hospital de campaña con capacidad quirúrgica, así como de hospitalización para un total de 20 pacientes, y su personal lo conforman unos 60 profesionales (si se despliega el hospital completo), incluidos especialistas en logística, acción humanitaria, apoyo psicosocial y profesionales de la salud.
Además, Albares ha trasladado a Popuescu la disposición de España a acoger a refugiados ucranianos en los tres centros que ha abierto hasta el momento el Gobierno en Barcelona, Madrid y Alicante, si bien no ha ofrecido detalles en cuanto a cómo se llevaría a cabo este proceso de reasentamiento ni qué cantidad de refugiados se acogería.
Por otra parte, el ministro de Exteriores ha asegurado a su homólogo que "Moldavia no está sola" y ha dejado claro que tanto España como la UE defenderán la soberanía e integridad territorial de los países y su derecho a poder definir su política interior y exterior.
Además, ha señalado que "hay un futuro común en la familia europea para Moldavia", después de que Popescu haya manifestado la voluntad de su país de entrar en la UE, para lo cual ya han presentado formalmente su solicitud de adhesión.
A este respecto, Popescu ha puesto en valor las reformas acometidas por su país y ha confiado en poder contar con el apoyo de España para afrontar cuestiones como la lucha contra la corrupción o el crimen organizado.
En otro orden de cosas, Albares ha defendido que lo mejor es no dar pistas respecto al armamento que se está enviando a Ucrania. "Cuanto menos se hable de ello, se detalle, se hagan hipótesis, mejor", ha defendido, subrayando que es también mejor para que el Ejército ucraniano pueda defender a los civiles y para que "la guerra termine lo antes posible". "Es lo único que pedimos a Vladimir Putin, que ponga fin a esta guerra", ha recalcado.
Por su parte, el ministro moldavo ha subrayado que aunque el Gobierno está centrado en mantener la estabilidad y la calma y atender a los refugiados ucranianos, "se prepara también para diferentes escenarios y posibilidades que puedan ocurrir", en referencia a un posible ataque por parte de Rusia.
Por último, Albares ha sostenido que la relación bilateral "tiene que ir más allá de esta crisis", recordando que este año se cumplen 30 años del establecimiento de relaciones y que la última y única visita de un ministro español al país se produjo en 2008.