VALÈNCIA (EFE). En los últimos años han visto la luz una serie de novedades tecnológicas que han supuesto un antes y un después en nuestros hábitos y formas de consumo. Un claro ejemplo de ello es el sistema cashless para eventos que permite realizar pagos de forma rápida y sin contacto físico a través de cualquier dispositivo móvil con acceso a internet.
Una alternativa que no ha parado de ganar adeptos desde la irrupción de la covid-19 y que parece estar acelerando lo que, a estas alturas, parece ya inevitable: la desaparición del dinero en efectivo.
Además de resultar mucho más rápido y cómodo, el cashless payment o pago sin efectivo supone todo un avance en materia de seguridad al permitir todo tipo de transacciones económicas sin necesidad de contacto físico entre el pagador y el cobrador.
Un asunto no menor en una época como la que estamos viviendo y que ha provocado que la mitad de los usuarios de tarjetas de crédito hayan incrementado el número de pagos que realizan mediante dispositivos equipados con esta tecnología, tal y como asegura un reciente estudio de UniversalPay.
Según este, dos de cada diez personas eligen el cashless payment como método de pago habitual para sus compras diarias. Una cifra que aumenta considerablemente en los menores de 40 años, el sector poblacional que más ocio consume.
Algo que saben a la perfección los organizadores de los eventos más importantes del panorama nacional e internacional, donde los pagos sin contacto físico son ya toda una realidad.
Basta con echar un vistazo a festivales como el PortAmérica, el SanSan Festival, el Cruïlla, el The Music Republic, el Reggaeton Beach Festival, Donostia Festibala, Iberia Festival o el reputado Lollapalooza, donde los pagos en efectivo han sido sustituidos por los pagos cashless.
Eventos, todos ellos, en los que los visitantes acceden y realizan sus pagos con tarjetas o pulseras que se sirven de tecnologías como la RFID (identificación por radiofrecuencia) y la NFC (comunicación de campo cercano).
Dos sistemas que pueden integrarse en infinidad de soportes, ya que basta con insertar un diminuto chip en la superficie o en el interior de cualquier objeto para que este pueda transmitir información del portador en tiempo real con tan solo acercarlo a un poste receptor.
De ahí que, cada vez más festivales, parques de atracciones, centros deportivos, piscinas municipales, residencias, hospitales, conferencias, ferias y todo tipo de reuniones donde se producen grandes aglomeraciones se estén sumando a esta revolución tecnológica.
Los principales beneficios que ofrecen las pulseras con chip RFID y NFC son:
Por suerte, cada vez son más las empresas especializadas en el diseño, puesta en marcha y desarrollo de planes de gestión de eventos seguros que ofrecen tarjetas, pulseras y todo tipo de wearables con chips NFC y RFID.
Un buen ejemplo de ello es Safety Global, la firma responsable de las pulseras NFC y RFID de la mayoría de eventos mencionados en este artículo.
Una compañía especializada en gestión de accesos y validación de entradas en grandes eventos que se apoya en los últimos avances en tecnología de la seguridad para ayudar a sus clientes a organizar eventos vanguardistas y 100% seguros.
Algo que, hasta hace muy poco, resultaba prohibitivo para gran parte de los promotores y que, hoy en día, gracias a la aparición de proyectos como Safety Global, está al alcance de cualquier evento, independientemente de cuál sea su tamaño y su presupuesto.