VALENCIA. La impresión 3D está revolucionando todos los campos, también el de la medicina y la empresa Exovite ya lo está haciendo a través de la creación de férulas a medida que permite sustituir a la habitual escayola para rehabilitaciones y roturas. Juan Monzón es el impulsor de esta empresa aragonesa. “Yo vengo de algo que no tiene nada que ver, del marketing y la publicidad, pero trabajaba en Telepizza, pero quería emprender y en algo con impresión 3D”, explica Monzón. Se fue con tres proyectos a Startup Pirate y vieron que la mejor oportunidad eran las férulas impresas.
De ahí ha evolucionado hasta hoy, consiguiendo que en el área de biotecnología se les considere una de las empresas más prometedoras de Europa en salud digital. Monzón también ha trabajado para Grupo Vips, Sony, Nokia o Telefónica. “En Exovite estamos tratando de mejorar los tratamientos de rehabilitación e inmovilización de huesos rotos con impresión 3D, donde hemos generado nuestro propio sistema de impresión en cinco minutos”, apunta. Se trata de aumentar el confort y la funcionalidad a los pacientes con un diseño a medida.
Su tecnología permite imprimir una férulas que sustituyen a la escayola, reduciendo su peso hasta diez veces menos y permitiendo una mayor movilidad. A esto se suma que permite una correcta higiene, ya que la estructura tiene forma de panal de abajo que permite que la piel respire, por lo que es posible ducharse. También es customizable y evita picores. Han creado su propio escáner para poder obtener la foto con la que imprimir la férula.
Esto ya es algo de agradecer de por sí, pero la cuestión es que también permite vigilar constantemente el estado neuromuscular de los pacientes. Cuentan con un dispositivo de electroestimulación que va añadido a la férula, reduce la pérdida de masa muscular y permite una recuperación más rápida que en la actualidad. “Este aparato, que hemos creado nosotros, se conecta al móvil del paciente que tiene que seguir las instrucciones que le va dictando la aplicación del smartphone”, apunta Monzón. Al poder manejarlo de forma remota, el fisioterapeuta puede dirigirlo online evitando así la mayoría de desplazamientos de los pacientes y haciendo más ágil el servicio.
Su diferencia con otras empresas que imprimen férulas 3D es que aportan todo el proceso. Ofrecen a sus clientes la posibilidad de instalar el sistema de fabricación completo para que ellos mismos escaneen, gestionen e impriman las férulas, o bien dan la posibilidad de servir las férulas a demanda de las necesidades de cada centro, una fórmula que está pensada para férulas postoperatorias. El escáner permite imprimir con las medidas exactas del paciente para el que han diseñado un software que calcula los parámetros y las dimensiones exactas que ha de tener.
“Hemos intentado hacer para el médico algo que no sea muy complejo, que puedan utilizarlo con facilidad y tengan que tocar lo mínimo un ordenador”, explica. Su producto está dirigido a grandes grupos hospitalarios, clínicas privadas y consultas traumatológicas y ya han cerrado un acuerdo con el Hospital Mutua Accidentes de Zaragoza en su área de traumatología para implantar el sistema. Actualmente son seis personas a full time y 12 colaboradores y están en la última edición del proyecto Lanzadera de Juan Roig.