VALÈNCIA( EFE). El secretario general de Podem en la Comunitat Valenciana, Antonio Estañ, considera que no es el momento de "meter en el congelador" la agenda del pacto de gobierno del Botànic, sino de esforzarse en garantizar su cumplimiento, y avisa de que queda aún un cuarto de legislatura y "mucho por hacer".
"El año 2018 debe ser fundamental para resolver si el cambio valenciano es irreversible, o si acaba resultando una oportunidad perdida", asegura Estañ en una entrevista con la Agencia EFE, en la que asevera que no pretenden "aumentar la presión" a sus socios de gobierno "cuando no sea necesario".
Asegura que la relación entre PSPV, Compromís y Podem será "buena" si hay intención de "seguir avanzando", pero si ven algún intento de "congelar la actividad política, habrá más momentos de tensión democrática", la cual "forma parte de la política".
El dirigente de Podem afirma que, a día de hoy, ve complicado que el PP pueda volver a gobernar en la Comunitat, pero alerta de que, en cualquier caso, eso dependerá también "del trabajo que haga el Botànic y de que cumpla las expectativas y dé a la gente la percepción de que su vida está mejorando con este Gobierno".
En su opinión, quedan aún por resolver "aspectos centrales", como el papel de las diputaciones, la defensa del territorio y el modelo productivo y laboral, y en ocasiones echa en falta más "valentía y decisiones más firmes" en lo que respecta a las medidas estructurales.
Estañ avanza que Podem trabajará este año para que haya unas "prioridades firmes" en defensa de los intereses de la ciudadanía y para asegurar que el cambio en la Comunitat "sigue avanzando frente al contexto recentralizador estatal".
Preguntado sobre hasta cuándo se mantendrá el pacto del Botànic, afirma que este "se romperá en cuanto deje de respetarse", pero recalca que la disposición de Podem es llegar a acuerdos y mantener la mano tendida, y solo si observan una "falta de voluntad política" para tomar decisiones habrá que plantear "alguna reformulación".
A su juicio, a veces no se acaba de ver que haya "una dirección común" en los partidos del Botànic ni que todos compartan "las mismas prioridades", y lamenta que haya "cierta cautela" a la hora de adoptar medidas estructurales porque se está "pensando en las elecciones".
Asegura que trabajarán para que haya unos cuartos presupuestos de la Generalitat aprobados por los socios del Botànic y que sean incluso "más sociales y mas progresistas" que los actuales, de los que se sienten "bastante orgullosos" tras haber logrado incorporar propuestas "que amplían los derechos de los ciudadanos".
En la negociación de las cuentas de 2017, según admite, hubo "cierta tensión", aunque lo considera "lógico cuando te estás jugando algo tan importante como son los últimos Presupuestos completos" de la legislatura, y asevera que no ha notado un "cambio sustancial" en la relación interna entre estos partidos.
Sobre uno de los puntos de conflicto en el Botànic, la implantación de una tasa turística en la Comunitat, anuncia que van a presentar una propuesta de reforma más global del modelo de turismo, porque aunque la tasa es "importante" no hay que quedarse solo ahí.
A su juicio, el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, está planteando un modelo de turismo en la Comunitat como "tierra de acogida", lo cual está "muy bien", pero "lo fundamental" es cómo se aseguran los derechos y cómo se protege a este territorio de la "erosión" que supone el modelo que todavía pervive.
Estañ señala finalmente que no cree que haya argumentos para plantear elecciones anticipadas en la Comunitat Valenciana e insiste en que, cuanto más tiempo se mantenga al PP fuera del gobierno, "mejor para la sociedad valenciana y mejor para ellos, para que realmente puedan regenerarse".