Más de 22 horas de música de todas las latitudes del mundo, desde África hasta el Amazonas, desde Centroeuropa a Estados Unidos, compuesta entre el siglo XIX y 2019. Una cuidada (y nada obvia) selección de canciones confeccionada con entusiasmo por veinticinco melómanos procedentes de distintos ámbitos del sector cultural valenciano
VALÈNCIA. Las cinco listas que hemos confeccionado son un homenaje colectivo a todos aquellos que asisten a conciertos todas las semanas; a los que continúan comprando discos y a los que recorren cientos de kilómetros un miércoles laborable para escuchar a una banda en otra ciudad. Para aquellos que nunca saben cuál es la “canción del verano” ni han visto OT en su vida. Sobre todo, para aquellos que fluyen con naturalidad por todos los géneros musicales, ya sea clásica, electrónica, jazz, punk, garage o bossa nova. Esta selección es pura promiscuidad musical. Un punto de encuentro para descubrir títulos nuevos y para reencontrarse con otros que quizás permanecían olvidados en nuestra memoria.
Han contribuido a ellas Guillermo Cerdá, cofundador del sello discográfico Abstrakce Records y dj bajo el pseudónimo de Gamelán Psíquico, y los músicos José Guerrero (Betunizer, Cuello, Rastrejo, Segunda Persona, Chaval), Fernando Junquera (Negro); Damià Llorens (We are Not Brothers); Monty Peyró (Femme Fractal, Gran Quivira); María Gea (La Plata), Jussi Folch (Aullido Atómico, Chaval) y Pablo Maronda (Maronda). Han aportado ideas conjuntamente los miembros de Güiro Meets Russia y Nomembers, así como la tatuadora y dj Nathalie Magdenel; el fundador de la tienda Flexidiscos y baterista Óscar Mezquita (Futuro Terror, Tipex, Zanussi); el anticuario y crítico de música clásica Joaquín Guzmán; el ilustrador Luis Demano; los programadores Guillermo Arazo y Jose de Rueda de 16 Toneladas, y las fundadoras de la compañía teatral Colectivo Miss Panamá (María Salguero y Blanca Añón). Después de observarle saltando entre el público durante el concierto de Superchunk en Rambleta la semana pasada, no hemos podido evitar meter en el juego también al concejal Giuseppe Grezzi (con resultados muy interesantes, todo sea dicho). En este enlace se puede acceder a la lista completa de canciones y el autor de la recomendación.
Empezamos.
“Si estoy en la playa, prefiero que no haya música. Mola más escuchar el mar. Pero si estuviese en una casita al lado del mar, haciendo una barbacoa a mediodía y remojándome en la piscina, me pondría música animada y con mucho ritmo, africana, latina, jamaicana, como Boniface Koufoudila, Nora Bean, Sambingó o Fela Kuti”, comenta José Guerrero.
Fernando Junquera: Showrooms, de Sam Prekop, es muy de cocinar en verano, con vino blanco (mejor acompañado por un amante). Básicamente es un flow bossa/jazz, un caramelo que entra solo y que es para todos los públicos (en el buen sentido). El verano se te convierte en una postal con esto”. El músico valenciano recomienda también al grupo barcelonés Me and the Bees. “Tiene muchos temas para la playita. Pop luminoso con un toque ácido siempre para que no se quede en algo muy ñoño. Amor infinito”.
Guillermo Arazo: Summer wine, de Nancy Sinatra & Lee Hazlewood es una canción de verano que no te saca los colores al escucharla. Y, como el vino, mejora con el tiempo.
Pablo Maronda: “El disco entero de Little Joy, proyecto de un sólo disco del batería de los Strokes, Binki Saphiro y Rodrigo Amarante. Me pone de muy buen humor”.
Como era de prever, a Damià Llorens de We are Not Brothers no le entusiasma el plan playero. recomienda I saw your mummy dead, de Suicidal Tendencies. “Me transmite buen rollo al mismo tiempo que ganas de matar al primero que se me pase por delante”. La artista valenciana Monty Peiró es de su cuerda: “Odio la playa, así que si tuviera que pasar un verano allí, me encerraría en casa a escuchar a Emily Elbert. También The Killing Type, de Amanda Palmer. Esta canción tiene toda la violencia que me genera pensar en una playa, así que la declaro oficialmente mi canción del verano”.
Giuseppe Grezzi: “Musicalmente tengo gustos muy eclécticos; con los años he ido ampliando mi paleta sonora, desde la época de adolescencia, cuando era un heavy/grunge empedernido y bastante dogmático. Ahora me deleito con todo tipo de música, desde africana al blues del desierto de los malienses Ali Farka Touré; del hardcore de Fugazi a Battiato o Patti Smith, del bepop al blues de Robert Johnson y a Woody Guthrie; de Jimi Hendrix a CCCP (la pionera banda de punk situacionista italiana), de PJ Harvey o las Chillers, que ahora me chiflan, junto con la hornada de bandas de chicas que están saliendo ahora en España. Total, que me emociona toda la música y tengo hambre permanente de descubrimientos y de recuperación de clásico ocultos o no”. Para un verano de playa, el concejal propone un clásico; el recopilatorio que realizó Lenny Kaye, futuro guitarrista de Patti Smith Group, para la revista Rolling Stones: Nuggets: Original Artyfacts from the First Psychedelic Era, 1965-1968.
Jose de Rueda (Pepito), programador en la sala 16 Toneladas recomienda música surf, como Surfin´Hootenanny, de Al Casey y Luau, de The Beach Boys.
Desde la compañía Colectivo Miss Panamá nos dirigen hacia el italo-disco (La Dolce Vita, de Ryan Paris). “Me huele a bronceador solar de zanahoria”, apunta María Salguero.
Jussi, de Aullido Atómico, recuerda al gran Joao Gilberto, fallecido esta misma semana. “No podemos pasarlo por alto, pero para no caer en demasiados lugares comunes y hacerle igualmente homenaje, yo escucharía el disco Chove Chuva de Jorge Ben”.
José Guerrero: “En la carretera mejor música tranquila no muy estridente, como Bill Callahan, Milton Nascimento & Lô Borges, Cass McCombs o Amen Dunes".
Guillermo Cerdá: “Dejando a parte el Autobahn de Kraftwerk, para un road trip no hay nada como un buen disco con toques kosmische. Me parece la banda sonora perfecta: sin voces, ritmos repetitivos, que te invitan a moverte, avanzar, pero al mismo tiempo resultan relajantes El disco entero de Jonathan Fitoussi con Clemens Hourriere sería un buen ejemplo”.
Para este apartado, Fernando Junquera tiene varias opciones. “Time to tell, de Cosey Fanni Tutti es uno de los temas más increíbles para oír en cualquier momento del día. Sencillamente te atrapa. Te metes en una carretera recta; observas cómo pasan las imágenes delante de ti y dejas que Cosie te hable al oído. Ideal para que te mates en la carretera. Será la banda sonora del futuro distópico en el que nos encontramos”.
Damià (We are Not Brothers): "Whip it, de Devo. Más que nada porque era el único CD que tenía en mi último road trip, de EE.UU. a Canadá y me trae buenos recuerdos: Devo y yo solos ante carreteras interminables, bosques titánicos y grandes animales muertos en el arcén a cada 100 metros".
Guillermo Arazo: "Yo, como canta la Rosalía, llevo a Camarón en la guantera. La Biblia. Tra tra. Y de lo nuevo: Me miras pero no me ves, de María José Llergo o Cavalry, de Mashrou' Leila".
Pablo Maronda: "Precisamente vengo de un largo viaje en coche y no he parado de darle cancha al Rest, de Charlotte Gainsbourg".
Joaquín Guzmán: "Cualquiera de entre cuarenta canciones de Destroyer. Gracias a Dios Destroyer existe y te hace corto cualquier viaje".
Monty Peiró: "Vodun son el grupo que más me interesa actualmente dentro del hard rock/heavy metal. Creo que aportan justo lo que el género necesitaba para no morir de aburrimiento y sepultado entre clichés. Spirits Past es una canción perfecta para perderse por carreteras".
Jose de Rueda propone a Hank Williams. “Creo que el country es la música de carretera por excelencia y este es uno de los padres del género”.
La actriz y dramaturga María Salguero lo tiene claro: Orbis Part 3:Terraforming, de Egyptology. "Escuchada en bucle es capaz de convertir un viaje entre Murcia y Albacete en pleno agosto en un paisaje lunar, y tu Fiat Punto en una nave interestelar. También soy muy fan de los clásicos del folclore y pop español para cantar a pleno pulmón conduciendo, tipo Como una Ola, de Rocío Jurado o Te estoy amando locamente, de Las Grecas, temas muy catárticos y recomendables para la Nacional 332 en verano".
Jussi Folch: “En la última gira con Chaval escuchamos el ultimo disco de Low una y otra vez sin cansarnos. Perfecto para hacer kilómetros y gozarla”.
Guillermo Cerdá: “La ciudad me gusta cada vez menos, así que si me tuviera que quedar en la ciudad en verano me pondría música que me llevara lejos mentalmente. Climatery sería el ejemplo perfecto; exótico e hipnótico, aunque grabado en una ciudad”. (Abstrakce Records acaba de reeditar en vinilo el disco del mismo nombre en el que se incluye este maravilloso tema).
Fernando Junquera: The Sprawl Sonic Youth. “Mis padres no han tenido mucha pasta para pasar los veranos fuera de la ciudad, así que esta es fácil. Escucho el Daydream Nation todos los veranos. Me hace entrar en un estado de paz y de descanso psíquico. Esta canción te puede llevar a la época en que los Youth grabaron el disco, que fue durante el agosto de 1988. Por lo visto hacía bastante calor. Calles desiertas de megalópolis, ambiente cargado, una ciudad durmiendo, un bar donde tomar la última copa, el brillo de los semáforos, camiones recogiendo la basura, volver a la casa solitario, un camino largo por los sitios más recónditos de la ciudad. El final del tema es un entramado de guitarras muy bello con un arreglo de acoples de guitarra marca de los neoyorkinos que es bastante sublime”.
Damià (We are Not Brothers): "Por buscar un símil con las condiciones refrigerantes... coldwave a saco. Hay un recopilatorio titulado So Young But So Cold : Underground French Music 1977 - 1983 que es maravilloso".
Guillermo Arazo: "Ante la carencia de aire acondicionado, me refugio en las melodías gélidas del electro islandés o en el tórrido folk americana. Así salto del country alternativo de Daniel Romano o de Zane Williams al frío post-rock minimalista de Sigur Ros o Apparat Organ Quartet. Depende de cómo marque el mercurio”.
Pablo Maronda: “Un recopilatorio de Joao Gilberto, de esos que encuentras a porrillo en la FNAC, doble o triple, para encarar una dura jornada laboral con sonidos de otros hemisferios donde el verano es un idilio entre el atardecer y paisajes soñados”.
Monty Peiró: Sister Rosetta Tharpe. Aunque estés en casa pasando calor, ella te cuenta que sigue habiendo una luz en tu interior y te devuelve las ganas de vivir. La cantante y guitarrista valenciana también recomienda Com una Boira, de Maria del Carme Girau. “Hace poco tuve el placer de entrevistar a esta pionera de la música valenciana y me flipó lo bien que siguen sonando sus canciones. Esta tiene 55 años y te recuerda en clave jazzy que el verano pasará pronto”.
Blanca Añón de Colectivo Miss Panamá: "Si se da esa situación es porque tengo que quedarme currando, y para esto no hay nada como Eliane Radigue en loop; concretamente el álbum Trilogie de la mort".
Guillermo Cerdá: "La verdad es que la montaña es una banda sonora en sí misma. Es alucinante la de sonidos diferentes que se pueden ir escuchando a lo largo del día si prestas atención, dependiendo de qué animales estén activos y/o cercanos en cada momento... Pero bueno, si hay que ponerle banda sonora, diría este maravilloso poema musicado de Pablo Guerrero y Finis Africae (La Pedriza), que habla básicamente sobre piedras".
Fernando Junquera: BAGA BIGA HIGA, de Mikel Laboa. “Cuando giré por primera vez por el País Vasco escuché este tema y me estremeció. También oí el disco de Akauzazte; lo llevábamos junto al de Laboa en el coche mientras íbamos por las carreteras de Azkoitia, Getaria y demás, pillando carreteras preciosas entre montañas con árboles enormes y pueblos perdidos de la mano de Dios. Básicamente el paisaje montañoso amplificaba el significado de la música y hacía que entendieses mucho mejor un lenguaje que parecía incomprensible. Tengo la sensación de que gran parte de la música vasca no se puede comprender sin ir allí y ver dónde viven, cómo viven y cómo hacen las cosas”.
Guillermo Arazo: "Cualquier pieza de Grouper, el alter ego de Liz Harris. Una de las figuras más interesantes de la música ambient y de la creación de paisajes sonoros. Con su obra Ruins ya puedes perderte por la espesura (del arbusto o mental). Lo lúgubre nunca ha sonado tan bien".
Pabla Maronda: El parco Silver And Gold de Neil Young, grabado acústica y armónica en ristre, me parece perfecto para hacer un fuego bajo las estrellas.
Joaquín Guzmán: aquí sí que me tengo que poner en modo sinfónico. Por la grandeza que evocan, recomiendo la Sinfonía Alpina de Richard Strauss; la Tercera de Gustav Mahler y la Cuarta Romántica de Anton Bruckner.
Grezzi: "Cualquier de Morphine (una banda a reivindicar; acabó demasiado pronto por la muerte repentina del cantante Mark Sandman). Música orgánica sin imposturas".
Guillermo: “Viajar cansa, así que buscaría algo plácido para poder relajarme. Temas largos que te hagan flotar, como Rain forest music, de JD Emmanuel, que por cierto evoca mucho a los bosques y la montaña de las que hablábamos hace un momento”.
Fernando Junquera: Without a beginning or end, de Celer, te transporta a un mundo de ingravidez, de epifanía y de viaje sonoro que es difícil no pensar que estás volando”. Entre otras canciones, destaca también Strumming music, de Charlemagne Palestine. “Música de vanguardia, minimalista, en la onda de transportación de Terry Riley, la Monte Young o Steve Reich”. O Nuwav2, de Terekke. “Un disco para desaparecer del mundo. El disco de ambient que más oí el año pasado”.
Damià (We are Not Brothers): Depende del destino, pero así en términos generales, rock psicodélico alemán de los 70, el mal llamado krautrock. Cualquier disco de Can, Neu!, Faust o Harmonia o Amon Düül me vale.
Pablo Maronda: “El segundo disco de los Shadow Puppets. Soy muy fan de Alex Turner y la continuación de aquel Age of the understatement de hace casi diez años, me tiene subyugado casi tanto o más que el último de los Arctic Monkeys”.
Monty Peiró: "Me relaja bastante pensar que el rock está en buenas manos y Mafalda son uno de esos grupos jóvenes que me aportan la paz necesaria para disfrutar de un vuelo. También recomienda You Got it, de Candela Roots. “Esta canción siempre me hace sonreír, que es algo que generalmente hago poco en los aviones”.
Grezzi: “Kamasi Washington. Jazz total que te proyecta en una zona entre cielo y la tierra”.
Jussi: “Me pondría los discos de la Yellow Magic Orchestra; con eso tienes para darte un par de vueltas al globo. Sonidos de la primera electrónica loca, que siguen siendo auténticas obras de arte. Si te los quemas antes de llegar a tu destino luego puedes seguirles la pista a sus componentes, Sakamoto, Hosono y Takahashi”.