VALÈNCIA (EFE). Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona celebrarán mañana lunes una reunión por videoconferencia en la que debatirán sobre las prioridades de los planes de reformas e inversiones que están elaborando los países para beneficiarse del fondo de recuperación europeo.
Al encuentro se sumará el exsecretario del Tesoro estadounidense Larry Summers, que trabajó con las administraciones de Bill Clinton y Barack Obama, para debatir sobre el futuro de las relaciones entre la Unión Europea y Estados Unidos en materia económica, a apenas dos días de que los demócratas vuelvan a tomar las riendas de la Casa Blanca con la presidencia de Joe Biden.
Los planes de recuperación son imprescindibles para que los países puedan recibir su parte de los 672.000 millones de euros que tendrá el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, del que a España le corresponden hasta 140.000 millones de euros, 60.000 millones en transferencias a fondo perdido.
La Comisión Europea ya debate los borradores de estos planes con varios países, entre ellos España, para asegurar que las reformas e inversiones cumplen con los requisitos para que dé luz verde.
Aunque el fondo de recuperación está diseñado para todos los Estados de la UE, el Eurogrupo se ha propuesto coordinarse para asegurar que los planes respetan las recomendaciones de Bruselas para la eurozona.
"El objetivo del presidente (Paschal Donohoe) es que los diferentes planes de los países del euro constituyan un todo coherente y sumen algo más grande que los ingredientes individuales", explicó una fuente europea.
Aunque los Gobiernos trabajan ya en estos planes, no podrán remitirlos oficialmente a Bruselas hasta que no entre en vigor la regulación del Mecanismo, que aún debe ser aprobada en pleno por la Eurocámara, previsiblemente en febrero.
Este reglamento exige que los planes nacionales ayuden a abordar "todas o un conjunto significativo" de las recomendaciones económicas que Bruselas dirige cada año a los países.
Para España, las de 2019 y 2020 incluyen, entre otras directrices, combatir la pandemia; mejorar los sistemas de apoyo al empleo, de ayudas a las familias y los regímenes autonómicos de renta mínima; asegurar la sostenibilidad de las pensiones; centrar las inversiones en la transición digital y ecológica; y mejorar la coordinación entre administraciones.
Además, los parlamentos nacionales aún tienen que ratificar la legislación que permitirá a la Comisión emitir la deuda para financiar el fondo.
Los ministros debatirán, por otra parte, sobre los desequilibrios macroeconómicos detectados en los Diecinueve, después de que la pandemia haya frenado la corrección que se había iniciado en el último lustro tras la crisis financiera.
"Preocupan sobre todo el aumento de los ratios de deuda pública y privada, los posibles efectos sobre el crecimiento de los salarios y la productividad y los balances de los bancos", apunta una fuente europea.
Se da además el caso de que los países que más desequilibrios arrastraban son también los más golpeados por la pandemia y, por ende, los que más se beneficiarán del fondo, de modo que se prevé que sus ministros informen a los socios de "cómo planean hacer el mejor uso de los fondos que la UE le está dando".
Italia, España y Polonia son los principales receptores.
Por último, los ministros del resto de la UE se incorporarán a la reunión para el debate con Summers, quien participa en calidad de académico aunque conoce bien a las administraciones demócratas, que se centrará en la política financiera y monetaria.